Un paso, veo a mi alrededor. Un paso más, escucho lo que susurran las calles. Otro paso más, siento el aire a mi alrededor. Un último paso, ya no sé que pensar.
De pie en medio de una calle de tierra, rodeado de vida que no quiere vivir. Busco dentro de mi cabeza algún recurso que pueda utilizar, alguna habitación donde me pueda esconder y donde nadie me vaya a buscar. (¿Alguien. alguna vez, ha ido a buscar, realmente, a alguien más?)
Y aguardo de pie en esta calle de tierra, con las manos en los bolsillos y sin ganas de hablar. No hay nada de que hablar.
A mi lado, una banca común y corriente, pintada con sueños que ahora se descascaran a pedazos, hecha de una madera dispuesta a convertirse en una madera especial.
Decido sentarme, estoy algo cansado, me duelen un poco los pies.
¿Cansado de qué?, no lo sé. (Tal vez de vivir)
Pero dentro de toda esta atmósfera de moralidad e imágenes públicas, una frase me sigue dando vueltas dentro de la cabeza.
"Ser feliz con las cosas simples.."
Pienso.
Ser feliz...Ser feliz...
!Qué sencillo es ser feliz! !Qué simple es ser feliz!
Solamente una mirada, y ya estoy sonriendo sin darme cuenta.
Sí, ser feliz con las cosas simples.
Sigo sentado en la misma banca, con los mismos ojos y vestido igual que ayer. No creo que importe mucho el color de mis zapatillas o la fuerza con que el viento me movía el pelo. No creo que importe mucho la cantidad de personas que pasaron frente a mí en una hora o cuantas veces me atacaron unas extrañas ganas de llorar. No creo que yo importe mucho, en realidad.
Aquí, en esta banca, lo único que importa son los sueños, los temblores inexplicables y el nerviosismo que siente alguien que no sabe hacia donde va, pero que siente que siempre ha querido ir hacia donde ahora se dirige.
Temores, sonrisas, caricias, miradas, palabras y silencios. Todo grabado con dedicación en esta madera.
Abro mi negocio, sin nada para vender. Nada en las vitrinas, nada en el mostrador, sin dinero en caja y con los estantes sin limpiar.
Llevo años estelares mirándome las zapatillas, pensando con la luz apagada, meditando con la cabeza en la almohada, soñando sin parar.
Y de un momento a otro, notas musicales suenan en mi interior, (¿O exterior? Ya no lo tengo claro...De hecho, nunca lo he tenido claro.) suenan cada vez más fuerte, suenan guitarras, bajos y baterías. Suenan voces y estribillos. Suenan amplificadores y risas. Suena un hermoso amarillo.
Cuando la música sonaba demasiado fuerte, amenazando con provocarme una anhelada sordera, dos pies llegan caminando y se detienen junto a los míos.
Un suspiro inmaduro y una extraña sensación de tranquilidad.
Levanto la mirada, y una sonrisa se me escapa sin querer.
Tengo frente a mis ojos todo lo que alguna vez soñé, todo lo que anhelé, todo lo que añoré.
Me pierdo en ese cuerpo, muero en esa piel.
Me quemo en sus labios, lloro en su pelo.
Me conecto en su lengua, despierto un poco más abajo de su vientre.
Me quedo colgado a sus ojos, me aferro desesperadamente a todas esas gotas de lluvia que dentro de su iris, a todos esos cafés que se esconden tras la retina, a todas esas risas que compartimos sin que el mundo nos pudiera parar.
Abrazo con fuerza todas esas particularidades que sólo nuestros oídos pueden descifrar, todas esas miradas que no voy a olvidar, todos esos besos que te llevan a un estado especial.
Las abrazo y les susurro que no se vayan jamás, que porfavor se queden conmigo una noche más, sólo pido una noche más llena de recuerdos y felicidad. Nada más me importa, ni su pasado, ni el mío, ni el qué vendrá. No tengo más que este silencio, no tengo nada más que esta acompañada soledad.
Sí, cada vez estoy más y más seguro, ésto no es normal, ésto es especial, tal vez demasiado. ¿Pero qué importa?, todo se trata de la felicidad.
No puedo definir si estoy sobre las nueves, en el centro de la Tierra o tirado en el suelo. ¿Pero, para qué definir?, todo se trata de un beso.
"¿Cómo explicar acá, en esta línea lo que siento cuando la beso?
¿Cómo retratar ese toque de belleza que le da sol?
¿Cómo dibujar su sonrisa en este maldito papel?
¿Cómo hacer para estar siempre a su lado y que la duda no interfiera en su pensar?
¡¿Cómo, mierda, decir que ella es hermosa de otra manera que no sea diciendo que ella es hermosa?!
¿Cómo, demonios, hago para que ella sea feliz hasta que su corazón deje de funcionar?
¿Cómo lo hago, si sé que en cualquier momento la rutina me puede borrar?
¿Cómo expresar en estas letras, lo que significa mirarla a los ojos?
¿Cómo plasmar acá todos esos segundos en los que me quedaba hipnotizado mirándole mientras ella dormía a mi lado?
¿Cómo agradecerle todo?
Todo...Absolutamente todo.
Es inexplicable...Es perfecto y humano.
Su olor, su color, su voz.
Ser feliz con las cosas simples.
¿!Qué más simple que un cabello!?
!Nada me hace más feliz que un cabello de ella!
Es una utopía hecha realidad, es un sueño palpable, es el amor hecho carne."
Y ella se sienta junto a mí, me ofrece café y sonríe.
Yo la miro embobado, me disculpo, todavía no he querido madurar.
Miro de reojo mi negocio, sigue igual de sucio y vacío, me siento avergonzar.
Ella se acerca un poco, y espera mi reacción.
Yo me acerco un poco, y nuestros labios se rozan.
Ambos nos besamos, cerramos nuestros ojos y nos tomamos de la mano.
Soñamos juntos, respiramos al mismo tiempo, vivimos nuestra propia realidad.
Somos dueños de nuestro tiempo, nuestras vidas y nuestra felicidad.
Ni una sola moneda en la caja de mi negocio.
Solamente una foto suya pegada en lo más profundo de mi interioridad.