Asomarse a contemplar la noche en nuestro rostro, inclinarse a detallar las heridas que quedan junto a la razón.
Bien no es siempre, mal tampoco incluye nunca.
Saludos que huelen a despedida, pensamientos que emocionan en lo mental.
Olvídate de mi, yo ya me olvidé.
Cada paso es un tropiezo, cada avance es un error, cada error es un color.
Lo que tengo adentro lo saco para compartir, lo que amamos es nuestra debilidad.
Mira lo que nos han hecho, llenándonos de propiedades y normas.
Mira lo que hemos hecho, tocándonos las grietas como el beso en compulsión.
Lo que sostuvimos, compañero, como fuerza del corazón.
Los viajes en que nos acompañamos sin salir de la habitación, las preguntas sueltas sobre el humo que nos elevó.
Si supieras, hermano, cómo se siente por estos días el amor.
Si supieras, hermano, cómo recorro el puerto de nuestra ilusión.
Hice de tu partida mi encuentro.
Hice de tu voluntad una canción.
Hice de nuestros vuelos una emoción.
En sus ojos habita un mapa para las mañanas.
Lo que sostuvimos, compañero, como fuerza del corazón.
Los viajes en que nos acompañamos sin salir de la habitación, las preguntas sueltas sobre el humo que nos elevó.
Si supieras, hermano, cómo se siente por estos días el amor.
Si supieras, hermano, cómo recorro el puerto de nuestra ilusión.
Hice de tu partida mi encuentro.
Hice de tu voluntad una canción.
Hice de nuestros vuelos una emoción.
En sus ojos habita un mapa para las mañanas.