jueves, 31 de diciembre de 2009

Deberías saberlo..


Esa nunca fue mi intención, ni las letras, ni pedirte perdón.
Las gaviotas se sumergen en la arena de la playa buscando un poco de mar, interceptando la torre de amor que se perdió en medio de la nada, ahí justo al lado de nuestra cama, donde alguna vez hicimos el amor entre sueños y promesas que quedaron por cumplir.

Deberías saber un par de ignorancias que tengo sobre tu extraña manera de respirar, y que el color negro me gusta, pero sólo si lo mezclamos con una gaseosa y le sustraemos el componente químico que me provoca una erección en la espina dorsal, la cual desencadena una desesperante sensación de melancolía, melancolía que no he aprendido a sobrellevar, a fin de cuentas eso no deberías haberlo sabido.

Tómame y llévame lejos, a un lugar donde podamos descansar, juntos, solos, nosotros dos.

Deberías saber que hace tiempo ando buscando mi soledad, no sé si hablo de ser miserable o simplemente sentirme perdido, así de adormecido y mareado, sin intentar estar confundido, sencillamente abandonado.

Y deberías saber que cuando escucho aquella canción sigo pensando en tus ojos, tratando de entender todo eso que me dijiste cuando te despediste y no volviste más. Cuando me visitaste al cerrar los ojos y te perdiste al abrirlos, entre suspiros que no empañan la ventana de la habitación y besos que no mojan mis labios.

Entibiaste mi cuerpo con el tuyo, te sujetaste a mis manos y te grabaste en mi mirada, ¿cómo poder esquivarte ahora que me quieres pegar donde duele más?

Deberías saber que se acabó nuestro caminar, y ahora no puedo dormir.
Y yo que sólo quería, en tus ojos, vivir.

Debería saberlo, todavía te siento junto a mi...
¿Estás aquí?


martes, 22 de diciembre de 2009

Sólo quédate, o inténtalo unos segundos más..


Si pudieses, si tan sólo pudieses quedarte unas horas más aquí. Si deseases estar un tiempo más acá, si me sostuvieses en el aire con un beso por una vez más, yo sería feliz.

¿Con cuánta frecuencia él sonreía?, ¿cómo poder definir ese momento exacto en que ya no queda nada, excepto por esas sombras que son sólo una bajo las luces del sol?
Y es que ella era algo distinto, indescifrable e inolvidable.
¿Podrías mantenerte de pie una vida sin soltarle la mano?

Compararte con la perfección y derrotarla es más fácil que morir, pero existen células cobardes en mi interior que me atacan cuando intento tomarte el brazo y pedirte al oído que no te vayas jamás.
Cederme el calor de tus labios y la suavidad de tu piel, una noche más.
Regalarme una mirada profunda y tuya, de esas que sólo tú me has podido dar. De esas que te dejan helado y te hacen sentir realmente como alguien especial.

E intentó devolverle todo lo que ella le daba, pero nunca podía saber si lo estaba haciendo bien.
Ese miedo desesperante que no lo dejaba pensar cuando ella se despedía al caer la noche, y que lo hacía temblar, y darse cuenta que la amaba, y que era realmente su gran amor.
¿Cómo poder saborear otra comida cuando has probado el plato más delicioso del mundo?, ¿cómo no disfrutar cada trozo de aquel plato?, ¿cómo dejarla sin dejar la paz?

"Pasaban raudos los segundos, caían veloces las estrellas y se enternecían los silencios. Palabras que están de más y sensaciones que se echan de menos, ¿cómo poder vivir así?
Y ahora que tiemblo entre sábanas con la vista fija en la esperanza de volverte a ver y de que nada nos pueda separar, ahora que veo en medio de tus ojos esos recuerdos que traté de guardar dentro de un trozo de papel y regalártelo sin una cinta roja, sino con los ojos avergonzados y un nerviosismo especial, puedo susurrarte que tengo miedo de perderte. Cierra la puerta de la habitación, mírame allí donde más me gusta y dime que tienes ganas de volar, de quedarte hasta que no quede nada, y entonces serás todo dentro de la nada.
Esa sonrisa espontánea que se escapa luego de un beso, y esa fuerza que se apodera de nosotros en un abrazo, me hace pensar una sola cosa y brotan de mis labios esas palabras que se aferran a tus pies en una plegaria de amor eterno:

-No te vayas, no te vayas por favor..."

martes, 15 de diciembre de 2009

Causa y Defecto...


Voces en picada contra tus pies, la tormenta está por marcharse, pero el sol no saldrá mañana.
Errores en el cálculo de la metáfora, quiero verte cubriéndome la piel con la tuya.
Fotos invertidas, colores que no saben brillar y tu recuerdo que se acerca mientras se aleja sin mirar atrás.
No corras más, siéntate sobre las nubes y descansa tus ojos en la pequeñez de tu existencia, en lo grandioso que es amar la imperfección.
¿Volverás a mirarte al espejo después de apagarte el cigarro en la pupila?, aunque enloquecido busque algún segundo para malgastar no puedo encontrar más que el reflejo de tu útero sobre la arena del desierto.
Y te caíste tan fuerte que no te pudiste levantar, catástrofe bajo tierra, las profundidades del que no sabe llorar. Llanto sobre los hombros del ángel tiene alas pero no desea volar, y vuelvo trozo por trozo hacia el epicentro de tu tempestad.

¿Tienes nombre?, definirte es como derrotar al azar.
Promesas con las rodillas sucias, cortar la soga que me amarra a tu entrepierna y el instante preciso en que nos besamos y no nos soltamos.
Dinero para comprar la infelicidad, tus ojos para comenzar a soñar con algo que nos pueda sacar de esta marejada de insensatez.
Callar para expresar y juntar los párpados para despertar.


Oh, y se convirtió en lluvia todo lo que ayer caía desde los árboles con forma de hoja, en viento todo lo que ayer fue nieve y en calor todo lo que ayer movía los árboles y botaba sus hojas, que caían como caen al anochecer tus lágrimas y nuestras caricias para apagar la luz de la luna.
Algo ha de existir que no haya existido ya en tu vida, alguna curva nueva he de dibujar en la rectitud de tu plano sentimental, algo que te sorprenda, algo que no puedas olvidar.

Causa y defecto, las normas a violar y los pasos a evitar.
Te acaricio con ambas manos, tengo destreza para excitar tus labios y provocar orgasmos en tu lengua. ¿Inyección letal o martillar tus costillas hasta convertirlas en blancas arenas?
Tú y tus cristales, los vidrios sin limpiar y un futuro que imaginaste cuando yo cerraba la puerta de tu habitación.
Quererte dentro de la mortalidad que produce el día a día.
Adorarte al lado de la vulnerabilidad que te ataca luego de la primera vez.
Cuidarte en cada letra a pesar que no exista idioma que te pueda contener.

Ironías que escaparon hacia la novedad del que se pone enfrente, no sé si comprendes, pero aunque no lo quieras eres causa y defecto. Cual final abierto, te despides con un beso que deja con ganas de otro, y otro más.
Emborracharme con tu carne, olvidar las imperfecciones del asfalto y seguir cojeando a tu lado.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sin sentidos..


Cigarros que nunca se encendieron, miradas perdidas en el horizonte, bocas que clamaron por un poco más de dolor.
Te vuelves hacia mi sombra, rasgas las páginas de tu vida con los dientes sin lavar.
Buscas.

Dioses de cemento, esa angustia que te inunda cuando miras tus pies y sientes que no puedes volar. Aseveraciones casi fatales, inofensivos finales y despedidas a la distancia, sin poder sonreír.
Hoy me pasé por alto y encendí la chimenea en pleno verano, la nieve cae sobre mi cabello, mis ojos se van agotando.

Comienzo desde menos uno, métodos para racionar cuando pierdes la razón y yo que no encuentro mi nombre sobre el papel.
Semilla que no germinó, bebés que murieron ochenta años después de nacer, le subí el volumen cero a la canción.
Calma, detente que el viaje todavía no va terminar. Pistas, dime donde me vas a susurrar.
Centro del hombre, temperaturas para sacudirme, y la lluvia que devoro no puede saciar mi sed.

Duele la oscuridad, entre la mujer y el hada madrina, entre el príncipe azul y el violador, entre dios y la cruz invertida.
Ya olvidé lo que soñé ayer.
Mi guitarra sigue sin afinarse.
Delirios de irrealidad.

martes, 8 de diciembre de 2009

Permíteme recordarte..


Anoche, luego de beber el último vaso de ron, quise leer tus últimas palabras, esas que quedaron grabadas luego de nuestra última conversación. No tengo idea que será de ti ahora, si estás feliz o si has decidido soportar la soledad con alguien al lado, tampoco sé si me has olvidado o si sigues recordando mi nombre y todo eso que mi nombre trae consigo.
De vez en cuando salgo a dar vueltas por donde caminábamos, por esas calles llenas de semáforos y luces rojas. Voy a esa vieja estación y pido el mismo café que ambos pedíamos sin compartir, pero sin distanciarnos.

No sé sobrellevar esta nueva calma, me asusta el frío de la almohada por las noches, pero luego olvido todo y me pongo a soñar.
Permíteme recordarte una vez más, volver a verte entre utopías y pesadillas, entre lunas llenas y amaneceres.
Olvidarte no puedo, abrazarte tampoco. Amarte le sirve más a mi inconsciente que a tus oídos y besarte ni pensarlo.
Nuevamente tu piel mojada por la lluvia, tus ojos pidiendo un poco más, tu pelo desordenado sobre la arena de invierno y tu mano sujeta a mis temores.
En sueños te vuelvo a ver, repitiendo siempre los mismos silencios y las mismas tardes.

Hay días en que te salgo a buscar, a ver si por alguna extraña casualidad nos topamos cuando hago el camino hacia tu casa, no me mal entiendas, no es que te pase a buscar, solamente intento alimentarme con la vaga esperanza de verte sonreír a lo lejos, pero luego de atravesar la ciudad y no hallarte me resigné a pensar que te has mudado.

Va amaneciendo sobre el mar y yo que todavía no tengo ganas de abandonar este sueño, de abandonarte otra vez, de que te vayas escondiendo tras la niebla lentamente, como si no quisieras hacerlo pero tuvieses que.
De la misma manera que sucedió en la despedida, sucede ahora, cuando me quedo de pie sin poder hacer nada, temblando y extrañándote más a medida que te alejas más de mi. Creo que lloraste mientras te fuiste caminando hacia tu casa, tuve ganas de detenerte, pero ambos entendíamos que aquel era el mejor final que podía tener esta novela.
Un beso para viajar, un abrazo para que no nos extrañemos tanto durante lo que nos queda de vida y tus ojos que se clavaron en mis labios intentando memorizar cada detalle perfectamente.

"Tiempos de calma me están esperando, y yo te pediré que me esperes allá. Hoy mi sueño es poderte soñar, soñándome.
Luces de faroles inexistentes, bancas arrasadas por el tiempo, y las comisuras de tus labios, son los fantasmas que tanto me gusta anhelar.
Esta noche te esconderé entre las sábanas y los resortes del colchón, para que sigas amándome como yo quiero que me ames, como dijiste que lo hacías y que lo harías. Tú dentro de mí y esto que no parece tener fin. En mi habitación no hay más que un silencio clamando por ti, por el sudor de tus ojos, por verte saltar y bailar, por sentirte cantar y destruir toda esta calma que desgarra el paisaje y los barcos, los sueños y las promesas que quedaron por cumplir.
Permíteme recordarte esta noche, y así amarte un poco más. Imaginarte vestida de blanco y envejecida, porque aquí no queda más que viento.
Permíteme recordarte desnuda y perfecta, y así amarte un poco más, y extrañarte un poco menos, sin intentar olvidarte, sin poder olvidarte."

Sufrir..


Dos pasos hacia adelante y tres exclamaciones más hacia atrás voy dando, mientras tú te sigues ensuciando con los restos que quedaron del banquete de anoche, de aquella cena romántica con toques caníbales que decidimos construir cuando las aves todavía cantaban canciones para morir.

Si te estoy haciendo daño, perdóname; y es que tengo hambre de tus lágrimas, tengo unas enormes ganas de verte caer, hermosa e indigna, triste y desolada.
Quiero lanzarte al mar, como si fueses una piedra. Quiero que flotes en el aire y te hundas en lo más profundo de mi oscuridad.
Y te esperaré, hasta que tiendas a volver a mí, herida y ensangrentada, perdida y mal encontrada. No te buscarán ángeles, no te devorarán demonios, tampoco el cielo será azul ni las nubes negras. Si bien ahí estaré yo, de pie suspirando por tu vida, tratando de que ese sufrimiento tuyo sea pingüe y te permita alcanzar la ilusión de un pasar mejor.
Ninguno de nosotros comprende lo que está por suceder, ese acontecimiento que tanto buscaste y que ahora no puedes esquivar. Aquel suceso que viene directo hacia tu cara y amenaza con deformar toda tu vanidad, con romper todos tus espejos y con vestirte de pedazos de vidrio delirantes.
A pesar de todo no volveré, no giraré mi ojos para verte venir porque tengo ganas de que me sorprendas nuevamente, de que me saques una sonrisa imprudente y un beso anhelado.
Y creo que me quiero, y al quererme te quiero, o al quererte me quiero, en el peor de los casos hemos de suponer que soy incapaz de querer, en ese caso, y sólo en ese caso, podremos abrazarnos y sentirnos libres, puesto que todo esto fue un lindo sueño, perdido entre muchos otros sueños que soñaste y que soñarás.
Sé que no soy único, ni mucho menos especialista en hacerte sentir bien, pero créeme que todo el dolor que te causo es por una extraña motivación que nace desde mis abismos carnales. Una fuerza hormonal que me lleva a degustar tu soledad, tus silencios y tus miradas. Unas ganas enormes de poner mis pisadas donde ninguno las ha puesto, en esas páginas que tú escribiste escondida de todo ojo extranjero que te pudiese incomodar, pero ¿seré yo un extranjero más en tu vida?, o ¿será que sólo soy el clímax de esta tragedia que está por terminar?.

Comparaciones odiosas e ironías de acero, dagas sin filo que corren decididas a besarte el cuello.
¡Oh, destello del amanecer, tu ego es demasiado grande para destruirlo con un beso!
Tienes ganas de soledad, tus venas quieren sangrar, déjame ser ese cuchillo que camine por tu cuello y te haga sonreír, entonces, sonreirás para mí, sufrirás para mí y yo no te olvidaré, entonces te podría amar.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Te odio..


Yo te odio, no recuerdo si has sangrado lo suficiente, pero permíteme poner mi dedo en tu llaga una vez más, antes de que la noche te devore y no podamos caminar a lo largo de este claro de luna llena en silencio y distanciados. No busco que llueva en pleno verano, tampoco quiero escucharte amarme otra vez, sólo quiero que sepas que te odio, y eso es lo único que importa en este párrafo.
Oh sí, te odio.
Te odio, así tal y como eres, despreciable.
Te odio cuando me miras y cuando me escupes por la espalda.
Te odio cuando abrazas a alguien más.
Te odio cuando siento el semen de otro hombre en tus labios al besarme.
Te odio y no espero el momento para desgarrarte el vientre con esta daga.
Te odio de pies a cabeza.
Te odio y me das asco desnuda.
Te odio irremediablemente.
Te odio con infinita pasión.
Te odio cuando falseas tu llanto.
Te odio cuando piensas que todavía te quiero.
Te odio y te buscaré sólo para verte caer.
Te odio y no lo negaré.
Te odio y daría lo que fuese por ver arder lo que te queda de alma.
Te odio con complicaciones.
Te odio sin temores.
Te odio y odio ver tu rostro desgastado por el tiempo.
Te odio y no quiero volver a oír tu nombre jamás.
Te odio porque siquiera en sueños desapareces.
Te odio porque nunca fui lo suficientemente bueno para ti.
Te odio porque nunca fuiste lo suficientemente oscura.
Te odio porque la noche no combina con tus ojos.
Te odio cuando ríes.
Te odio cuando intentas hacerme el amor, porque sé que cuando cierras los ojos imaginas que estás con alguien más.
Te odio porque sé que solamente soy uno más.
Te odio y te voy a pisar la cara sin piedad.
Te odio y te informo que ya te he dejado atrás.
Te odio y quemaré cada célula de tu cuerpo.
Te odio porque nunca me dijiste que mis ironías te molestaban.
Te odio y te lo voy a gritar una vez más.
Te odio...
¡Te odio!

...Todo lo demás, maldita perra, está de más.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Cartas al mar..


Recostado sobre el horizonte recuerda el momento cuando se conocieron, tan lejanos ambos, inalcanzables y sin poder aproximarse, esa sensación que todavía perduraba en su garganta, ese gusto amargo que dejó una reflexión insospechada y sagaz.

-"Jamás nos podremos tocar, ni encontrar, sólo queda mirarnos a la distancia."

Observó las nubes y todas sus certezas cayeron de golpe, quiso escapar hacia los abismos, pero se percató de que su posición ya es demasiado abismal, donde ninguna luz podía penetrar aquella puerta de cemento que pusieron los mártires perdidos en la línea del tiempo cuando le gritaron que su vida ya no tenía vuelta atrás.

-"Son como zombies. Almas que vagan entre el cielo y la tierra sin destino alguno. Algodones que avanzan lentamente hacia un lugar mejor, hacia donde los lleve el viento, hacia un lugar tranquilo donde puedan llorar y sufrir en paz."

Vestigios de un pasado maltrecho y próximo a ser olvidado, monedas que fueron castigadas por el rigor de la noche, la mano firme de la luna y el aullido de los perros. Rostros que desangraban su alma y ardían de pasión.

-"De la misma manera en que puede quemar el fuego, puede quemar el hielo. ¡Dime!, dime por favor, cuántos verbos he hecho arder en tus labios. Nárrame todos esos momentos en donde mi frialdad dejó una cicatriz sobre tus sueños. ¡Oh sí, arde Sodoma!, pero arde bajo el poder de mi lengua ártica y mis movimientos indiferentes a todo sentimiento.
Lo siento, o tal vez no..."

jueves, 12 de noviembre de 2009

Restos de parpadeos..


Tal y como nos enseñaron a jugar, hemos jugado. Constelación tras constelación, siglos estelares y estrellas muertas han de pasar por nuestros ojos cansados de tanto llorar. Las estrellas caen hoy por la tinta que nunca se derramó sobre el papel, por los silencios que desaparecieron en el olvido de la noche y por los momentos que nunca volverán.

"Y entre los restos de las cenizas, sangras hacia nuestras cabezas desvalidas de toda razón. La línea que divide unos pocos de un par de muchos es ya un muro que nadie busca derribar. En las profundidades de los mares buscas sal para tus heridas, pero estás nadando en agua dulce, en voces de lamentos y gritos desvalidos de los que se defienden de algo que nunca los atacará. La muerte viene hacia a nosotros viva, y yo lo único que deseo, es a ti."

miércoles, 28 de octubre de 2009

Ámbar Acaramelado..

Solamente pudo nombrarla una vez más antes de que sus ojos se desorbitaran y su cabeza golpeara el asfalto.
"Quema la vida que me queda, consume todo lo que yo puedo dar y negar, llévate lo que tu impulso te ordene, pero llévame contigo", le pidió una noche cuando se tatuaban las estrellas del firmamento en la espalda del otro con besos de hielo.
Se sentaron a un lado de la carretera y se miraron a los ojos sin decirse nada, en esos momentos estaba de más hablar. Habían pasado varios años ya desde la última vez que se habían visto bajo la luna llena, junto al mar y junto a la soledad que ambos llevaban siempre en su interior.
"De la laguna de la cual bebes, viven todos mis sueños", dijo casi susurrando una noche de eclipse lunar.
Ella vestida de caramelo y él de ámbar, ambos muy bien combinados con el paisaje, sintiendo la brisa que movía a los árboles y que hacía cantar a los grillos que caminaban moribundos por un paraje ermitaño y acogedor.
Gaviotas volaban entre las montañas buscando algún océano de agua biliar para descansar sus alas, de las cuales veían escapando durante años. Demasiado lejos estaban de todo, solos ellos dos esperando que alguna marmota los rescata de la soledad que tanto habían ansiado.
Es hermoso ver los sueños hechos realidad, pensaban mientras no dejaban de mirarse, pero el miedo que produce perder, o ver caer, aquella perfección plasmada en el mundo natural era algo que pocos podían soportar, de todas formas nunca supe si ellos formaban parte de esos pocos. Porque ella valía más que cualquier otra mentira vaga que él podía inventarse para poder sobrevivir, era momento de aprehenderse a la verdad y arder con ella, porque las verdades queman y duelen, o eso le había enseñado la vida, especialmente esas que se hacen llamar "verdades bonitas".

Sus ojos se estaban poniendo borrosos a medida que pasan los segundos, su imagen se difuminaba entre jugo de frutilla y plasma agridulce. Y, aunque el dolor había desaparecido hacía unos minutos atrás, seguía sintiendo una presión en su pecho, un nudo en medio del inconsciente, algo que no le dejaba avanzar hacia ella, que estaba tirada sobre el asfalto con la mirada fija en las estrellas, que no pestañeaba de tanto asombro, de tanta admiración.
Se arrastró lentamente hacia ella, con el cuerpo adormecido por el amor, y la abrazó mientras se echaba a llorar sobre su cuello. "Nunca había sido tan feliz, nunca había estado tan solo cuando te tuve a mi lado, gracias por éste momento.", balbuceó mientras cerraba sus ojos para descansar un momento.
Sinfonías sonaban en su cabeza, maravillosas y armónicas, tal vez sublimes, capaces de transmitir un escalofrío y encender un cigarrillo. Los muertos, muertos estaban, bajo tierra y carcomidos por lombrices que surgían de las lágrimas de los que quedaban vivos, y que no podían sobrellevar la pérdida de otro astro más. Mientras que los vivos transitaban desorientados de norte a sur, de este a oeste, cruzando hacia tierras que les diesen seguridad, buscando de manera desesperada algún refugio que los pudiese tranquilizar.

Y le besó mientras lloraba y sonreía. Temblaba, pero no de frío, aquella noche estaba profundamente feliz. Sumergido dentro de esa oscuridad, él bebió ámbar acaramelado, y ella caramelo de ámbar. Aquella noche, luego de amarse por un par de horas sobre el asfalto, ambos se quedaron mirando las estrellas y las gaviotas pasar. Y podían pasar siglos enteros, pero ellos estaban allí, tirados sobre aquella línea segmentada sin pestañear, mirándose y tomados de la mano.
"Dame una vez más, tus besos acaramelados...", le susurró al oído y se durmió.


Lozanías..

Puede ser que esta vez nos ignoremos y ni siquiera gastemos energías en cruzar miradas, porque matamos toda intención que podíamos haber tenido de secar un poco de saliva con un susurro. Y cuando llegó el momento del adiós no pude evitar reír cuando vislumbré aquella mirada llena de temor, llena de sueños e ilusiones que estaban partidas a la mitad, ya que la otra mitad iba dentro de mi corazón.
Y puede ser que nunca más confíe en mí, ni me siente a charlar unos momentos con lo que va quedando atrás. ¿Orgullo, madurez tal vez?
Aquí estoy yo otra vez, de pie, y te busco sin poder evitarte, a sabiendas de que te tengo a mi lado y que jamás me has de abandonar, pero de todas formas te busco y te doy un beso en la frente, un beso para que puedas descansar después de tanto caminar.

¿Recuerdas todos esos pasos que dimos juntos?, pequeños pasos llenos de juegos e inocencias, pasos inseguros y felices, momentos de eterna perfección, tal vez algo más ácidos al llegar el atardecer de tu vida.

He de sonreírte y agradecerte por todas esas nubes que convertiste en animales, por todas esas aventuras que juntos pasamos y todas esas guerras que libramos bajo el tendedero de ropa limpia. Cada visita al bosque abandonado, autobuses quemados por vándalos que todavía no descubrías, llantos y ausencias especiales, personas que te marcaron y que nunca se irán.

Lozanía mía, bienvenida al baúl de los recuerdos...

domingo, 25 de octubre de 2009

De calor y deshielos...


He decidido repatriar todos esos versos que hice arder una noche completamente normal, estrellas caían del cielo y se quedaban pegadas en tu mirar. ¿Existe realmente el mañana?, ¿por qué soñamos si nada nos puede asegurar que hemos de verlos convertidos en una intangible e inerte realidad?
Me descubriste desde lejos, y de todas formas quisiste quedarte a conversar otra noche más, daños colaterales y respiraciones agitadas. ¿Por qué sigues pensando que todo ha de salir mal?, de tus ojos brotan lamentos y verdades que no pudiste callar.
Fragilidad de porcelana, tan espeso como el vino que estás bebiendo son tus labios. Fíjate cómo van cayendo los segundos desde los horizontes más prometedores, hasta los recuerdos más dolorosos.
Bebe de mi boca agridulce y sujeta fuerte mis destiempos que todavía no nacen, que he quemado cuando eran neonatos, cuando solamente te querían apreciar sin faltar a tu respeto, pero con unas enormes ganas de desnudarte sin piedad.

"Y ella hablaba pero yo no le quería entender lo que decía porque siempre duelen mucho esas verdades y de todas formas disparó la noche se hizo más oscura y los perros ladraban fuera de la ventana a pesar que deberían estar lloviendo lágrimas del cielo y logré ver entre tus piernas un poco de fuego que invitaba a inmolarse en él sin pensarlo demasiado me arrojé de lado sobre el suelo porque tenía calor y las baldosas estaban heladas no me sentía solo aunque una cerveza en ese momento no hubiese estado mal porque yo siempre quise degollarte y poder conocer todos esos rincones que tú nunca dejaste ver por miedo o por cualquier otra excusa estúpida que has de darme para que yo me calle y me haga a un lado porque te soy útil pero sólo cuando tienes ganas de prender fuego en el cielo"

Cuando el último auto dejó la calle y todo se quedó en silencio, te fui a buscar con la vaga esperanza de que me seguías esperando allí de pie junto a tu ventana más sucia y abandonada; pero no te encontré ni me quisiste encontrar, el inconsciente pedía a gritos un poco más de tiempo, solamente quería un par de segundos para poder mirarte a los ojos y lanzarte por esa ventana para que por fín pudieses sonreírle a la vida, porque siempre sonríes, pero nunca lo haces de verdad.
Eres ese árbol que está en la cima de la colina, que no recibe agua, pero que sigue creciendo hasta abarcarlo todo. Eres ese árbol que logra ver el sol y la luna haciendo el amor, pero que no puede amar, eres ese árbol que no se puede cortar. ¿Qué fruto me vas a dar hoy?

lunes, 19 de octubre de 2009

Prosa Algebráica, Inecuaciones analfabetas...


Desde lo más profundo de sus ojos nacía un huracán de momentos que hubiese de recordar, con pies livianos y el pelo al aire se movió sin avanzar, sin ser encontrado se quedó sentado sobre una roca que le lloraba agua dulce al mar.
Su piel era áspera y poco nítida, indefinida, pero siempre comprendida a la mitad. Disfrutaba aquel viaje al centro de todo, al inframundo más acogedor, al inconsciente más aclamado por el público que escuchó su monólogo aquella noche de sol radiante.
Levantó la mirada al suelo, y se encontró bajo tierra, no supo si sonreír o sonreír, si quemar un poco más los segundos, si enfriar un poco más la vida que moría allá abajo.

"Te necesito acá abajo, conmigo mismo y a alguien más. Apresúrate por favor, que me sofoco con tanto oxígeno y paz, acércate un poco más y déjame entrar hasta lo más grotesco y desconocido de tu inalcanzable ser. Abraza mis arrugas, recoge cada uno de los sueños que están siendo marchitados por ese reloj que está sobre nosotros, por ese azar ininteligible que pocas veces nos atrevemos a mirar. Bájame pronto de esta montaña rusa, que me estoy mareando de tanto girar y girar, tengo miedo de vomitar todas esas verdades que callé cuando caminamos por las cimas de las montañas, por los acantilados junto al océano y por encima de nosotros. Sonríe con tus ojos y alumbra las estrellas, baña mis mejillas con tu saliva por última vez y prométeme que no vas a desaparecer una vez que el mundo entero nos caiga encima. Refleja en tu mirada toda una ternura de sexualidad que ha nadie has gritado, nadie que no se atreva a hurgar entre tus piernas. Dulce y amarga, te has abandonado a la soledad, ¡Oh soledad, quédate conmigo hasta que el sol salga y yo me pierda con la neblina de la mañana! Soy neblina, soy el que moja el césped por la mañana para que tú puedas descansar al ponerse el sol."

Y caminó entre los jardines de la racionalidad, entre ilusiones multicolores y mariposas que susurran historias con finales felices. Gotas de lluvia cayeron sobre su rostro y bañaron sus labios con un brillo opaco, con una melancolía nueva y especial, tan romántica como patética, tan enamoradiza como novela caballeresca, tan loca como su propia ironía.
Abrió sus puños y se llevó el tallo de aquella rosa roja a la boca, encendió la punta con suspiro y se fumó cada uno de los pétalos que caían hechos cenizas, pero que no se deformaban al tocar el suelo. Nada importaron los cortes que dejaron en sus labios las espinas, el humo que emanaba desde su cigarro era más sabroso que la hiel que le dieron al crucificado.
Y allí se quedó, llorando junto al cielo, y lamentando la despedida del navío que nunca pudo zarpar, el nacimiento del feto que murió a los 7 meses de gestación y el silencio de alguien que habló solamente cuando todos dormían, cuando todos soñaban.

viernes, 16 de octubre de 2009

Inexplicable..


Pasos orientados hacia el sur, hacia el extremo de la humanidad, desnivelados y cojos. A martillazos aprendió, fue necesario sangrar para entender: "El hombre es menos razón, que hombre.", pensó cuando se limpiaba la sangre de la cara que fluía libremente desde su ceja derecha. Con flores marchitas se quedó en su mano cuando la vio apostando su vida en la ruleta rusa del amor, cuando la imaginó hablando con fantasmas, cuando ella le disparó allí en el centro de sus miedos, cuando su rostro le hizo recordar el atardecer de su vida, cuando temblaron todos sus pilares.
¿Qué pasó con todos esos kilómetros que había avanzado?, eran sueños, nada más. Se había dormido de pie, había cerrado sus ojos para idearse de una manera distinta, para sentirse más completo, menos inseguro, más ideal. Pero nada es para siempre, y al despertar se encontró igual que antes, antes de dormirse.
Un agujero se agranda en su vientre, un escalofrío le recorre el inconsciente, vuelta a la fragilidad, al pasado. "La intención es lo que cuenta, ¿no?", se repetía de una manera masoquista una y otra vez en su cabeza. Puedes ver llover en sus ojos, él quiere que llueva, y ella le dio la excusa perfecta para que las nubes no se hagan esperar.
Así que le pidió que le robara el corazón por la noche, para que pudiese dormir, para no tener que vigilar su cuerpo toda la noche, ni soportar su subconsciente hasta que llegue la aurora.
Se levantó del suelo y fue en busca de una botella de ron: "La gente no cambia", se dijo mientras miraba sus pies y respiraba el olor a alcohol que emanaba su cuerpo.
Y realmente lo creía, nunca esperó nada de nadie, pero cuando lo hizo, se llevaba un golpe justo ahí donde más le hace gritar, en el lugar preciso que te borra una sonrisa de la cara y te envuelve en un halo de silencios y temores.
Él sabe que todo está dentro de su cabeza, que todos sus miedos son suyos y no de ella, pero no necesitaba que le removieran todo su lado más oscuro una vez más.
Esperó allí de pie bajo la luz del farol que la lluvia se detuviera, que sus besos dejaran de quemar sus labios y que su cabeza dejara de recordarla. Durante la noche escuchó a su enemigo hablar: "Soy David, contra un gran Goliat", y cómo entendía ahora aquella palabras, ¡cómo lo entendía!
En un lobo estepario debía convertirse ahora, en un caminante sin rumbo, volver a los majestuosos hielos en su interior, enfriarse un poco y comenzar a racionalizar todo lo que pasaba a su alrededor.
Así que le pidió una vez más que volviera para abrazarlo, para decirle que lo quería y que nunca habría nadie igual, necesitaba una mentira más para pasar la noche en soledad. Un último beso antes de que todo desapareciera, antes de que despertara de ese sueño que tocó la perfección.
"Ven y deja tu olor grabado en la almohada para que mis sueños no se escapen al despertar", le susurró mientras levantaba la mirada firme y fría, había vuelto a la normalidad, había despertado del sueño, porque todos sabemos que él nunca va a cambiar.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Créditos al final de la película..


¿Cómo hacer para no errar más?, Oh alma mortal que no me permite alcanzar el Olimpo con tranquilidad, que no me permite respirar sin un peso sobre mis hombros.
¿Por qué cada vez que intento tender un puente hacia tus ojos, mi amor, lo destruyes con un error mío? ¡¿Cuántos puñales más tienes que clavar para darte cuenta que sangro?!
Mira adentro, bien adentro de mis ojos y verás lo lento que han pasado los juegos en mi vida, esos que nunca supe jugar, que no me dieron otro sabor que no fuese el del ron amargo en mis labios. ¡Más abajo, más sangre!
Curvas de un eclipse existencial, se oscurece el bosque, caen las hojas sin que nadie las vea, el oleaje de las nubes es confuso, ininteligible para mi profundidad, demasiado turbias son las aguas en las que he decidido nadar.
He de ser fuerte, de pagar con lo que tenga que pagar por estar aquí, en este páramo bañado en un rocío crepuscular, repleto de extremidades mutiladas por una deformidad en un inconsciente. ¿Sientes mi pupila dilatada?
De pie me encuentro junto a mi ventana y a mi rincón más oscuro. Pensamientos solitarios, el fin de una era ha llegado, se rompe el cántaro con agua que nunca pudo llenar una copa hasta el borde, que nunca pudo derramar vino fresco sobre el mantel, que nunca ensució ninguna mesa.
Anochece sobre la ciudad más pecadora del reino, detrás del ozono no hallarás nada, no pierdas tu tiempo buscando una fábula que te contaron para que te fueras a dormir sin miedos.
¿Cuántos segundos más han de transcurrir para que podamos dormir juntos?, tengo pulsiones de libertad, tengo ansias de días grises, ganas de lluvia, anhelos de convertirme en eso que siempre quisiste.
Delirios en llamas, mundos alternativos que van explotando y van pariendo universos paralelos deformes e inhabitables, desolados y otoñales. Clones de otro clon, réplicas de un retrato hecho por un bebé que dibujó una sonrisa en el suelo con sus lágrimas y la placenta que caía de la entrepierna de mamá.
¿Dónde te has escondido ahora?, tengo sed de nicotina, tengo ganas de caminar, de ver los créditos de la película y esperar la próxima función. ¿Por qué si todos sabemos que no hay más funciones?
¡Oh, alma mortal que me amarra a este asiento de lamentaciones putrefactas y sinceras!
No quiero más drama barato, no quiero más de eso que llaman ellos "mundo exterior", bastante he visto ya entre juegos, entre pestañeos cegados por la luz del astro superior, astro resplandeciente y magnánimo, astro que ha decretado mi ejecución. Mis créditos finales están por pasar, se aproximan raudos y decididos, cual jinete sin cabeza, cual ciego que corre hacia el final de un callejón sin salida buscando una desesperada escapatoria.


¿Ves eso que va allá lejos?, ¿ese punto que se pierde en lo más profundo del horizonte? Aquello que ves allí es mi última oportunidad, y está lejos, muy lejos. Más allá de mis sueños y mi máxima extensión. Aquello que ves allí es mi último susurro de vida, y está abajo, demasiado abajo...

lunes, 14 de septiembre de 2009

Prólogo


Hace tiempo ya que no me has hablado ni me has venido a visitar, musa de mis dolores más profundos. Causaste en mi interior tormentas de deseos, de arcoiris situados sobre pantanos profundos y densos, siempre densos. ¿Donde está tu aroma plásmico color rubí?, te has perdido dentro de un bosque de miedos y prolongaciones inorgánicas de la vida.
En pesadillas existes, dentro de mundos anómalos y perfectos, en el centro de una estrella que apagaste con un silencio y una mirada esquiva, ¿por qué nunca pudiste causarme todo el dolor que yo buscaba en ti?
Te busqué incansablemente, desgarré con mis uñas toda corteza que cubría la esencia de nuestro recuerdo, mordí y escupí piel necrótica de nuestra relación, me bañé en tu saliva ácida y ardiente. Aún así, no pude llorar. En roca pura me había convertido, en un hielo imposible de derretir. ¿Por qué Gaia me había castigado así?, ¿era yo, acaso, merecedor de tan cruel castigo?
¡Sácame el corazón a puñaladas, amada mía! Acércate a pasos cortos, cázame y termina todo lo que en mí nunca pudo empezar, pero que estaba terminado antes de que empezara.
¡Si supieras cuán fuertes son las pulsiones de muerte en mi interior!
Todavía te espero escondido en el rincón más despoblado de mi habitación, han pasado tres días ya y no hay muestras de que hayas abierto ninguna puerta imposible de abrir.
Aún continúa tu voz repitiendo las mismas palabras en tu ausencia: "Dentro de mi corazón siempre habrá un lugar para tus ojos negros."
Las fotografías donde estabas tú, desfilan hoy hacia tártaro. Se funden en leña tierna, leña de ébano, y le regalan tibios momentos de paz a mi subconciente.
¿Bajo qué árbol te has escondido, mi dulce hada?, ¿Por cuánto tiempo más crees tú que voy a seguir creyendo en tí, o en lo que queda de tí?
Lo siento si te asfixié con mis verdades, pero créeme que una verdad vale más que un poco de oxígeno, quítame esta cefalea emocional que tengo y no me deja respirar.
La vida sin tí no duele lo suficiente, vuelve amada mía y hazme llorar. Sólo quiero ver llover en invierno y que el mar se lleve mis lamentaciones, tengo imperantes anhelos de que el viento deje de susurrarle solamente a los árboles, yo también quiero oír un poco de melancolía agridulce con sabor a hiel.
Almas suicidas flotan en el mar, paisaje desolador es el que deseo apreciar, un poco más dolor, un poco más de ti.


viernes, 11 de septiembre de 2009

Universos Paralelos..

Abandonado a la suerte de una hechizera analfabeta, a las premoniciones destructoras de una hoja que caía en primavera. Así voy palpando, con los ojos cerrados, lo poco que queda en mi habitación, lo poco que queda por descubrir. Pasos lentos y enfurecidos, galopes de homínido por sobre las montañas, será necesario caer profundo, a las más oscuras y densas aguas del mar, a los centros más ardientes de la Tierra, para poder llegar hasta los satélites más lejanos, las lunas más inalcanzables.Anocheceres silenciosos y solitarios, todo está bien me repito sin cesar, como esos días cuando mirar las estrellas no era más que una ilusión, un deseo intenso de poder bajar la luna con un soplido y un amigo mudo se sentaba junto a mí, mientras le aullaba al universo. Recuerdo que vi una estrella fugaz tirado en medio de una llanura, le observé caer lentamente, con una estela de sabores multicolores y de caricias inexplicables. Caía a la velocidad del primer beso, con la fuerza de un impulso revolucionario y con un destino parecido al que te propone el horizonte un día de lluvia.Se dejaba perder con tanta calma, se consumía con tal libertad que despertó viejas utopías en mi interior, volví un par de años atrás y retomé todas aquellas ideas que una tarde dejé olvidadas bajo el timbre de "Imposibles". Segundos pasivos y deformados, estados alterados y anhelados. Te estaba esperando a tí, a ese que se parece a mí, pero que no siente como yo. Llovía esa noche, llovía a más no poder. Sentía la tela impregnarse a mi piel, las gotas frías me estaban dejando desnudo en medio de la ciudad.Miedos me quedaban pocos, delirios, muchos. Enloquecía pacíficamente, dentro de una tormenta de nicotina, psicotrópicos y alcohol. Lluvia ácida, lluvia de ebriedad y de cavilaciones. Gotas de destiempos, de memorias y de sarcasmo.El clima se burlaba de mí, lloraba de la risa y dejaba caer sobre mis hombros su insoportable humor blanco, su pureza, su virginidad.Pero las nubes que me bañaban eran nubes que llovían por sobre la atmósfera, nubes que eran capaces de apagar el sol. Me asolaban huracanes que devoraban agujeros negros, se revolvían los miedos y deseos en mi interior; Se despertaban los placeres y se dormía la razón,y le recordé por una vez más al instante que me sujetaba fuerte a esa estrella que se lanzaba al vacío, le acaricié y le guié. Nos fuimos directamente hacia el sol. Mi corazón estaba en manos seguras, escondido detrás de baúles sucios y antiguos que ella tenía dentro. Yo me llevaba su risa, su aroma y su piel, mientras sus silencios y el sabor de su saliva me bajaban el pulso y me regalaban una catarsis existencial.Impacté contra el sol y desaparecí, no existí más dentro de esa extraña galaxia de empatía y solidaridad. Fuí un big-bang que no generó planetas, que consumió vidas, tomó segundos sin preguntar y se alimentó con sangre ajena, pero sabrosa. Orbité el sol y desaparecí. Abandonado caminé por sobre combustiones típicas de la superficie solar, y vi caer una hoja desde lo más alto de un arbol en plena primavera.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Canción para Drexler..


Unos ojos medios opacados, tus silencios mal contados y mi corazon que esperaba algo más para ser feliz.
¿Todavía no entiendes lo que quise darte cuando dije que te amo?, dos cuerpos encontrados a medio morir, todo color flor de liz.
Tú, mi curva más extendida, hecha a sobremedida, mal herida y con ganas de sonreír.
Un cigarro huracanado, abandonado, pasos ignorados en la arena del provenir.
Un eco que rebota en tu cuerpo, almidonado y resentido, cambias y te tranformas en tiempo.
Esto que escribo ahora se detendrá cuando la tinta iracunda deje su ironía de ámbar agridulce, para sumergirse en un abismo de golondrinas carnívoras que no se parecen mucho a un león que devora un trozo de hielo sabor chocolate. Diafragma que late al ritmo de un contratiempo, respiraciones entrecortadas por una penetración constante de amor enfundado en un látex de protección antinatural.
Mariposas negativas que tienen una premonición, una anunciación que sueña con los pingüinos de Saturno, todos nadando en dirección al Sol, hacia una estrella agrietada que emana un frágil calor incapaz de calentar a un anciano excitado frente a la lozanía de una linda escolar. Y siempre hay algo que se pierde, tal vez una gota de vino que cayó sobre el mantel cuando nos dimos un beso apasionado, mal intensionado con ganas de llegar a tu alcoba y quedarme allí, oculto entre sábanas hasta que llegue la próxima aurora.
Y no siempre se recibe lo que se dio, existe la remota posibilidad de que tú no te transformes en un engreído Dios y te mantengas siendo mujer; mi sueño y vos, mis sueños eróticos y vos, tu lengua sobre la mía y mis piernas entre las tuyas, sensaciones a medio parir y sin tenerte te tengo a tí y a mis sueños.
Hay tantas cosas a mi alrededor, yo sólo escapo de dos, mis sueños y vos.
Existen los perdidos, los existenciales y tú que sólo susurras en mis oídos.
Hay fórmulas hasta para describir tus gemidos.
Tengo muchas constelaciones que se quieren perder en tu agujero negro, que transporta todo a otra dimensión, revelación apocaliptica de la inmoralidad, lo que queremos hacer no es normal.
Te estoy construyendo un regalo para retribuirte todo eso que tú me das, toda tu luz, te estoy construyendo una cruz, de acero inoxidable para que no se estropee tu linda piel de marmol añejado por el uso insdiscriminado de la mala mano humana, tocaciones inpensadas para el diamante que tiene adentro el carbón, estrella fugaz que nadie vió caer y tú nunca pediste perdón.
Te crucificaré sobre el agua, caminarás sobre la tierra, serás la profeta de los sordos y el perro guía de los ciegos. Frío caribeño, río que río cuando veo que todo está perdido y yo que veo el vaso medio vacío.
Creo que he visto al otro lado de la cama, una guitarra y un idiota algo aturdido, que escribe cosas sin sentido y que hechiza con rimas mal puestas sobre un pentragrama amarillo. Asesino de las cosas lindas, destructor del arpegio y la nota ímpia. Un océano de fango, un pantano con luciérnagas y luna llena, te invita a sumergirte en su lodo espeso, lobo vestido de oveja, mona vestida de seda.
No desvíes la mirada de mi frente sudada, todavía nos queda un par de horas antes del amanecer, disfrutemos lo que queda, mi dedo junto a tu dedo y un orgamo que no quieres desvanecer.
Ámame y te amaré, bésame y te besaré.
Ecos en tu cuerpo, y en tu útero, llantos de bebé.

domingo, 30 de agosto de 2009

Una enfermedad sin cura..


Me puse de cabeza sobre la cumbre de Gomorra, observé la fusión de sueños con alcohol, de secretos con amor y no pude vomitar. Inserté mi mano dentro de la nieve y llegué hasta el fondo de mi humanidad, lugares oscuros y silenciosos tocaban mis dedos.
Ahí estaba yo, de pie, firme sobre un nube, caminando por sobre las estrellas y buscando una luna en el patio de mi casa. Intenté conversar contigo, pero sólo respondías monosílabos estúpidos que nunca me pudieron satisfacer, no estoy hecho para amar, ¿sabes?
No nos pensemos especiales, que nadie sabe a donde se dirige, todos quieren beber del mismo semen y fecundar los mismos ovocitos.
Aquella noche me enamoré, y tuve un fuerte impulso que me hablaba de matar. Subí por una escalera hacia el valle de la ciudad, y todo era música, no existían los peldaños, solamente eran teclas de algún piano de cola, mal tocado por algún cantautor principiante que no hablaba de otra cosa que no fuese de amor, cursilerías y feminismos. ¿Será que nadie vio el condón que tenía escondido bajo sus ojos?, ¿será que nadie supo cuando maltrató a una prostituta que se abrió de piernas por un autógrafo?
¡Vaya, esto está pintado color sinapsis!, y el mundo que es daltónico y no quiere pensar. Una pérdida de obra, dos peces bastarán para que todo el pueblo coma, dos balas bastarán para que te veas hermosa.

Cuando los peldaños no se prolongaron más, me lancé desde las faldas de la montaña hacia las profundidades del mar. Abajo me encontré con abismos cubiertos de cruces y corazones, me encontré con botellas llenas de menstruación infantil y con las úlceras de un vegetariano.
Budistas nadaban sin respirar, sus burbujas no decían nada más que "Nirvana" y sus ojos estaban opacos, dorados y reventados por algún soplido ateo que fue ejecutado sin piedad.
Sinfonías de Muerte, Réquiem para el recién nacido y una pastilla para mi enfermedad sin cura.
El doctor me dijo que yo estaba completamente normal, mientras no dejaba de reírse en mi cara. Su secretaria se masturbaba bajo el escritorio, y él riéndose.
El edificio era frívolo y lleno de aparatos dispuestos a torturar, murallas pintadas con planetas y soles que nadie puede ver y contratos sociales que te obligan a hacer una genuflexión cada dos horas.
Yo no tenía ganas de tomar agua, yo quería alcohol, puro y sin anestecia. Quería drogas y relajantes musculares.
Cuando entré al bar más cercano, y pedí dos litros de vodka para llevar, se me acercó un grupo de niñas con sotana, las cuales se levantaban los hábitos hasta la cabeza cada dos segundos, mostrándome toda su virginidad, restregándome en la cara su olor a colonia de bebé y su piel inmaculada. Me gritaban con sus movimientos, "Viólame", y sus ojos pedían penetración sin piedad, pero no pude, no lo hice por respeto a Dios. ¿Supongo que con eso me gano un espacio en el cielo, no?

Llegué a casa y me embriagué hasta decepcionarme, hasta no dar más. Me asomé a la ventana mientras el mundo entero volvía a la normalidad, y compré por Internet dos pasajes al país de Peter Pan, no quería arrugas, no quería tener que tomar viagra para follar.
Estrellé las botellas vacías contra tu rostro y descargué sobre tu espalda, dos claveles y tres rosas.
Me colgué de tu cuello y te besé en la vagina, no pude soportar más tu olor de gata en celo y te arrojé desde el Séptimo piso de mi conciencia.
Tomé un lápiz y un papel, y me fuí en dirección al aeropuerto de colores fosforecentes, abordé un pegaso y disfruté de un placentero viaje lleno de azafatas decapitadas.
Una vez en Nunca Jamás, me encontré con un viejo amigo al cual no pude reconocer, pero que me invitó a su hotel.
Dentro de su habitación habían muchos recuerdos, muchas lágrimas embotelladas, mucho dolor enjaulado. Al cabo de unas horas llegó Peter Pan y nos invitó a hacer trío, no formé parte del acto, pero me dediqué a grabar todo con la cámara de seguridad del recinto.
Finalmente, azoté mi cabeza contra la muralla y escribí una carta de amor con mi sangre y mi cerebro.
Tomé mi celular y salí a fotografiar las maravillas de Nunca Jamás.
¿Quién puede decir que ha visto a Peter Pan bañado en sudor?
¿Quién puede decirme cómo salgo de estas cuatro paredes blancas?
¿Alguien me puede traer un vaso de alcohol?
¡¿Alguien!?..
¿Aló?
Mierda, me quedé sin saldo social otra vez..


domingo, 23 de agosto de 2009

Evitar..

Me acosté sobre la cama y traté de ignorar esos silencios entre sábanas que tan molestos son. Me atacaron pensamientos de mañana, del segundo que estaba por llegar, pero que por algún extraño motivo no se decidía a venir. Acepté un par de cosas y evité otras cuantas, no quería más dolor por hoy.
Y ha medida que respiro va cambiando el color de mis ojos, miran hacia adentro, se pierden en un horizonte extraño de tonalidades oscuras escondidas detrás de una linda personalidad. Pese a todo, no podía dejar de pensar en ella, tampoco en él.
Se encendieron las luces del escenario y llegó el momento de verte actuar, verte abrazarlo y regalarle tus labios, tus ojos, tu pasión. El asiento se hace de cemento y la incomidad me ataca sin piedad, una extraña presión me invade el estómago y mis puños se contraen instintivamente.
Quisiste decir lo siento, pero ya no te quedaba aliento, los gemidos eran más fuertes, el sudor era más espeso que la sangre.
Tienes talento innato para hacer soñar, para causar delirios y destruir el corazón. Tragicomedia erótica, el lado animal desgarrando tu piel, el guionista puso una bomba en mi memoria y tú la detonaste.
Sé que no estás lejos de mí, pero no quiero ir a verte al camarín, no quiero tener que sonreír sólo para que no te sientas tan mal.

Los silencios entre sábanas son lo peor, los contratiempos del reloj me provocan un estado de demencia inexplicable. Te escucho venir desde la habitación de al lado, te escucho llorar y maldecir con plena libertad, te siento débil, sucia, destructible.
Siempre presente sus huellas en tu piel, siempre tus miradas y tu falso amor.

Antes de que destruyas mi paz, me inyecto la jeringa en el antebrazo derecho. Cáliz del mal, líquido enajenado que confunde mi lógica. ¿Quién iba a pensar que drogarse iba a ser tan satisfactorio?
Oh, muñeca de porcelana. Tu cuerpo agrietado ya no me excita más, tu blancura natural se ha visto opacada por las manos de un tercero, un cuarto y un quinto.
Todo lo que tú necesites, yo lo tengo. Lo que quieras te daré, pero por favor, vete.
No te puedo esquivar más, ni a tí, ni a esas veinte sombras que traes en tu espalda.
Me prometiste una utopía, me juraste paz y ahora no encuentro más que fuego dispuesto a quemar la soga que me sujeta a tí.

"Te veo de pie junto a la cama, tú y los silencios entre sábanas.
Debajo de la almohada, la llave de la libertad.
Negra y pesada, con un gatillo y una bala.
No intentes escapar, no te atrevas a llorar.
Movimientos oculares rápidos.
Fase de odio, tres.
La contracción de un dedo y un agujero entre tus ojos.
Tu cuerpo bañado en sueños,
Tu cara maquillada color sangre.
Bastó solamente un destello de santidad,
Bastó clavarte mis dedos en tu razón,
Y ya estabas tirada en el suelo,
Nadando sobre nubes de tabaco y alquitrán,
Llorando sin gritar, amando sin respirar.
Deseos de una primavera lluviosa,
Tormentos de un astro nival,
Pestañeos en tu interior,
Se ha dormido la reina,
Ha muerto la belleza,
Rozas no crecerán sobre tu tumba."


jueves, 20 de agosto de 2009

Buenas Noches...


Le quedan tres minutos a la televisión para irse a negro, y a la ciudad le quedan unas cuantas horas más para llorar.
Se me hace tarde, pero quería despedirme. Partiré manaña en un cómodo tren, en el fondo, ambos sabemos que tengo que partir.
Ahora que veo todo tan desordenado, me pongo a pensar en qué momento se fueron todos y por qué han dejado dos botellas de ron sin abrir.
Era mi despedida, sólo vine a decir adiós. Devolveré la sonrisa que arrendé en la esquina y caminaré, mientras fumo un cigarro, hacia la estación. Nos resta poco de invierno, y a mi ya no me agrada el sol, así que escaparé a esos lugares en donde no deja de llover.
Tú muérdete el labio cada vez que veas a un hombre pasar, y abrázate a la ilusión de que algún día tendrás una familia feliz.
Buenas noches, no llores más que la calma llegará.
Buenas noches querida ironía, vete y busca alguna boca limpia para contaminar con tu acidez y tu frialdad.
Buenas noches amiga filosofía, te escondí del frío tras unas hojas de papel. Te prometo que más te entenderá, en nuestra relación somos sólo dos.
Ya vendrán horas para dormir, pero ahora solamente suena música para soñar en mis oídos, y no me quiero perder esta última puesta de sol.
Una par de excusas para los que quedan, y ciertas preguntas difíciles de responder para mi corazón.
Buenas noches, razón; búscate algunos ojos que no gusten de llorar...ni de amar.
Buenas noches, niña; mañana despertarás y ni me recordarás. Darás un par de vueltas en círculos y girarás en el aire llena de libertad, pero te he alquilado una estrella para amortiguar el dolor.
Buenas noches, corazón; por favor ya no intentes volver a latir, que ya estoy lejos de tí, demasiado lejos como escucharte reír...

sábado, 15 de agosto de 2009

Abajo, demasiado abajo...


Y quiero seguir contando historias de ayer y hoy, seguir cayendo hasta que de un momento a otro todo se convierta en una estrella, todo huela a rosas y los ríos se sequen.
No consigo sonreír, aquí entre relatos inciertos de canciones perfectas y acordes tranquilos, sólo es un segundo de paz.
Y me invito a esconderme, a correr por las calles de la soledad, a buscar la espuma del mar y a beber un poco de lava volcánica. Todo callado, todo coherente. ¿Por qué me tomas la mano y tratas de morderme el cuello con amor?, ¿Por qué no puedes simplemente sacar un pedazo de mi piel con tus dientes y saciarte?

Así que tomé todos mis papeles impresos con recuerdos y lo mezclé con el pegamento de significados para hacer una linda máscara. Aguarda un par de segundos más, ya dejaré de respirar oxígeno saturado de ilusiones. ¿Por qué fuiste más allá si te podías quedar más acá?, ¿será que acaso nada nos basta? ¿será que siempre queremos más?, habla todo lo que quieras que esta noche no hay viento y las hojas no caerán.

Apaga la luz y déjame contarte un par historias que tengo guardadas dentro de mi corazón, historias de ayer y hoy. Abrázame fuerte y dime algo que sea de verdad, una frase natural. Dame un beso de despedida y déjame caer un poco más. Te pediré que no te des la vuelta cuando te vayas, ya no quedará nada, nisiquiera la presencia de algún dios.
¿Te acuerdas cuando guardé tu foto en el lado más sucio de mi mente?
Pero tranquilo, nunca nadie logrará entenderme a la perfección, siempre una buena intención puede convertirse en un desastre, todo por una mala interpretación, ¿será necesario llorar?
Es más fácil callar, es mucho más ilógico e irracional.
Abajo, demasiado abajo es donde quiero caminar, es donde voy a llegar. Es una gran plaga personal, va eliminando toda vida a mi alrededor, nunca había visto tanta belleza en un paisaje gris y putrefacto. El amor a la muerte, mi dedo en tu garganta, el frío del metal en tu abdomen.
El olor a pólvora, tus ojos llorando ríos color rojo.
Busqué desesperadamente un contratiempo en tu mirar y encontré una sinfonía completa de tempestad y fragilidad.
Tu tráquea quedó marcada con mis huellas, mi cabeza quedó marcada con tu mano. ¿Podrá ser considerado eso como un compromiso?

Y perdóname si es que te alejo cuando te tengo demasiado adentro, pero es momento de caer...
No confundamos tu ternura con la agresividad, no equivoquemos el sentido de tus uñas en mi espalda y las cicatrices que dejarán.

Dame un beso de despedida y sácame esta máscara, llévate todos los recuerdos y significados que tiene en su interior, dime que me quieres y que no me olvidarás, y date media vuelta que no tengo ganas de que me veas sangrar, ni caer hacia abajo, tal vez demasiado abajo...

domingo, 2 de agosto de 2009

Falta de oxígeno..

Hay cosas que quiero comprender y que sé que nunca comprenderé. También existen momentos en la vida que nunca olvidaré. Son esos segundos preciosos, divinos y perfectos, sabes que son especiales y por eso guardas silencio, no quieres arruinar el momento. No quiero oportunidades para revivirlos, tampoco deseo la eternidad. Estoy sentado aquí, al borde de un abismo descomunal. Estoy aquí sentado, y tal parece que me voy a lanzar. Trataré de ayudarte, acompañarte y ser de utilidad, para eso estamos, para hacernos la vida más liviana, para regalarnos más momentos inolvidables.
Estamos bajo el agua y no podemos respirar. Nos tomamos de las manos y nos abrazamos. Estamos dispuesto a morir, realmente es éste el final. Sentimos todo, estamos concientes, pero no podemos respirar.
Dame un beso sin aire, dame hielo, dame tu vida, y permíteme morir junto a ti. Son silencios eternos, momentos inolvidables, nubes negras cubriendo las montañas soleadas por el rubor de la luna.
Son estrellas diminutas y tímidas, tranquilas e inmóviles, aguardando el momento perfecto para caer.

Es el mudo ideal, la paz eterna, el merecido descanso después de un largo caminar.
Estamos al borde de la locura, la promesa del amor. Te lo repetiré solo una vez más, estamos al borde de la locura.
Tómame la mano y llévame a esos lugares luminosos donde alguna vez te ví correr en libertad, llévame de vuelta al jardín de rosas, llévame de vuelta hacia mi felicidad.
¿En qué fallé?
Quien sea que soy, no trataré de rectificarme, lo hecho ya está concretado, no hay vuelta atrás.
Llévame de vuelta hacia un mokaccino, llévame de vuelta a la lluvia, trae a mi vida nuevamente la tranquilidad, que hoy es noche de verdades y te quiero abrazar.
Es todo un caos, es todo tan desnivelado, la vida no es en su plenitud solamente felicidad.
Ven y acompáñame a llorar, acompáñame a callar todas esas cosas que tú ya sabes con anterioridad.
Te prometo, ahora vas a descansar.
Llévame contigo, llévate nuestros sueños, llévate nuestros recuerdos, llévame contigo, por favor.
Estamos bajo el agua y no podemos respirar, bésame una vez más.
No espero que alguien nos entienda, tampoco quiero ser una historia romántica que todo el mundo se cuenta para llorar. Somos nosotros, dos y felices.
El universo se alinea para vernos descansar.
Ha llegado el momento, bésame antes de que no te vuelva a ver jamás.
Ahora seremos un recuerdo, que no se olvidará.


lunes, 20 de julio de 2009

Perfecta Coartada...

Siguiendo al tiempo estamos, corriendo tras un tren, con un pie y dos muletas. El alma se nos va quedando atrás, helada y solitaria, como una estrella que no quiere brillar.
Voy a contar una historia muy poco conocida, voy a escribir para el analfabeto y voy a gritar para el sordo:
-Todo comienza con Alfa, nuestra imagen en su más pura expresión, todo sentidos, todo impresión, todo sensible. Somos lo que somos, solo eso, nada más. Conocemos lo que queremos conocer y escuchamos lo que queremos oir. Objetividad cero, multiplicidad de impresiones para la misma escena, no intentes llorar, todo lo dicho es una nueva verdad.
Bajo la sombra de tu cuerpo se esconde Beta, la melodía que no puedes disfrutar, no quieres disfrutar. El némesis en tu interior, el lado B de tu realidad. Vergüenza y ojos sordos para el sabio que tienes dentro. ¿Puedes ser más antinatural?
Levantas la mirada al cielo y te atacan unas ganas de volar, sueñas con tener alas, se presenta el Delta en tu vida, la utopía más codiciada y los sueños que dejaste escondidos bajo tu cada. Es todo como quieres que sea, todo hermoso e ideal, es tu comodín ante la infelicidad. ¿Por qué no puedes ser feliz solamente con Alfa? Será que siempre queremos más y más.
Y vas caminando sobre una línea trazada con anterioridad, desde que sabes existir, desde que comenzaste a "querer" y a "desear". Pi y la constante humana del instinto y el animal, la oveja negra de la familia, el gran enemigo de toda moral, la naturaleza insertada dentro de nuestra corteza cerebral.
Todo se desarrolla dentro de un mundo en particular, ese universo que existe en tu interior, ese caos perfecto, ese universo que contiene toda respuesta en su interior, el Sigma se hace presente y se impone ante toda imitación de la realidad.
Dentro de tu caos, existe una dimensión enorme, llena de motivaciones desconocidas y recuerdos y razones que nunca vas a querer aclarar. Unos pocos se atreven a aventurarse dentro de ella, a escarbar dentro de tan peligroso campo minado, estoy hablando de Psi.
El objetivo principal dentro del tiempo que transcurre y que amenaza con llegar a Diciembre, es alcanzar el Omega, la perfección real, evolución humana, la vuelta a la normalidad de la tabla valórica moral, la supervivencia del más fuerte, el ocio del que sabe más y desarrolla su potencial. El renacer de las almas superiores, el despertar del paraíso, la posibilidad empírica de alcanzar las estrellas con la mano y tapar el falso sol con sólo una palabra.
Todo ésto debe hacerse antes de Diciembre, todo debe hacerse antes de que el sol caiga y caiga sobre su cruz para no volver a despertar.
Es tu meta, alcanzar el Omega a tiempo, justo a tiempo, no antes ni después, prepararle el camino y admirar el nacer de una nueva estrella, la más brillante y hermosa, la cúspide de la Egolución.

viernes, 10 de julio de 2009

Gama..


Déjalo ir, déjalo caminar en libertad, déjalo ver el mundo con sus ojos, déjalo ser feliz y déjalo romperse la cara contra el asfalto, será sangre bien derramada, sangre que dibujará el camino a seguir hacia el próximo otoño.
Las perpetuidad de tu silencio y tus ojos colgados ante la decisión de vivir, de quedarte de pie sin avanzar ni retroceder, las rimas son sólo sonidos que suenan igual, ¿hasta cuándo te vas a quedar esperando la felicidad dentro del coro de alguna canción?
Se revientan las pupilas, estallan los tímpanos y comienza a escurrir un líquido tibio en tu interior, el despertar de un acorde arrítmico, el contratiempo más delicioso que puedas probar.
Estás perdiendo, vas cayendo y te vas a golpear. ¿Qué sucederá cuando te percates de que no hay nadie esperándote allá abajo?
Somos caóticos. Nosotros, sí, nosotros dos. Juntos nos mezclamos peligrosamente, conectando bocas y amplificando caricias.
El himno a la carne, a la estirpe y al mañana. Somos instrumentos que no traemos manual, ni somos enseñados en conservatorios. No existe técnica definida a ser utilizada en nosotros, somos un descubrimiento que nadie quiere encontrar.
Miedo y alegría, saltar al vacío sin tener un elástico atado a los pies o una mochila en la espalda. Somos dos kamikazes dispuestos a estallar.

Corre, escapa, grita y llora. Son sólo recuerdos, nada más.
"Siempre fuiste perfecta", dije una vez mientras caminaba por una montaña bajo la luz de la noche. ¿Quién quiere alejarse del paraíso cuando fue lo que siempre buscó?, no, no me iré, siempre me quedaré.
Es un doble enlace covalente, es la más potente fuerza de gravedad. Es un cruce de miradas, un abrazo y tal vez algo más.
Es ese cáncer terminal que te hace sonreir, es la más hermosa forma de morir.
Nos estamos matando, a cada segundo, me estás matando.

Beta..


Escuchaba lejos los susurros de un mar furioso, iba demasiado concentrado en el recuerdo del jardín que un día tuvo y que, en un arranque de racionalidad, prendió en llamas. Leía entre líneas, allí donde nadie más podía leer, y no se podría decir que fue tomado por loco, porque muchas veces nisiquiera fue visto. ¿Para qué esconder la verdad bajo la obscena luz de la comodidad? Un insulto para sus oídos, una blasfemia contra lo natural.
Sometido al miedo contra la partícula, las pasiones de los instintos son más fuertes, invencibles y veloces, actúan antes de avisar.

Ella le dijo cómo, cuando y por qué. Una serie de palabras que desataron un caos enorme en el interior de una habitación llena de colores transgénicos. Y cuando creyó que se había dejado atrás, se encontró de frente con el comienzo del descanso. Cuando el suelo se separó en dos y el silencio de los abismos inundó sus oídos se detuvo y admiró la perfección del yo.
Desparramó gotas de vida sobre el jardín, lanzó un trozo de papel encendido en sueños y entibió su cuerpo con las llamas de la muerte.
Vió los movimientos del cuerpo de ella mezclarse con las curvas de la arena cuando se encama con el viento.
Existe un cielo sin estrellas, existe una luna que no quiere brillar y un sol que se niega a calentar.
Hay mentes que niegan la exactitud de la lógica, la vulgaridad de las fórmulas y el incomprensible infinito.
"N+1 nunca será igual que n+2-1, porque el primero sólo suma, mientras que el segundo, añade para perder. El resultado está afectado por el proceso de la operación, los números también tienen sentimientos", dijo una vez cuando trataba de explicarle que no se fuera.

Imaginó haber visto un beso en sus ojos, una extraña chispa en sus caricias. La imaginó completa, con todos sus detalles, y comenzó a jugar a descubrirla, a encontrarla y a contenerla. Vió su reflejo en las lágrimas que ella derramó al amanecer, interpretó la felicidad absoluta y abundante, compartió un orgasmo instintivo, veloz, repentino y de verdad.
"Todos tenemos una propiedad matemática innata, la propiedad absorvente del cero, esa que no deja nada fuera de nosotros, sino que todo en nuestro interior.", le susurró al oído y se lanzó a la incertidumbre del océano subjetivo, ese que todos tratamos de dominar con la razón, pero que es inevitablemente salvaje, y que nadie puede controlar, mucho menos él, el hombre beta.



sábado, 27 de junio de 2009

¿Recuerdas?..

¿Recuerdas la vez que me dejaste atrás y te hechaste a correr sin despedirte y sin saludar?, trataste de escapar, pero nunca nadie escapa, tú siempre intentas escapar. Y ese es el gran problema, yo te deseo tranquila y mansa, y tú eres inevitablemente veloz y móvil, cambiante y destructiva.
Las hojas de los árboles se demoran milenios en caer, una palabra sincera de tu boca se demoraba años en salir. ¿Cuándo fue que aprendiste a mentir tan bien, y en qué momento yo me volví tan estúpido como para creerte?
Ven y acércate, somos solamente tres personajes en la escena y el cuchillo tiene un papel protagónico.
¿Para qué esperar un sueño más?

Ya no tienes nada más para decir, nada más para ocultar, estás completamente desnuda, frágil y asustada, apoyada contra esquina con los pelos de tu espalda erizados. Gritando sin mendigar, y mirando sin hablar.
Tiempo del desenlace, de que se cierre el telón y el público se ponga de pie con lágrimas en lo ojos a aplaudir nuestra función. ¿Recuerdas cuando te dije que no sabías actuar?
Me escupes en la cara y luego quieres tener sexo con amor, me pateas en las entrepierna y luego quieres curarme con tus labios.
Perra desaforada y estúpida. ¿Alguna vez dejarás de insultarme con tus caricias?
Te condicioné lentamente, y ahora cuando me besas realmente muerdes sin compasión. La compasión es para los débiles, ¿recuerdas?

Una batalla infernal y agria, con sabor a bilis y con olor a sangre bañada en tiempos mejores. ¿Quién sabe lo que nos depara el futuro?, ¿quién sabe qué otro recuerdo vas a devorar sin preguntar?
Bestia insaciable, siempre rogando por más. Siempre consumiendo y gastando, clamando perdón y abofeteando.

¿Podrías dejar un recuerdo sin recordar?, ¿podrías marcharte y no volver jamás?
¿Recuerdas cuando te fuiste corriendo de mi lado y te escondiste en los rincones más oscuros de mi mente?
¿Alguna vez me recordarás?...

lunes, 15 de junio de 2009

Sin lubricación..


Existen un par de cosas que quiero decir, pero que he decidido escribirlas sin mirar atrás. Había pensado en escribir algo sobre el fuego que se convierte en agua y lo vacío que se puede sentir el hombre después de haberlo vivido todo. Esa ironía que llega a ser molesta y que te impide tolerar, después de todo, nunca quisiste tolerar.
Todo es dominar, para eso estamos hechos, queremos dominar, una mala copia de un macho alfa natural, porque queremos proteger y sentirnos impunes, siempre nos proyectamos en la sombra de enfrente.
Nos vamos sincerando, buscando apoyo, alguien en quien confiar, cuando realmente no hay nada más que nosotros, todo se basa en una creación mental, una realidad inventada y divida de manera artificial. Esas dualidades enfermas, esa divinidad con tejado de vidrio, ese ideal que te imponen cuando vas a comulgar. ¿Has visto esas túnicas blancas caminando por la calle?, se ven tan limpias, tan puras y tan perfectas, pero en el fondo, no son más que un trapo de algodón lavado por alguna ama de llaves que gana un sueldo miserable.
Hablo de vendernos a cambio de una promesa incierta, de creer que nuestra vida no nos pertenece y que a todo lo que tenga color instinto debemos declinar. ¿Será que esos señores serios y con una franja en el cuello nunca han experimentado un orgasmo?
El lado oscuro del hombre, ese que invierte los valores y que quiere comenzar a enteder primero lo espiritual.
¿Quieres cumplir tus metas?, usa al hombre como herramienta. La supervivencia y la felicidad están por sobre la comunidad. ¿A quién se le podría ocurrir dar su vida por alguien? El que siquiera lo intente es un estúpido que no valora su vida.

Quería explicar cómo atravesar una puerta sin caminar, la manera justa para poder mentir sin ser descubierto. Restricciones del tiempo y la estúpida decisión de creer que la vida es racional. El caos perfecto del azar y mis ojos riendo sin parar. Regalar problemas al mundo para que los aprenda a superar. Causa y efecto, se confunde el progreso con la idiotez.
Sexo sin condón, sudor que te nubla la visión y un corazón latiendo sin pedir más vacaciones que una merecida muerte. En el fondo sólo queremos ese reflejo que vemos todas las mañanas en el espejo al salir de la ducha (eso va para los que se bañan, no me incluyan).
Y puede que no seamos nada, pero ¿para qué mentirnos más? ¿no han sido muchos años ya?
Cuando las cosas no pueden ir lentas, se debe acelerar, dispuestos y preparados para chocar o para frenar. ¿Alguna vez realmente hemos aprendido a manejar?

Dime cuáles son tus secretos y qué es lo que buscas lograr, me reiré en tu cara y tú llorarás. Ironía sin lubricante ni rodeos!
El sarcasmo va tras tuyo, la indiferencia del sentimiento te alcanzará. No intentes escapar, no te canses más, déjate caer sobre la arena, bebe un vaso de alcohol y fuma un par de cigarros, espéranos con una sonrisa dibujada en la boca y con el corazón en paz.
Recuerda que eres único, igual que todos los demás.
¿Quieres llorar?, Ve y busca un hombro generoso que esté dispuesto a abrazarte y a decirte lo especial que eres mientras te mira de reojo el culo y la billetera.

domingo, 14 de junio de 2009

Lucky..


Respuestas vacías y miradas de reojo, él corría de lado a lado como si nada importara, como si no hubiese nada más en la vida. Gritándole a todo extraño que se le acercara, durmiendo a ratos y comiendo acompañado. Era vitalidad, siempre lo fué. No, error. Lo sigue siendo, sólo que ahora tiene una mirada más triste.
Nos entendemos, sobran las palabras, es cosa de una caricia y un silencio.
Con eso basta.
Son ojos tristes, sólo es eso.
Atardeceres eternos y noches de luna llena tirados sobre el hielo del suelo.
Un cigarro que no compartimos y un hogar al cual no puedo entrar. Su pelo es crespo, con una tonalidad especial, de esa que se ve distinta en invierno a comparación con el sol del verano.
Una felicidad que no se puede explicar.
Son ojos tristes, nada más.

sábado, 13 de junio de 2009

Ininteligible..

Es todo o nada, la escritura sin razón. Sólo instinto, sólo animales. El mundo y su destrucción. Masoquismo y amor, el placer del dolor.
Calla y observa, no es más que una penetración, una mirada y una sensación.
No te pido que seas mi puta, tampoco te pediré tu corazón, sólo es la vida en su máxima expresión.
Vómito del corazón, siempre hemos sido uno solo, no necesitamos de rosas ni de dios.
El nihilismo y tu respiración, la piel y la dominación. Cuerpo contra cuerpo, piel y satisfacción, silencios casi hablados, gemidos de placer, besos descontrolados y tu idea de cariño.

¿Para qué más que este cigarro? ¿Acaso deseamos que exista algo más?
Moral de esclavos, la humanidad y su extinción. Palabras gritadas, sordamemente escuchadas, no quiero más dolor, no quiero más nada. Esta noche somos sólo dos.
¿Luces encendidas, o apagadas? ¿Luz de día o la luz del televisor?
Fantasmas en mi interior, voces dentro de mi cabeza y una mirada chispeante en la desgarradora muerte de la sociedad.
Somos sólo dos, nada más.

El entorno y los antílopes follando a nuestro alrededor.
Nada de piedad, sólo dime lo que quiero y te daré lo que deseas.
Abre tus piernas y cede ante la pasión.
Abre tu mente y llénate del sinrazón, de mi sinrazón.
Somos solamente dos...

sábado, 30 de mayo de 2009

Piedras..


Estaba cayendo la noche, y las luces de las calles se comenzaron a encender. Una por una, sin avisar, como si supieran cuando deben prenderse, en el momento exacto, en esa milésima de segundo cuando tú menos lo esperas. 
Tal y como me sucedió con las luces de las calles, me ha sucedido esta tarde. Sin esperarlo, fue sorpresivo y letal, tan letal como puede llegar a ser un farol.

Recuerdo que salí de casa apurado, pasé frente a un par de espejos y nisiquiera me miré, no había para qué mirarse, solamente quería salir a fumar por ahí, pensar un poco y escuchar algo de buena música.
A mi lado pasaron un par de niños, con poco uso, relativamente nuevos. Corrían como si nada en esta vida importara, como si ellos fuesen libres, pero no lo son. Nunca nadie es realmente libre, de hecho, nunca nos podemos librar de nosotros mismos.
Y cuando llega nuestro tiempo, nunca estamos listos, siempre nos toman por sorpresa, nunca estamos listos para la muerte.
Pero ya no molesta, yo sólo quiero fumar.

Seguí caminando sin rumbo alguno, pateando piedras y corriendo a ratos. Escapando de un enemigo invisible, escapando de mi propia existencia, renegando de mi humanidad, tratando de acallar esa voz interior que te dice: "Detente a descansar, siéntate un rato y siente el mundo en tu mano." 
Y me di cuenta que el mundo era demasiado pequeño como para sostenerlo en mi mano, mucho menos en mis ojos. ¿Para qué gritar, cuando puedes callar?
Siempre tropezamos con la misma piedra, tal vez las podamos patear, pero de todas formas vamos a tropezar, algunos se levantan, otros simplemente se golpean demasiado fuerte. Y nisiquiera de eso aprendemos, es chistoso, pero en nuestra vida, lo único que aprendemos es a sumar, y lo más triste es que nisiquiera los números existen. 
Busqué algo a mi alrededor, y quemé los últimos cartuchos de esperanza que me iban quedando. No tenía ganas de saber nada, a fin de cuentas, uno nunca está realmente seguro de algo, nisiquiera de nosotros mismos.

Las cosas son bastante justas según mi parecer, de todas formas, si supiéramos cuando se encenderán las luces de las calles, en el preciso momento en que ella cobran vida; de todas formas nos quedaríamos en casa, tomándonos un café o haciendo el amor. Nunca estamos listos, nisiquiera cuando sabemos lo que ocurrirá. 
Pero supongo que es mejor estar tirado sobre una cama, amando a una mujer, sintiendo su cuerpo y su sudor, en lugar de estar esperando la magia de la luz bajo un farol. 
A fin de cuentas, somos cobardes, todos. Y cuando sabemos que algo ocurrirá en un determinado momento, nos acobardamos y preferimos escapar. Siempre escapamos, incluso el que dice que no escapa de nada, escapa de la opinión del que dice que va a escapar igual.

Pero llegó el momento de aspirar una vez más este cigarro, que me relaja, me relaja demasiado. Y llegó el momento de abrazarte y no soltarte más, de besarte y caminar, caminar por esta calle, a paso lento y calmado. Juguemos a no escapar. Solamente seamos carnada del otro, amémosnos desesperadamente, que nunca sabemos cuando la muerte nos puede encontrar.
Dame la mano y no me sueltes, que ésto es tan perfecto como podría ser. 
Y cuando llegue nuestro momento, no estaremos listos, tal vez estemos tomando un mokaccino o esperando la luz verde en alguna esquina de la ciudad, abrazados y con frío. Tal vez estemos sentados en la playa o rodeados de música, tal vez nos encontremos haciendo el amor llenos de pasión o cantando a viva voz con un poco de alcohol en el cuerpo. 
¿Quién sabe realmente cuando llegará ese momento, y cómo estaremos nosotros?
Pero tranquila, mi amor. Después nos preocuparemos de eso, cariño. 
Ahora abrázame fuerte que en un par de segundos más se encederá este farol.
 

jueves, 28 de mayo de 2009

Frío y niebla..


Y va caminando, sobre un manto negro, con luces azules sujetadas a la luna, iluminando todo de azul, muy azul. No hay silencio, tampoco ruido, solamente una vibración que pasa a través de su piel y rebota dentro de su caja toráxica, removiendo sus entrañas, haciéndolo sentir miserable y común, por sobre todo común.
No quiere hablar sobre eso, nunca le ha gustado hablar de eso. Dice que le incomoda, que le hace sentir un tipo más, un recuerdo más, cuando él solamente no quiere ser ser uno más, él solamente no quiere ser. Así de sencillo y así de antinatural, sin más explicaciones que un par de miedos ocultos que nunca pudo superar, a fin de cuentas, nadie supera sus miedos, sólo los enfrenta y puede que gane la batalla, pero la guerra está perdida de antemano.
Y ya no ve otra escapatoria que aquella densa niebla que se forma fuera de esté caótico y erótico galpón, una escalera y un cambio en la temperatura ambiental, tal vez un silencio necesario, una soledad que pide a gritos ser tu compañera, una música que te entrega un equilibrio nunca antes experimentado. 

El frío en la niebla es intenso, pero es un precio que está dispuesto a pagar por un encuentro consigo mismo, por un momento jugando a sentirse especial. ¿Cómo puede llegar a ser tan egocéntrico?, se pregunta sin piedad alguna. Y ni el mismo se quiere responder, porque no desea el dolor, no esta noche, no mañana, ya no. 
Y el tiempo ha pasado rápido durante los últimos dos minutos, ha crecido, ha madurado, ha vivido y ha olvidado. ¿Por qué todo está tan invisible?
Antes de que su alter ego lo derrote, decide abrazarse a los recuerdos, esos pocos que le van quedando, esos que le dan un calor especial y que traen devuelta a la vida momentos únicos y excepcionales. Momentos tranquilos e inocentes, momentos que él no quisiera olvidar.

Las huellas en la arena nunca duran tanto, tampoco ese soplido que alguna vez dibujó, la marea siempre sube, la luna siempre crece y el tiempo nos va dejando atrás. Realmente hacía frío esa noche. 
Y mientras se abraza lo más fuerte que puede a sus recuerdos, porque siente que va a caer, siente tocar suelo, siente concreto bajo sus pies, siente un frío que le cala hasta los huesos. 
Al mirar hacia su lado la ve, sonriéndole y abrazándole. 
Él intenta sonreír también, y parece que le sale bien, porque ella lo besa en los labios y deja su mirada sostenida en la de él.
La misma niebla, el mismo silencio, un momento para dos.
¿Cómo puedo explicar esa certeza que tiene él en su interior?
Y él sonríe, sonríe y quiere llorar de felicidad, así que aprovechándose de la niebla y de la complicidad de ella, se larga a llorar.
Porque tiene una certeza, o cree tenerla, y no necesita nada más.
Le basta con esta ilusión, este abrazo, esta mirada.
Le basta con este silencio, este amor inexplicable y esta sensación de tranquilidad.

Y se van quedando atrás, siempre atrás, abrazados y tomados de la mano, como si nada importara, como nada más existiera. ¿Realmente existe algo más?
La niebla los va difuminando, los confunde y une sus siluetas, el frío sigue allí, y ellos se siguen quedando atrás.
Han decidido respirar, mirarse, besarse y amar. 
¿Te has fijado lo intenso que puede llegar a ser el hecho de quedarse atrás?