viernes, 11 de septiembre de 2020

 Dicen que el agua tiene memoria. 

Que tenemos tanta costa como muertos en la historia de estas tierras. 

Sigue sangrando el exterminio.

De la memoria, de nuestros antepasados. 

Y lo digo con descaro, como si hubiesen pasado,

A otra época, quizás.


Prefiero creer que sus venas derramaron, 

La rabia que brota años después.

Cómo cosechamos el dolor incrustado por el estado,

Cómo nos devolvió la mar,

Los cuerpos que arrojaron al fondo mojado,

Recordando que las estrellas no dejan pasar

Las almas que lucharon por romper el control. 


Que desborde la emoción a los pueblos de la nación,

de mi tristeza surge la melancolía que alumbra como un sol,

entre tanta negra oscuridad, entre tanta de intención

de que vivan los muertos en mi respirar.