viernes, 8 de enero de 2010

Metafísica...


Notas caídas del ciego, llueven cenizas en su interior. Busca un poco más, y un poco más de nada has de encontrar.
Sólo un impacto basta para perder todo lo que alguna vez creyó tener, hasta enero sin llegar febrero. Dos dosis de morfina para retomar el color del iris, y silencios otoñales para encontrar el pasto húmedo.
"Todo hace mal en esta vida", dijo alguien que no podía dejar de respirar.
Amistades infundadas y sueños invalidados por falta de argumentación lógica que los respalde al momento de que el juez discapacitado te pregunte por ellos.

Alguna que otra luz se desvanece en el horizonte, alguno que otro horizonte quiere comenzar a brillar. Y así va corriendo, arrítmicamente, aunque algunos le quiera rezar al péndulo y a la metafísica, todos sabemos que la realidad no es tan igual a un vals, por el contrario los segundos fluyen en un ir y venir de azares inentendibles y muchas veces desgraciados, y otros no tan desgraciados. ¿Seguiremos pensando en el ritmo de la vida, una vez que haya terminado la canción?
Metafísica barata, razones que se venden en el mercado negro, justificaciones para tomar por bueno lo que tu animal te dice que está mal.
¿Eres capaz de aceptar una mentira estúpida por una verdad absoluta?
Debilidad que no pisa por más que ladre, perros que no muerden por más que rompan cadenas.
Basta un soplido de locura para echar abajo el templo, o en algunos casos, rasgarlo en dos.

Progresividad en cada paso, destiempos sin sabor y golpes que no suenan, ni quiebran ventanas.
Escapar nunca es la solución a los problemas que pueden correr más rápido que tú, o ¿es que acaso no recuerdas el peso de esa mochila que cargas sobre tu espalda?
La demencia que te domina al madurar, la inercia de la noche y un despertar mutante, entre rozas y gladiolos.

El punto medio entre mediocridad e incompetencia, la hipérbole que se dibuja sobre tu cuerpo no es más que el paso de los años sobre tus pies.
Una, dos, tres y cuatro hojas has leído ya, ¿seguirás leyendo el libro entero hasta el final?
Un amor entre cigarros, un destello etéreo de tonalidades multifocales que terminan desafinando tu oído interno, ese con el que puedes escuchar los instintos y tu naturalidad.

Si se va no le queda nada, si se queda nada va a cambiar.
Y él daría lo peor de su vida, por verte feliz.
"Hay gente que está incapacitada para ser feliz", dijo un comediante en plena tragedia griega.

Has de preguntarte ahora..
¿Estás volando por encima de las nubes sin haber aprendido antes a caminar?

martes, 5 de enero de 2010

De principio a fin..


El viento corría fuerte afuera, y a mí se me estaban acabando las palabras para decir. ¿Nadie te dijo que yo sigo aquí?, esperando por algo que me diga que todavía estás acá.
Hace días que llevo sin dormir, al punto de la demencia, ese punto que ya no quiero encontrar, ese punto que se convirtió en un temor que me va carcomiendo en silencio y con una rapidez asombrosa. ¿Me reconocerás cuando caiga la noche en nuestras vidas?

Y si lo llego a intentar alguna vez, no voltees la cara hacia el mármol de la eternidad, sólo búscame y me encontrarás.
Un cigarro para recordarte más claramente, y una mirada de reojo hacia los pasos que quedaron marcados sobre la espuma que dejó el mar, ¿cuándo?, lo olvidé ya.
No es que quiera molestarte, ni ser impertinente, pero nunca te pude olvidar.
Mejoré desde el momento en que te divisé entre guitarras y acordes llenos de felicidad, de ahí en adelante la historia está escrita en las calles, los vasos vacíos con restos de café en el fondo y las llamadas a media noche.

Si supieras cómo deseo mirarte a los ojos ahora, abrazarte sin decir nada y sujetar un suspiro tuyo en mi piel por toda una eternidad. Estar ahí cuando más me puedas necesitar y desaparecer cuando te vayas a acostar.
¿Cómo evitar el dolor que produce el paso del tiempo?, esas enormes ganas de llorar cuando te detienes a ver el pasado y descubres asombrado que realmente la vida se ha quemado demasiado rápido, y tal vez no disfrutaste lo suficiente el calor de la hoguera.

Planes no tengo, con suerte me queda improvisar algo para sonreír. ¿Te dije que cada vez se hace más difícil ser feliz?, y no es que no lo quiera, pero la melancolía de las noches me trae una sola compañía fiel, un vaso de ron. Un lápiz y un papel a media noche, esta casa en medio del bosque es más fría de lo que pensabas, y sigo escribiendo cosas que podrían pasar o haber pasado, o que pasaron y ya no están.

Lo más probable es que ya hayas encontrado algo mejor que yo, aunque la lluvia no me de tregua e insista con que me recueste sobre la arena húmeda y sabor a sal.
Mataría por volverte a soñar, amarte y delirar.

El viento se hace más fuerte, y estoy comenzando a sospechar que lloras por las noches, a escondidas dentro de la ducha y camino a casa, cuando decides leer un poco.
Léeme una vez más, y dime donde nos vamos a encontrar, para llegar despeinado y sin arreglar.
Ansioso y tímido, enamorado y feliz.
Feliz..


"Lágrimas suicidas, gemelas del punto final. Asesinos de memorias, anhelar con tocar las estrellas que han dejado de brillar. Cocinar para dos, un lado de la cama está tibio al amanecer. Arreglar las manecillas del reloj, esquivar los perros que custodian tu hogar. Copas vacías, abrazos que quedaron por regalar.
De principio a fin, momentos que duran una eternidad.
De principio a fin, darte un beso y volver a temblar.."