viernes, 27 de noviembre de 2009

Te odio..


Yo te odio, no recuerdo si has sangrado lo suficiente, pero permíteme poner mi dedo en tu llaga una vez más, antes de que la noche te devore y no podamos caminar a lo largo de este claro de luna llena en silencio y distanciados. No busco que llueva en pleno verano, tampoco quiero escucharte amarme otra vez, sólo quiero que sepas que te odio, y eso es lo único que importa en este párrafo.
Oh sí, te odio.
Te odio, así tal y como eres, despreciable.
Te odio cuando me miras y cuando me escupes por la espalda.
Te odio cuando abrazas a alguien más.
Te odio cuando siento el semen de otro hombre en tus labios al besarme.
Te odio y no espero el momento para desgarrarte el vientre con esta daga.
Te odio de pies a cabeza.
Te odio y me das asco desnuda.
Te odio irremediablemente.
Te odio con infinita pasión.
Te odio cuando falseas tu llanto.
Te odio cuando piensas que todavía te quiero.
Te odio y te buscaré sólo para verte caer.
Te odio y no lo negaré.
Te odio y daría lo que fuese por ver arder lo que te queda de alma.
Te odio con complicaciones.
Te odio sin temores.
Te odio y odio ver tu rostro desgastado por el tiempo.
Te odio y no quiero volver a oír tu nombre jamás.
Te odio porque siquiera en sueños desapareces.
Te odio porque nunca fui lo suficientemente bueno para ti.
Te odio porque nunca fuiste lo suficientemente oscura.
Te odio porque la noche no combina con tus ojos.
Te odio cuando ríes.
Te odio cuando intentas hacerme el amor, porque sé que cuando cierras los ojos imaginas que estás con alguien más.
Te odio porque sé que solamente soy uno más.
Te odio y te voy a pisar la cara sin piedad.
Te odio y te informo que ya te he dejado atrás.
Te odio y quemaré cada célula de tu cuerpo.
Te odio porque nunca me dijiste que mis ironías te molestaban.
Te odio y te lo voy a gritar una vez más.
Te odio...
¡Te odio!

...Todo lo demás, maldita perra, está de más.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Cartas al mar..


Recostado sobre el horizonte recuerda el momento cuando se conocieron, tan lejanos ambos, inalcanzables y sin poder aproximarse, esa sensación que todavía perduraba en su garganta, ese gusto amargo que dejó una reflexión insospechada y sagaz.

-"Jamás nos podremos tocar, ni encontrar, sólo queda mirarnos a la distancia."

Observó las nubes y todas sus certezas cayeron de golpe, quiso escapar hacia los abismos, pero se percató de que su posición ya es demasiado abismal, donde ninguna luz podía penetrar aquella puerta de cemento que pusieron los mártires perdidos en la línea del tiempo cuando le gritaron que su vida ya no tenía vuelta atrás.

-"Son como zombies. Almas que vagan entre el cielo y la tierra sin destino alguno. Algodones que avanzan lentamente hacia un lugar mejor, hacia donde los lleve el viento, hacia un lugar tranquilo donde puedan llorar y sufrir en paz."

Vestigios de un pasado maltrecho y próximo a ser olvidado, monedas que fueron castigadas por el rigor de la noche, la mano firme de la luna y el aullido de los perros. Rostros que desangraban su alma y ardían de pasión.

-"De la misma manera en que puede quemar el fuego, puede quemar el hielo. ¡Dime!, dime por favor, cuántos verbos he hecho arder en tus labios. Nárrame todos esos momentos en donde mi frialdad dejó una cicatriz sobre tus sueños. ¡Oh sí, arde Sodoma!, pero arde bajo el poder de mi lengua ártica y mis movimientos indiferentes a todo sentimiento.
Lo siento, o tal vez no..."

jueves, 12 de noviembre de 2009

Restos de parpadeos..


Tal y como nos enseñaron a jugar, hemos jugado. Constelación tras constelación, siglos estelares y estrellas muertas han de pasar por nuestros ojos cansados de tanto llorar. Las estrellas caen hoy por la tinta que nunca se derramó sobre el papel, por los silencios que desaparecieron en el olvido de la noche y por los momentos que nunca volverán.

"Y entre los restos de las cenizas, sangras hacia nuestras cabezas desvalidas de toda razón. La línea que divide unos pocos de un par de muchos es ya un muro que nadie busca derribar. En las profundidades de los mares buscas sal para tus heridas, pero estás nadando en agua dulce, en voces de lamentos y gritos desvalidos de los que se defienden de algo que nunca los atacará. La muerte viene hacia a nosotros viva, y yo lo único que deseo, es a ti."