martes, 30 de septiembre de 2008

Olvido..


Antes de terminar con esta tragedia. Antes de escribir las primeras líneas de este nuevo capítulo que me ha tocado caminar, me daré el tiempo para mirar hacia arriba y sentir la lluvia en mi cara como nunca antes lo hice.
Antes de comenzar a jugar este juego que nunca acabará, antes de que esas palabras dolorosas perforen mi paz, quiero gritar por última vez, quiero volver a creer, quiero soñar por última vez.
Antes de que el tiempo se ponga en mi contra y me vea obligado a crecer, quiero tener una catarsis, quiero sentir mi alma y ser feliz con sólo respirar, quiero seguir pensando que la utopía se puede realizar.

No te pediré que te quedes a mirarme, tampoco espero que te vayas, pero te aseguro que cada vez será menos la luz que entrará a través de mis ojos, cada vez la oscuridad se hará mayor hasta que llege el momento en el cual nisiquiera mis propias venas pueda ver.

Duele la realidad, duele darte cuenta que todo lo que creías real no es más que un lindo cuento que tu cabeza te ha decidido contar.
No duelen las palabras, duele aceptar que aquí el único error, soy yo.
No duelen las miradas, duele creer que a ese que describen, soy yo.
No duelen las lágrimas, duele ver que el causante de todo ésto, soy yo.
Pero entiendo que el tiempo quiera recuperar el tiempo perdido en mi humanidad, porque llevaba más segundos de los normales viviendo entre sueños e ideales, preocupándome por la felicidad, riendo sin parar, caminando con tranquilidad.
Y eso, me convierte en una amenaza para la sociedad.

Hace un par de disparos ya que me dejé de preocupar ese tema, ahora no es más que otro mal momento que tuve que pasar.
Debo reconocer que hace un par de momentos ya que mi corazón dejó de palpitar, debo comentarte que ahora me queda visitarte en sueños para no extrañarte tanto.
Lamento que haya sido de esta manera, pero se siente tan bien decir la verdad que no lo pude evitar. Y no lo niego, es verdad, este personaje me destroza silenciosamente por dentro.

Solamente me queda pensar que es solamente una etapa nada más..
Y que esos días de verano, en los cuales me sentía parte de la familia, me vuelvan a entibiar..

lunes, 29 de septiembre de 2008

Abrazos..


Porfavor, acércate un poco más, sólo un poco más; Que tengo una leve molestia acá adentro, acá donde se supone que descanza el corazón y creo que solamente tú me puedes aliviar, tú y tu manera de mirarme, tú y tus besos de miel, tú y piel tan especial.
Sí, eso es, necesito sentir tu respiración en mi cuello, necesito ver tu sombra mientras los autos pasan a nuestro lado sin mirar hacia donde van.

Esta noche tiemblo más de lo normal, el viento está un poco más frío y mi debilidad aumenta desproporcionadamente sin preguntar.
Voy en una introspección progresiva y dentro de mi alma encuentro una fotografía tuya, con una sonrisa más alegre de lo normal. Y yo sé que eres para mí, sé que como tú no hay nadie igual, sé que eres la única que estas líneas puede valorar.

Ya no tengo idea donde estoy, ni hacia donde voy. No hay sonrisa que demuestre la felicidad que me regalas, no queda situación en la cuál no te haya imaginado dentro de mis sueños.
Sencillamente me quedo ahí, colgado a tus caderas, amándote cada vez más, sin poder dejar de mirarte.
Fuera de sentirme anulado junto a tí, me siento potenciar. Me hecho a volar tomado de tu mano, grabando cada momento dentro de mi cabeza y así cuando llege el momento de decir adiós, quedarme con una garantía de felicidad.

Me das tranquilidad, me das amor y paz, me das felicidad, me das tantas cosas y yo que tengo tan pocas cosas para entregar.
Me das inspiración, me das libertad, me das sensaciones nuevas, me das pasión, me das seguridad, me das vitalidad, me das muchas cosas más que viven guardadas en un rincón que nunca nadie dañará.

Me aferro a tus labios y comienzo a delirar.
Cada beso es una puerta que se abre, mostrándome una nueva manera de amar.
Son tus ojos los que nunca podré olvidar.
Es tu esencia la que te hace tan especial.
Eres tú, la única, que me llena de verdad.

Ven, y acércate un poco más...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Dios..


El mundo gira por inercia, ya nada tiene sentido, Dios ha muerto en manos de la contaminación.
Eso dijo el periódico del mes pasado, culparon al smog y a los gases tóxicos de asesinar a Dios, nunca nadie calculó su muerte dentro de las consecuencias del calentamiento global, de hecho, nunca nadie se preocupó por él, ni por su bienestar.
Ahora que lo veo bien, muchos le rezaban y pedían muchas cosas, pero nunca nadie le preguntó por su salud o si sufría de depresión.
Tal vez el humano sea demasiado egoísta, tal vez el humano no es humano, tal vez es pura vanidad.
Tal vez Dios no es Dios, tal vez algún día resucitará.
Recuerdo ese mito urbano que hablaba de un hombre vestido con ropas blancas y doradas, que sostenía su cuerpo casi sin fuerzas sobre un bastón y que, todas las noches se pueden oír sus llantos y lamentos por la muerte de su Dios.
Mírale caer desde sus alturas, mírale caer a través de la televisión.
Tú arrodíllate y pronuncia esas palabras nuevamente sin saber lo que significan, hazlo de la misma manera en que este mundo sigue girando.
Los ángeles se sujetan asustados, de las últimas biblias que van quedando en los corazones de los queridos hijos de Dios.
Las cruces son adornos para el hogar, las cruces no son más que otro símbolo a olvidar para esta sociedad.
Y el edén se ha ido para no volver, las serpientes hablan de política y economía, le dan de probar del fruto a millones de adanes y evas, que no hacen más que caer en su juego de autodestrucción bañado en un efímero placer.

El mundo gira por inercia, el hombre ha destruído a su Dios y Él no ha querido resucitar. Algunos paganos devotos, creen que realmente Dios vivía en las alturas porque se quería suicidar, y como cortarse las venas provocaría un diluvio, eligió morir en manos de un gas letal.
Observa detenidamente como se va rompiendo el templo, observa el nuevo apocalipsis, observa la mayor manifestación de amor, observa como el hombre cumple su promesa de darle la vida eterna a su Salvador.
Fíjate en cada ladrillo que cae, fíjate como los edificios son derrivados por un viento sobrenatural, fíjate como desaparecen los muros que no te dejaban ver tu alma.

Es simple, sólo es cosa de detener el mundo, no dejar que siga girando.
Y cuando decida girar por su propia voluntad, verás como todo cambiará...

martes, 23 de septiembre de 2008

Existencia..


"Yo puedo existir, en distintos lugares y de distintas formas. Puedo existir en cualquier momento y en diferentes sueños. Puedo vivir dentro de tu corazón y al mismo tiempo, en los lugares más oscuros de tu humanidad. Puedo hablarte en silencio y tú puedes silenciarme con sólo pensarlo. Esta es mi debilidad y mi fortaleza, soy invisible e intocable. Yo puedo existir, yo puedo vivir. Ningún Dios me detendrá, no existe minutero que detenga mi caminar. Yo puedo existir, por los siglos de los siglos, sin siquiera haber muerto en una cruz. Yo soy tú, tú existes en mi interior, por lo tanto, también puedes vivir. Jamás dejará de latir tu corazón, dentro del mío. Tu sonrisa se reflejará en la mía, y yo viviré por tí.
Y si, en realidad, no existo, y ésto no es más que un sueño, puedo decir que los sueños se hacen realidad, pues yo existo y tú lo puedes imaginar."


Créeme que lo último que quiero que creas, es que solamente te digo esto para que dejes de llorar, porque debo confesarte que la salinidad de tus lágrimas terminará por hacerme llorar, así que te digo ésto, solamente para ahorrarme unos ojos rojos...
No, estoy mintiendo.
No lo hago para ahorrarme unos ojos rojos, lo hago porque no quiero verte llorar, si yo lloro o no lloro tiene tan poca importancia como lo que te estoy intentando decir por medio de mis ojos y de mi manera de temblar.
No puedo decirte nada más que lo que te estoy intentando decir, tampoco quiero decir algo más que lo que mis pupilas te están gritando, pero me frustra no poder hacerlo a pesar que no quiero.
Y lo más probable es que mi enfermedad sea la demencia y mi cura, la locura crónica.
Te susurro en cada letra un secreto que es mío y tuyo, créeme cuando te digo que estas letras terminarán acabando con mi vida, porque de una u otra manera, siento que voy dejando un pedazo de mi alma en cada línea que escribo sobre un campo de sueños.

¿Recuerdas lo que nos quiso decir ese drogadicto aquella noche en ese bar de mala muerte?
"Los sueños también se fuman", nos dijo con una voz suave y sonrió.
Puede que suene estúpido y demente, pero ahora lo comprendo claramente y me he percatado de que los drogadictos son personas realmente sabias. Mi única duda es, si ¿ellos son sabios por su propia naturaleza, o es que la droga los hace sabios?
Yo creo que ellos son sabios por su propia naturaleza, pero la droga le da esa gota de sabiduría que necesitan para ver su verdadero potencial.

¿Te has dado cuenta de lo extraña que es nuestra existencia?
Somos una sola esencia, pero al mismo tiempo estamos divididos en seres individuales y únicos.
Gran problema tiene el humano que rechaza su cualidad de único, puesto que su naturaleza se ve mutilada por unas mentes algo oscuras que reinan sobre la bandera nacional.
Si supieras la cantidad de noches que he destinado a averiguar hacia donde vamos una vez que estamos muertos, y no pude entenderlo, pues debo morir para saberlo.
Pero una noche me pregunté si realmente uno muere, de hecho esa noche saqué dos conclusiones.
La primera es que, de hecho, en ningún momento uno muere, porque uno nunca deja de existir, solamente se alcanza el equilibrio y se descansa por primera vez en la vida.
La segunda es que, debo dejar de hacerme tantas preguntas.

Y me asusta cada vez más, la rapidez con que estas letras van fluyendo y van asesinando lentamente, pedazo a pedazo, mi esencia.
Debo admitirlo, soy un kamikaze, guiado por un desdichado Dios, y dispuesto a reventar todo su cuerpo a cambio de poder existir.
Sí, sólo eso quiero.
Derrotar la barrera del tiempo, atravesar la frontera de los sueños y la realidad, disfrutar de una catarsis y de este estado crepuscular.

Y todo esto te lo digo sin palabras, sin letras y sin gestos.
Sólo con letras, cargadas con mi alma.
Sólo con mis sueños, que recordé al despertar.
Sólo con mi existencia en este trozo de papel.
Sólo con mis lágrimas, unidas a tu salinidad.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Desvelos..


Incapacidad, desesperación, oscuridad, pensamientos, libertad.

Depresión llena de felicidad, encuentro con el Dios de la maldad, destrucción total.

Sonidos silenciados por alguna moral, viaje al centro de mi mentalidad.

Segundos para imaginar, horas para desear, momentos para amar.

Descanso tormentoso, viento que azota a un ideal.

Cáliz amargo que disfruto entre lágrimas, lluvia de verdades que me hace reaccionar.

Sueños que tienen un solo nombre, marea que se lleva la arena sin piedad.

Verano que llora por la muerte de la primavera, llanto que se ahoga en el mar.

Miedo que te paraliza el temor, placer animal que llena tu lado racional.

Mis ojos no puedo cerrar, esta noche larga será.

martes, 16 de septiembre de 2008

Consecuencia..


Él decidió tirar el gatillo de su arma, y ahora está junto a lo que más ama.
Él decidió entregar la vida por eso que tanto cuidaba, y ahora sabe lo que es vivir.
Él decidió seguir corriendo hacia ese acantilado sin cerrar los ojos, y pudo ver el atardecer más hermoso de toda su vida mientras caía.
Él decidió amar, y ahora está despeinado, con las ropas rotas y una sonrisa en la cara.
Él decidió ir a buscar el equilibrio y luego de muchos esfuerzos lo encontró, pero ahora ya no puede respirar.


Él vivió, él amó, él sintió la felicidad, él disfrutó de un atardecer y él se convirtió en nada.

Porque tirar del gatillo de esa arma que no dispara balas, sino verdades que rompen con esas cómodas mentiras, te hace abrir los ojos de un momento a otro y ver la verdadera realidad de las cosas, te quita el sueño y te motiva a arreglar toda esta imágen que acabas de apreciar y que no es como lo pensabas.
Porque dar la vida por ver tus sueños hechos realidad, es tan perfecto que cada paso que vas dando jamás lo olvidarás.
Porque muchas veces corren de las cosas, pero escapando de ellas, nunca corren en dirección a las cosas y así poder apreciar la belleza de las cosas simples.
Porque amar profundamente, es lo mejor, ir creciendo de a dos, juntos, con personalidades y pensamientos distintos, pero unidos desde el corazón, amando la individualidad del otro y creando cada noche en los sueños, distintas maneras de verla sonreír, de verla feliz.


Tan sólo se trata de vivir...

sábado, 13 de septiembre de 2008

Caminando..


Voy dando lentamente cada uno de estos incoherentes pasos, no entiendo los colores que giran a mi alrededor y me asusta la idea de que los faroles de esta calle se apagen sin avisarme antes.
Alcanzo lentamente un incómodo estado de tranquilidad, doblo en la esquina más oscura y bajo en dirección hacia el mar.
Me estoy adentrando más en la ciudad, siento como voy llegando a mi interioridad.
Cada vez puedo distinguir más claramente el sonido que producen las olas al chocar con mis memorias.
Créeme cuando te digo que la espuma del mar me hace más daño que este problema que todavía no puedo solucionar.
Es como una soga al cuello, anudada con un poco de odio y un tercio de ternura.
Es como ser clavado en una cruz y que luego de tres días, sigas ahí tirado sobre el barro sin ninguna muestra de divinidad.
Es como ser testigo de una decepción, al mismo tiempo ser el decepcionado y el que decepcionó.
Es susurrar un te amo y quedarse esperando en silencio una respuesta que nunca llegará.
Es acostarse con la mujer más sensual y no encontrar nadie a tu lado al despertar.
Es amar profundamente y no tener profundidad.
Es pedirle a un ciego que te vea llorar.

La arena que se mete en mis zapatillas me desgarra lentamente la piel, la salinidad del mar me hace soñar y reflejo del cielo sobre las aguas es más parecido a un atardecer visto desde el lado del sol.
Este problema es la solución a un problema que no quiero aceptar.
Este problema es lo mejor que me pudo pasar.
Este problema es uno de esos problemas que no se olvidan, de esos que se adueñan de cada sueño que por las noches comienza a bailar sobre el lago de tus recuerdos.

Encuentro la ciudad destruida, llena de cuerpos descuartizados, de palabras nunca pronunciadas y de sentimientos extraviados.
Encuentro la ciudad en ruinas, me da risa pensar en el estado que estaba cuando partí y en el estado en el que se encuentra ahora.
No recuerdo la última vez que observé tan detalladamente un edificio destruido por el conocimiento, no recuerdo la última vez que ví una bomba llena de verdades estallar en el medio de mi monumento a la inocencia en la plaza central de la comodidad.
Arriba el sol sigue intacto y brillando sin piedad, el mar es lo único que me hace sonreir y esta ciudad es más hermosa que cuando estaba con sus edificios intactos, llenos de ingenuidad.

Este problema no es un problema..
Es un sueño hecho realidad...

lunes, 8 de septiembre de 2008

Cosas...


En la vida existen dos tipos de cosas:

-Las que quieres ver y las que no quieres ver.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Estrella..


Salgo de la cama, despeinado y desnudo. El sol que entra por la ventana entibia un poco el ambiente y la razón todavía no empieza a funcionar.
Abro la puerta de mi habitación y sonrío al ver lo que me espera más allá.
Recojo del suelo, los sueños que se escaparon al amanecer. Los miro detenidamente y no puedo evitar sonreir, porque todos ellos tienen un solo nombre un común.
Me dibujo una armadura con ellos y empuño la espada que lleva tu mirar. Mi caballo está hecho de emociones y recuerdos que, por las noches, me hacen volar; Y no tengo más compañía que la lluvia de estrellas del último día de julio, no tengo nada para entregar, me va quedando unas cuántas ilusiones que desean pasearse por tu cuerpo desnudo, abrazar tu piel de seda y perderse en ese lugar exacto, en donde suspiras si te besan con suavidad.
Al mismo tiempo, me hace gracia la idea de que la felicidad sea tan intensa y se pueda contener dentro de un alma, que es dueña de cada pensamiento que se atreve a nacer dentro de mi cabeza.

El único sonido que reconozco es el de un armonioso palpitar. La luna me va contando un par de historias que hablan de pasión, y me lee, entre susurros, cartas llenas de esperanza y sinceridad.
El atardecer fue un testigo más de un momento que, si pudiese, lo volvería a vivir un millón de veces más.

Me subo a mi efímero corcel y comienzo a perseguir una estrella fugaz. De esas que se ven durante las noches de enero, cuando no puedes dormir y decides gastar largas horas mirando el firmamento, esperando que a una de esas luces se le acabe la fuerza y caiga en libertad, frente a tus ojitos abiertos de par en par.
Mientras voy cabalgando sobre la estela que va dejando sobre el mar, escucho cómo me pregunta casi en un susurro: "Es hermosa, ¿no es verdad?", yo sonreí y le respondí sin pensar: "Más de lo que alguna vez intenté soñar".
Ella continuó: "Es perfecta, ¿no es verdad?", yo me aferré un poco más fuerte a mi caballo y levanté la espada en un intento de rozar el sol, mientras suspiraba: "Es un sueño hecho realidad..."
Ella derramó unas lágrimas de felicidad y se apagó en plena carrera.

En ese momento el cielo entero se apagó, para permitirle brillar.
Yo trataba de buscar en mi interior cosas para regalar, ese tipo de cosas que se regalan cuando vas amando cada vez más.
Y no encontré nada en mi alma, me ví desnudo y cabalgando sobre el mar. Empuñando una espada y con una sonrisa que nadie pudo borrar.
Había perdido todas las fuerzas, y caí en plena libertad.
Caí lleno de felicidad, viviendo por su recuerdo y por el brillo que tienen sus ojos cuando se ríe.
Iba cayendo porque es todo para mí, porque es lo único que necesito para vivir.
Iba cayendo porque no quiero más, que verla reir con las cosas simples que le da la vida.
Iba cayendo porque, todos los conocimientos que poseo, se anulan cuando ella baila junto a la luna.

Miré hacia atrás y me percaté que iba dejando una estela de sueños, sueños en los cuales ella siempre sonreía, tal vez con otro hombre, tal vez en soledad, tal vez conmigo a su lado.
La estela tenía muchos colores, muchos sabores y muchas sensaciones, pero tenía sólo una esencia y eso la hacía tan especial.

Mientras yo caía y dejaba una estela sobre el mar, ella me miraba desde el interior de su cuarto.
Yo temblaba de ansiedad, ella la única espectadora de este espectáculo de baja calidad. Mucha gente se reía en ese momento, decían que estaba loco y que no tenía esperanza alguna de sobrevivir, pero yo no dejaba de sonreir, porque ninguno de ellos entienden esto que siento yo por tí.

Cómo era de esperar, mi caballo gastó las últimas que fuerzas que le iban quedando en llevarse hacia su ventana, yo rompí el vidrio con la espalda y sin pensarlo dos veces, la besé.
Acaricié su cara y adoré ese dulce "Te amo" , que salió de sus labios y se quedó para siempre en mi corazón.
Yo le juré amor eterno con una mirada, pido disculpas, pero es la única manera que conozco para comunicar tal sentimiento que recorría todo mi interior.
Luego de apreciar su belleza sobrenatural, me apagé silenciosamente.
Desapareció mi resplandor, murió mi caballo y la espada se rompió.
Ahora era sólo un recuerdo más.
Ahora no era más que otra estrella fugaz...

jueves, 4 de septiembre de 2008

Escritor..


Escribo para que, todos los sueños que plasmo en unas letras, sean leídos por alguien más.
No sé si es por vanidad o simplemente por un deseo de expresar mi interioridad. En algunos casos he llegado a creer que me gusta ser predecible, porque si le pones atención a cada una de las frases que algún loco escritor decida publicar desde su alma, y logras comprender el real significado de cada palabra, podrás predecir lo que piensa, cómo lo piensa, y cuándo lo pensará.

Escribo, lleno de esperanza porque alguien entienda lo que realmente quiero expresar. Escribo y me da verguenza que me lean, porque por más que lo intento no puedo evitar dejar desnuda mi alma en cada historia que sale de mi cabeza hacia un trozo de papel.

Escribo porque me gusta jugar a ser Dios, me gusta tener el poder sobre una vidas imaginarias que yo puedo dominar. Me gusta crear personajes, hacerlos vivir, pasar alegrías y tristezas, y me entretiene de manera especial, acabar con su vida.

Escribo, porque siento que es lo único que me da libertad.
Porque con sólo deslizar un bolígrafo sobre un papel puedo volar, correr, gritar, soñar, amar, odiar.
Es pura magia, es la única manera que tengo para desahogar mi alma y que ella pueda descansar en paz.


Escribo, porque no sé hacer nada más.
Porque tengo miedo de hablar y porque es la única manera de recordar mis sueños al despertar.
Escribo, porque mientras escribo nadie me ve llorar.
Escribo, porque cuando escribo puedo aparentar.

Escribo esperando con todo mi corazón, que algún día alguien quiera escuchar de mi boca todo lo que leyeron hace unos momentos atrás..

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Tiempo..


Tengo un problema que no quiero aceptar, lo puedo explicar, pero me asusta la idea de olvidar todo lo demás.
No tengo razones para anesteciar mi silencio, tampoco canciones que me puedan ayudar.
Mis manos están temblando y lo único que quiero es llorar cada uno de mis sueños que hablaban de felicidad.
Nunca me aterró más la idea de mirar hacia atrás, ver mis recuerdos caminando por la ciudad y lamentar el hecho de no volverlos a vivir nunca más.
Porque así soy yo, no puedo decir que así he nacido, pero las noches sin poder dormir te cambian la mentalidad.

Me veo los pies y no acepto la inminente verdad.
El tiempo pasa y me quiere dejar atrás, peleo por mantenerme en su camino, por vivir unos momentos más.
Siento los abrazos de tiempos de antaño y todavía puedo sentir el sol en mi cara mientras corría tras un balón.
Pude ver muchas peleas, muchas horas sentado frente al mar, un par de sonrisas y una empanada que me ayudaba a imaginar.
Todavía podía recordar un bus abandonado y unas enormes ganas de jugar.
Un olor a eucalipto y una mujer que jamás voy a olvidar.
Largos paseos por calles vertiginosas y una camelia en el medio de mi hogar.

Son muchos rostros, son muchas voces que no he podido olvidar.
Son muchos sucesos, son demasiados recuerdos que se asoman por las noches cuando descubren toda mi vulnerabilidad.
Se convierten en sueños y destruyen toda la realidad.
Sonrío cada vez más, estoy en mi nunca jamás.

No quiero aceptar esto que veo, no quiero mirar hacia adelante, no quiero dejar de vibrar con cada nota musical.
No me asusta la muerte, ni el futuro, pero siento una imperiosa necesidad de aferrarme a eso que pasó hace un segundo atrás.
Todavía tengo ganas de llorar, siento ese nudo en la garganta que no te deja gritar.
No tengo ganas de hacer nada por mí, sonrío porque es una esencia la que me hace feliz.
Debía agradecerle a mucha gente por muchas cosas, pero recordé que ésto es sólo un segundo más y que luego lo voy a tener que recordar.
Así que me resigno a guardar silencio y a mirar el cielo una vez más.
Pero sé que por más que lo intente, jamás voy a poder contar todas las estrellas que brillan sobre este segundo que ya pasó y que ahora voy a tener que recordar.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Soldado..


Tomó su arma, se aseguró el casco y cerró los ojos mientras le rezaba a algún Dios.
Le pidió que lo cuidara, que no se lo llevara todavía, que tenía mucho para entregar a esta sociedad.
Que protegiera a sus camaradas y que salieran victoriosos en esta batalla.
Creo que pidió por su novia, por su familia y su país.
También dijo algo sobre el amor y la esperanza de un mundo mejor.

Él había esperado este momento por muchos años, desde pequeño cuando su abuelo le contaba historias sobre las guerras mundiales y sobre lo honorable que era dar la vida por su patria, había decicido ser un soldado, sin cargo alguno, pero con un gran valor espiritual.
Él soñaba con armas, con grandes colinas llenas de sangre patriota y una bandera flameando que anunciaba la victoria de su pelotón.
Él anhelaba ser un héroe, que su nombre fuera recordado por generaciones y que sus hazañas quedaran impregnadas en algún libro de historia nacional.

El capitán le había comunicado que los llevaba a un lugar peligroso y que se requería de verdaderos hombres para enfrentar tal desafío.
Habían bombardeado una ciudad cercana al cuartel, no habían dicho el nombre del lugar porque era información confidencial, además el pueblo estaba destrozado, había sido borrado del mapa, ahora sólo quedaban los cuerpos de los habitantes y una que otra casa que resistió el ataque.

El soldado, lleno de valor y ansiedad, se subió a la parte posterior de un gran camión, iba junto a sus compañeros de armas, iba a defender lo que más amaba, estaba dando su vida por su amada y la seguridad de su familia.
El capitán cerró las puertas del camión y el espacio en el cual iban se oscureció.
Sólo se escuchaba el sonido de unas batallas que se libraban unos cuántos kilómetros más allá, bombas, disparos y explosiones por cantidades abrumantes.

Llevaban una hora de viaje y el camión se detuvo de golpe, todos los soldados callaron y escucharon con atención los pasos del capitán por fuera del camión, se abrieron las puertas y la luz que entró los cegó a todos.
Les autorizaron para ir al baño, y les anunciaron que en cinco minutos más debían estar de vuelta en el camión, pues quedaba sólo media hora más de viaje.
Los soldados se repartieron por el camino, sin alejarse mucho del camión para no extraviarse.
Él se alejó de todos, fue tras unos arbustos y orinó rápidamente, pues quería inspeccionar un poco el sector.
Caminó cerro abajo, sin antes haber memorizado el paisaje, para así poder regresar.
Y se fijó que tenía tiempo suficiente, como para hechar una mirada por los alrededores.
Cuando llegó a las faldas del cerro se fijó que había movimiento tras unos árboles que estaban frente a él.
En silencio y con el cuchillo de batalla en su mano, avanzó sigilosamente.
Cuando pudo ver lo que ocurria dejó caer el cuchillo y sus ojos se abrieron de asombro.
Soldados que llevaban la insignia de su país estaban desnudando a unas mujeres que vestían ropas de campesina. Las mujeres susurraban entre lágrimas que porfavor no les hiciesen nada, y la sonrisa en el rostro de los soldados era algo bestial.
Le manoseaban los pechos, el trasero y las besaban a la fuerza.
Hacían comentarios entre ellos y se reían al ver la reacción que ellas tenían cuando ellos se bajaban los patalones.
Una trató de escapar, pero antes de haber dado diez pasos llenos de libertad, la mano del experto soldado estaba aferrada a los largos cabellos de esa mujer.
Las mujeres fueron violadas frente a sus ojos sin compasión, él no sabía si llorar o disparárle a sus camaradas.
Las mujeres gritaban de dolor con cada penetración y los hombres gemían como animales.
Estaban sobre ellas como bestias saciando sus instintos más bajos, y en cada vezque acariciaban la piel de ellas, sus argollas de oro brillaban más y más.

Luego de un par de minutos, y habiendo acabado el acto sexual, mientras los soldados subían sus pantalones y comentaban entre risas las sensaciones y cuál de todas las damas lo hacía mejor, sacaron sus rifles y le dispararon en la cabeza a cada una de ellas.
Allí quedaron tirados los cuerpos de las mujeres, llenos de barro y dolor. Con las cabezas perforadas y la piel desnuda, con sus cabellos sobre sus espaldas y sus ojos cerrados.

En ese momento escuchó los gritos de su capitán, anunciando que había acabado el tiempo de recreación.
Subió corriendo y en silencio, como queriendo escapar de aquella escena que se le había grabado con fuego en la memoria.
Sin pronunciar ni una palabra, se subió al camión y se sentó en una esquina mientras temblaba.
Estaba confundido y asustado, no sabía que pensar.
Estos pasajes de la guerra jamás se los había contado su abuelo.

El camión siguió avanzando y pasando por sobre los cuerpos que se interponían en el camino.
Se notaba que habían pisado un cuerpo, pues el camión daba un pequeño salto y se oía un gemido algo ahogado proveniente del montículo que acababan de pasar.

Luego de media hora de viaje, el vehículo se detuvo y el capitán abrió las puertas con una sonrisa en la cara.
Les hizo bajar y los formó a un costado del camión, a él se le hacía familiar el sector, eran los árboles y el aroma del sector lo que le anunciaba que él había pasado antes por acá.
Les dijeron que debían recojer los cuerpos de las víctimas del bombardeo y apilarlos junto a la iglesia del pueblo, la cuál estaba todavía en pie.
Luego de haber reunido los cadáveres un sacerdote haría una bendición y los cuerpos serían cremados para evitar cualquier enfermedad.

Los soldados entraron en el pueblo y comenzaron a recojer los cuerpos mutilados, algunos vomitaron y otros lanzaban chistes sobre el estado en el cual estaba el pueblo y sobre lo lamentable que era la muerte de alguna jovencitas tan lindas que habían habitado antes el lugar.

-"Podía haber visitado este pueblo antes, por la mierda. Me hubiese follado a tres hermosuras que ahora tienen solamente la mitad de su cuerpo, son hermosas de cara y las tetas son espectáculares, imagínate como tendrá el culito esta preciosura. Ojalá encontremos la mitad que falta, ¿Quién sabe si Dios nos hace un milagro y nos resucita a un par de bellezas para la noche?"


Él trataba de no escuchar, cada palabra le dañaba el corazón. Se destruían todos sus sueños, todas las noches en las cuales deseaba ser un héroe, ahora no le gustaba la guerra, convertía a los hombres en bestias, los degradaba a su máxima expresión.
Siguió recolectando extremidades del suelo y llevándolas a la entrada de la iglesia.
Cuando iba a recojer por última vez los cuerpos vió unos escombros que le parecían familiares.
El color de los ladrillos, el jardín, las flores y la puerta que estaba unos metros más allá eran idénticos a los que tenía su casa.
En ese momento reaccionó, este era su pueblo, por eso el olor de los árboles se le hacía familiar.
Corrió desesperadamente hacia el montículo de ladrillos y piedras, mientras lloraba tratando de creer que todo esto era un mal sueño.
Al remover unos cuántos ladrillos vió un brazo con una cadena de plata muy fina atada a la muñeca, inmediatamente la reconoció, era la que le había regalado a su novia luego de un año en la relación.
Tomó el brazo y jaló fuerte. Logró sacar el cuerpo de los escombros y vió el rostro de su mujer lleno de tierra y sangre. Se dió cuenta que le faltaba una pierna y que tenía graves quemaduras en el abdomen.
Lloró y lloró.
Los demás soldados habían vuelto al camión y dormían en su interior.
Estaba solo abrazando un cuerpo mutilado y tratando de sostener un dañado corazón.
Le besó en los labios y sintió lo frío que estaba el cuerpo, eso le dolió más aún.
Siguió buscando en los escombros y encontró a su papá y a su mamá.
Estaba destrozado, se dejó caer sin fuerzas sobre el montón de escombros y miró hacia el cielo buscando algún tipo de ayuda divina.
Nada ocurrió, de hecho nisiquiera pudo ver las estrellas, las luces de los incendios y los proyectiles en el aire iluminaban más que cualquier otro astro esa triste noche.

Se levantó lentamente y reunió los tres cuerpos en la cima de los escombros, entre sollozos los miró por última vez y sacó un encendedor de su bolsillo, miró por última vez a su novia y le besó en la frente, la llama del encendedor se unió con las ropas de ella y unos minutos después el aire se llevaba las cenizas de un derrotado amor.

Se secó las lágrimas y sacó su arma personal de su cinturón.
Se la puso dentro de la boca y cerró los ojos mientras derramaba lágrimas de dolor.
Mientras pensaba en los cuentos de su abuelo y en los libros de historia, tiró del gatillo y todo desapareció.
Se detuvo la guerra, no se disparó ni un arma más.
No murió otra persona y no existió ningún vencendor en esa guerra.

Todos habían perdido con esa batalla.
Dios, la humanidad y su corazón.