viernes, 28 de septiembre de 2007

Carta a un Gordo Inolvidable...

Valparaíso, 28 de septiembre del 2007.
Estimado Sr. Manuel Vergara:

Le saludo con la mejor de las intenciones, esperando que se encuentre en perfecto estado.
Luego de un tiempo sin habernos hablado, ni siquiera mirado; Deseo hacerle llegar esta carta para que sepa algunos de mis pensamientos y reflexiones en los últimos meses.

Debo admitir que me fue sorpresiva su despedida, tan rápida y sin previo aviso. De hecho, creo que fui uno de sus conocidos que menos sintió el golpe de su ausencia o menos lo demostró. La vida da vueltas raras y jodidas, ambos lo sabemos. Especialmente usted.
Aquel sábado por la mañana me impactó la noticia que llevaba a mis oídos mientras realizaba un "Taller de Robótica" en una universidad de Viña del mar. Mi madre me llamaba en hora que no era usual y sin siquiera preguntar por mí, pronunció una palabras algo cortadas; Corté la llamada y fijé mi mirada en un punto que dibujé mentalmente en una muralla, allí me perdí no se por cuantos minutos.
Lo siento como un amigo cercano, que apareció en mi vida junto a muchas otras personas que se han convertido importantes en mi vida, que poco a poco se fueron ganando un espacio en mi podrido corazón, fue así como en cada ocasión en que no encontrábamos cruzábamos un par de palabras, un saludo y alguna pregunta estúpida para hacer menos frío el momento, pero fue una noche y sentados en una mesa cuando comenzamos una verdadera conversación. Debo comunicarle que sus pensamientos me eran familiares, pues yo pensaba de manera similar, de hecho nuestras personalidades son parecidas, juguetonas y bromistas, alegres y simples.
Recuerdo su risa como una canción pegajosa que suena a cada momento en las radios, recuerdo aquellos partidos de fútbol que compartimos en donde me apartaban por ser más joven, pero finalmente terminaba siendo un adulto más.
Pero un sábado y sin más se me fue de la vida, lo último que oí de usted fue que terminó cerro abajo junto con su automóvil. Le confieso que no lloré, era la primera pérdida que tenía en mi vida a una edad en la cuál asumo la importancia de la situación; La vida me daba vueltas y vueltas, no quería aceptar la verdad. Mi familia estaba triste, mis padres, que eran apegados a usted, sufrían como nunca lo había visto. Pensaba y pensaba, en su esposa y sus hijos. Sus pequeños hijos que deberían crecer sin su padre ahora. Uno de 8 y otro de unos 11 años.
El velorio fue raro, yo tenía una actividad con mi curso, en donde la música y el ambiente era de alegría, mientras que a unos cuántos pasos se encontraba usted dentro de un cajón y rodeado de personas que lloraban sin parar.
Caminé lentamente hacia su ubicación aquella noche, al entrar al cuarto en donde se encontraba pude notar el denso ambiente que allí había. Lágrimas y más lágrimas, todas las personas que alguna vez vi felices ahora estaban destrozadas, hundidas en el más profundo dolor. No quise pensar, solamente me dirigí hacia su esposa y sus hijos y dije unas palabras de las cuales todavía me arrepiento de haberlas dicho "Tranquila tía, todo estará bien", mierda era la frase más cursi y vacía que se podía decir, creo que mi presencia fue más reponedora que mis palabras.
Salí del lugar y continué con mis deberes, pero aquella noche ya nada fue igual.
Luego vino la eucaristía, que momentos más olvidables. Palabras emotivas, discursos a medio terminar, asesinados cruelmente por unas lágrimas que salían sin preguntar. No lloré, mi familia sí lo hizo. Pensé miles de cosas durante la eucaristía, no estaba atento a nada, vivía en mi mundo, en nuestras conversaciones, me creaba una idea de que esto no era verdad.
Finalmente sacaron su cajón, ahí no soporté más. Salí corriendo de la iglesia, me dirigí a unos baños que estaban a un costado y le di una patada, llena de frustración y pena, a una muralla; Sin más me heché a llorar, preguntándome el por qué de todo esto. Luego de unos minutos de desahogo me reincorporé para volver, y llegué justo en el momento en que unos hombres guardaban su cajón en la parte posterior de un gran auto negro. Lo miré con melancolía y dolor, me encontraba solo y a un costado de toda la escena. El camino hacia el cementerio fue silencioso, no había por que hablar, era inútil. El entierro fue aún peor, corría un viento endemoniado y el llanto desconsolado de su hijo rompía el corazón de quién lo escuchase. Su esposa preguntaba en voz alta "¿Porqué te fuiste?, no me dejes sola por favor", yo no entendía nada, no quería entender nada. Luego de su entierro, me aparté un poco del grupo y guardé mis manos en mis bolsillos, mire hacia el mar y susurré "Hasta siempre, mi amigo", volví con los demás sin ánimo alguno, ni siquiera me despedí de nadie, aquel fin de semana ha sido el peor de toda mi vida.

En fin, sólo quería que supiese, desde mis experiencias vividas aquel fin de semana, la manera en la que lo recuerdo, alegre, solidario y siempre con una sonrisa para el amigo.
Gracias por todo, muchas gracias.
Le deseo lo mejor en donde se encuentre.


Cariñosamente


Pablo Ignacio Calbiague Muñoz.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Sentimientos..


Somos personas o animales?...
Científicamente somos lo mismo, pero para el humanismo no es lo mismo.
El hombre razona, pocas veces, pero razona.
Tenemos sentimientos que nos provocan sensaciones distintas, muchos sentimientos, muchas sensaciones.
Hay sentimientos que te hacen sentir bien, sentimientos que no poseen nombre. Como ese cosquilleo que sientes al conocer a la persona indicada, o aquel sentimiento de logro y felicidad que te inunda cuando haces algo bien, algo que deseabas con mucha fuerza hacer bien y todo sale como lo planeabas, incluso mejor. También está ese sentimiento de miedo cuando algo ocurre, algo inesperado o aquel sentimiento de furia y odio cuando la adrenalina se apodera de tí en ciertas situaciones.

La vida da vueltas y vueltas, en ciertas circuntancias desearías no haberlos tenido nunca, como muchas veces te elevan por el cielo y crees que llegarás a tocar las nubes.
El amor, esa cosilla que te cambia la vida y te inventa un cuento de hadas en tu corazón mientras que fuera de tu cuerpo todo está podrido. Sigues feliz, siempre feliz; lleno de ilusiones con miles de planes para un futuro cercano y lejano, con los ojitos brillantes y la mente perdida en un mundo que sólo existe para ti.
La vida toma color y la depresión es una enfermedad no descubierta todavía, no te importa nada y no te importa que no le importes a nadie, al final de cuentas, estás en el amor.
Luego vienen momentos difíciles, cuando entras en la parte del camino que tiene el pavimento a mal traer y el auto cae en todos los baches; a veces, el auto sale del bache y luego sabe como esquivarlos, pero aveces el bache le provoca un daño al auto y este ya no puede continuar.
Allí, es cuando el cuento de hadas se va al carajo y vuelves a la soledad. Ahora la depresión es una enfermedad sin cura y si a nadie le importas el suicidio es la mejor opción.
Pero recuerdas, los momentos bellos y vives de aquellos recuerdos; en donde todo era feliz, todo era perfecto.

Con la familia suceden cosas parecidas, cuando estas con ellos te sientes cómodo, en confianza, a gusto; Y aunque no te des cuenta, cada integrante de cada familia es importante e ireemplazable, es por eso que cuando alguno se marcha para no volver, duele. Y lloras hasta no poder más, no quieres seguir con nada, ya nada será igual. El funeral es lo peor, ver como aquella persona que en algún momento te abrazó, te consejó o simplemente te escuchó cuando lo necesitabas, se va dentro de un cajón, directo a un agujero en donde permanecerá por siempre.
Las siguientes reuniones familiares son tristes y apagadas, todos recuerdan a aquel familiar y queda una espina clavada que jamás se va.

Dejarse llevar por los sentimientos es arriesgado, demasiado arriesgado. La mayoría de la gente utiliza la razón, piensa lo que hará, en lo que puede ocurrir y así tomar una decisión segura.
Otros, se dejan llevar por sus sentimientos, saliendo afectados muchas veces, pero cuando salen victoriosos no se compara con el sentimiento del que pensó antes de hacer las cosas.

No sé que harás tú, tampoco sé que haré yo.
Pero lo que sé, es que la vida es una sola y si no te arriesgas nada tendría sentido.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Héroes..


18 de Septiembre del 2007, Festejamos como locos este día. Tomamos chicha, comemos empanadas, asados, ramadas, cuecas, volantines y demases; Pero por la noches en un canal de la televisión abierta en nuestro país, dieron una maratón (Toda esta semana) sobre los "Héroes Chilenos". Al final de una de todas estas películas me puse a pensar en los últimos "Héroes" que han existido en nuestro país.
Utilicé mi mentalidad y mi forma de pensar para buscar algún héroe y no encontré ninguno. Pues un héroe no es quién bombardea el palacio de la moneda y luego asesina personas por pensar de manera distinta. Pero un héroe tampoco busca la gloria como fin primero y utiliza un golpe de estado para morir "heroícamente".
Tenemos relaciones diplomáticas con muchos países, y los "TLC" (Tratado de Libre Comercio), nos tienen con tecnología de última generación, pero ¿qué pasó con nuestra identidad de chilenos?. Cada vez son menos los jóvenes que cantan nuestro himno nacional, cada vez son menos las personas que se llenan de esperanza al comenzar un partido de nuestra rojita.
Tenemos hermosos paisajes al sur de Chile, llenos de verdes árboles y de volcanes nevados.
Por el norte tenemos extensas playas, que no tienen nada que envidiarle a las caribeñas, también existe un hermoso desierto que de vez en cuando florece.
Y cada día son más los pasajes que los chilenos compran para salir al extranjero.
Dejan a Chilito descuidado y es ahí donde empresas extranjeras comienzan a talar los arboles del sur, y es ahí donde contaminan los mares.
¿Será que los patriotas son una raza en peligro de extinción?
¿Será que los chilenos prefieren ver como les roban millones y millones en el parlamento día a día?
¿Será que la gente ya perdió la ilusión de un Chile justo?
No comprendo, ni quiero comprender, la idea de que Chile se guíe por los países desarollados.
Chile es Chile!, no es tan complicado de entender.
Debemos tener una imagen propia, nada de andar copiando a otros países que viven en guerra y llenos de temor.
¿De Qué partidos políticos me hablan?, por favor!
Son todos lo mismo, sedientos de poder y dinero.
Y es ésa gente la que lleva las riéndas de nuestro país.
Cuando aparezca un verdadero presidente, aquel que sea justo con todos. Que no deje la clase media tirada, que beneficie a la clase baja y mantenga alegre a la clase alta, seré feliz; pues allí comenzará a progresar Chile.
Nada de andar con toque de queda, nada de un Chile igualitario para todos, el que se esforzó y estudio para ser alguien en la vida no puede ganar lo mismo que un vago, al cuál lo único que le importa es la droga.
Si quieres que Chile progrese, pon de tu parte y deja quejarte!
Y si quieren llamarme loco por querer ser un Héroe del presente. Háganlo, pero no por eso dejaré de intentarlo.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Desde Alfa hasta Diciembre...

V

Llegé a la playa, me senté en la arena y mire hacia el cielo. Aquella noche estaba despejada y me permitía ver en esplendor todas las estrellas, comenzé a contarlas, quería saber cuántas habían en total. No pude contarlas pues el dolor no dejaba concentrarme y me perdía mientras las contaba, me sentí el hombre más inútil de todo el mundo. Solamente quería contar las estrellas, pero la luna atrajo mi atención, grande, blanca y majestuosa. Dueña del cielo nocturno, hermosa luna.
Como era de noche no podía ver el mar, pero si oía el romper de sus olas y divisaba una espuma que aparecía y luego se volvía a esconder en la oscuridad. El mar, que fuerte que es el mar, con sus olas potentes capaces de volcar al barco más grande. El mar, el único ser que muestra su enojo al llover, poniéndose furioso y moviendo sus mares más de lo normal.
A un lado de la playa habia una roca, una roca grande y linda; me levanté y caminé hacia ella, con dificultad la escalé, apesar que la roca está en diagonal hacia arriba, esto debería facilitar mi subida, pero me costó llegar a la cima pues cada vez me dolía más mi herida.
Al llegar arriba me encontré con una chica que estaba allí, sentada en el borde mirando el mar. Con algo de miedo me senté junto a ella, me miró y no dijo nada. No quise mirarla, yo tenía claro porque ella estaba allí, iba a saltar.
Levanté la mirada y logré ver su cara llena de cicatrices hechas por las lágrimas, aquella chica era hermosa. La miré por unos momentos y ella me miró, pero luego miró sus pies que flotaban entre el mar y la roca.
-Disculpa, no me gusta que me vean llorar.- Dijo con la voz apunto de quebrarse.
-Tranquila, eso es mutuo. ¿Vas a saltar?.- Ni siquiera pensé lo que pregunté, las palabras salían solas.
-Eso quiero, pero me entró algo de miedo.- Seguía mirando sus pies.
La miré y sonreí levemente.
-No saltes, tienes toda una vida por delante.- Intenté cambiar su opinión, no quería verla saltar.
-No quiero más vida, nada de futuro, de ilusiones ni de esperanzas.- Al decir eso se desahogó de manera increible.
-Pero, si no quieres vida, ni futuro, ni ilusiones, ni esperanzas. ¿Porqué no vas a buscar algunas?, la felicidad no está tan lejos, sólo es cosa de salir a buscarla. La vida no es fácil, nadie dijo que lo fuera, pero lo peor que puedes hacer es rendirte, si necesitas ayuda, tienes a un hombre: baleado, sin ganas de nada y sin un poco de autoestima, a tu disposición.- No pude seguir hablando, la herida me ardía demasiado.
Ella levantó la mirada y me sonrió, me tomó la mano y no dijo nada.

Estaba sorprendido, era la primera persona que no se había fijado en lo sucias que estaban mis ropas o en lo despeinado que estaba, era la primera persona que no hablaba por celular, preocupada por cosas poco importantes. Ella es diferente, lo noté desde el momento que me senté junto a ella, pero ahora estaba seguro.
Su pelo era liso, sus ojos grandes y llenos de estrellas, tenía un toque especial. No era como otras chicas.
-Gracias.- Dijo de manera sutil, de verdad que estaba destruída por dentro.
No dije nada, me sentía un estúpido. Le había hablado de ilusiones, esperanzas y un futuro, cuando era yo el que quería saltar. Todavía no sabía nada de mi familia, ni de mi casa, ni de la vida, nada me importaba.
De pronto una lengua húmeda y áspera rozó mi mano, era mi perro. Estaba allí, había escapado de casa y me siguió hasta aquí. Lo abrazé y lo amé más que nunca en ese momento, lo acaricié y le sonreí. El era el único capaz de hacerme feliz, siempre oía todas mis tonteras y yo siempre jugaba con él, eramos una pareja de unos incomprendidos y locos.
Mi perro es un cocker spaniel, marrón claro y con unos ojos parecidos a los míos, con un toque de tristeza.
Abrazé a mi perro y sin decirle nada a la chica la abrazé también, me sentía feliz, por primera vez en este día lleno de aventuras desagradables me sentía feliz. Cerré mis ojos y lentamente me fue venciendo el cansacio hasta finalmente dormirme.
Al otro día no desperté, de hecho nunca más lo hice. Por la noche la herida empeoróy empeoró hasta provocarme un paro cardio-respiratorio que terminó con mi vida. La chica al verme muerto al otro día saltó y ahora está tranquila en un lugar mejor. Mi perro está todavía conmigo, hechado a mi lado esperando que despierte. Y en el aire sonaba todavía aquella canción..
"Desde Alfa hasta Diciembre, voy caminando con la vista al frente..."

Desde Alfa hasta Diciembre..

IV

Tenía experiencia en esto de las mentiras pues cometía errores y me metía en problemas amenudo así que, para que no me regañaran tanto en casa "disminuía" la intensidad de las cosas.
Nunca olvidaré la manera en que comenzé este año, era un fin de semana, en la noche. Estaba sentado viendo un partido de fútbol junto a unos amigos de mi hermano menor, atrás de donde estabamos sentados se encontraban jugando unos chicos con un balón, uno de ellos le dió un golpe con el pie y la pelota fue a dar a la cabeza del niño que estaba a mi lado. Le dije al chico que había causado este accidente que parara por favor, pues había más gente. Él repuso que había sido casual y que lo disculpara; no pasaron ni 2 minutos cuando denuevo el balón da en la cara de mi amigo, pero ahora le sacó sangre de narices, yo en un ataque de rabia voy a encararlo y a decirle que no podía ser tan estúpido como para cometer el mismo error dos veces en menos de cinco minutos, es en ése momento cuando mi madre me grita que el niño estaba sangrando por culpa del golpe, ahí el niño acusado de la agresión se fue llorando por culpa de que, yo lo encaré y que para más remate le había sacado sangre a otro niño. Pero no acaba acá el asunto, de hecho aquí se pone bueno, pues una mano se pone en mi espalda y me empieza a decir una cantidad de grosería y estupideces, era el padre del niño que ocasionó todo esto; yo le respondia a todo lo que el decía. "Fue casual", se disculpaba el padre; y yo le gritaba devuelta "Entonces que lo mate si va a ser casual!", así nos llevamos unos 30 segundos hasta que el caballero, más alto que yo, se comenzó a acercar lleno de adrenalina y dispuesto a agredirme, ahí aparece mi madre aparece para detener toda esta pelea. Pero lo importante de aquella situación es que demostré a mi madre que sé defender lo que yo creo justo, sea con quién sea. Y no me vengan con pavadas que el caballero es mayor y le debo respeto. Ambos somos seres humanos, acaso por tener menos edad, ¿soy menos importante?
Eso me molesta profundamente, que discriminen a los jóvenes, somos iguales a los adultos, pasa que no estamos tan mecanizados como ellos y por eso les molesta nuestra libertad. Ellos viven preocupados por cosas que no tienen importancia alguna, y el vernos a nosotros tan relajados y tranquilos les molesta.
Me despedí de manera rápida y algo fría de aquella persona que me había cuidado toda la tarde, me puse a caminar hacia la playa, de un momento a otro me empezó a doler la herida de bala, me miré y la piel que estaba rodeando la herida estaba tirante pues había comenzado a generarse la cicatrización, tragé saliva y seguí caminando.
No pensaba en nada, no había porque pensar. El mundo, la vida me parecía demasiado cruel, todos contra todos, destruyendo los animales, dañando el planeta y los ricos con más dinero y los pobres más pobres, la clase media recibe lo peor de la clase política y es la menos beneficiada.
No podía odiar más la política, de hecho quería ser político sólo para limpiar la política desde adentro y poder sacar adelante a mi país.
Mi país, que cosa más hermosa que mi país. Con un clima privilegiado, lindo paisajes y lleno de mar y costas. Lleno de historia, un poco de violencia en ella, con unos indios que defendían su tierra hasta la muerte y unos conolizadores que venían en búsqueda de nuevas tierras.
Mi tierra con una gente acojedora, con campos llenos de animales pastando tranquilamente hacia el sur y hacia el norte los obreros con las caras sucias a causa del trabajo en las minas, más al norte, el traicionero desierto, en el centro todo es playa, sol, y cerros. La vida en mi país es tranquila, sin guerras mundiales ni bombas atómicas, una historia dibujada por distintos presidentes y gobernadores, algunos demasiados cegados con obtener riquezas y otros que provocaron un progreso notable en los comienzos de este país.Durante los últimos años, desde que tengo conciencia social y me doy cuenta de lo ocurre a mi alrededor, no ha gustado mucho como se han ido desarrollando las cosas, es por eso que estoy lleno de ilusiones en poder tener un futuro mejor.
La brisa marina se pegaba en mi cara y me refrescaba mis labios, no sabía nada de mi familia, nada del mundo. Estaba solo.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Desde Alfa hasta Diciembre...

III

-Podría ayudarme con alguna moneda porfavor?
Miré aquien me hablaba, tirado en el suelo con actitud cansada, las ropas rotas y unos ojos llenos de desgracias y dolor.
-No tengo nada.- Logré articular con cierta dificultad.
-Está bien amigo.- Me percaté de que me miraba con cierto temor, y era obvio pues mis ropas estaban manchadas en sangre, ahora toda la gente que pasaba por la calle me miraba con curiosidad y repulsión.
No me podía mover, clavé mi mirada en los ojos del mendigo y sentí todo el dolor que el cargaba a lo largo de su vida, la pobreza que había tenido que soportar y en el estado que se encontraba ahora. Pensé en toda esa gente pobre, en la manera que viven. ¡Cómo quisiera que ellos tuvieran más comodidades, más oportunidades! Poco a poco le iba perdiendo el gusto a la vida, pues había pasado junto a mi un hombre hablando por celular, con su traje negro y un maletín en la mano, sin darse cuenta, pues iba demasiado ocupado en sus cuentas, acciones en la bolsa y dinero como para evitar chocar con alguien, por culpa de su egocentrismo y mi debilidad caí al suelo.
Ya no podía más. Me sentía débil, frágil, indefenso; una palabra saltó en mi memoria. Amor, sí el amor, aquel sentimiento que te eleva por el cielo y luego te lleva al infierno. Ese amor de cuento, de telenovela, lleno de afecto corporal y de palabras lindas, pero también el amor era traicionero y te hacía llorar, de hecho el amor era puro hasta que el lado animal de la gente salía a la luz, ese placer bestial que debes saciar a toda costa, los últimos vestigios de nuestro pasado irracional.
El amor, mi familia y todo el cariño que me entregan día a día, sus consejos y sus experiencias. Si supiensen cuánto los necesito. Necesito un abrazo algo que me de fuerza y me ayude a levantarme.
El calor de una manta me trajo de vuelta a mi cuerpo y me bajó de mis reflexiones, estaba junto al mendigo, me sonreía afectuosamente. Su cara tenía un brillo especial dado por el tono rojizo de la fogata que había prendido en la calle.
-Cayó desmayado jovencito, usted está muy débil. ¿Tiene alguna herida?
-No, estoy per-perfecto, no me ocurre nada..-Dudé al decirlo, pero tenía experiencia en esto de las mentiras, asi que no me resultó tan difícil mentirle. Pasé el resto de la tarde junto a él conversando y oyendo sus historias de supervivencia en la calle, historias demaciado crudas y extremas, pero no podía oirlas por siempre, puesto que por la noche quería ir a la playa, no sabía porqué quería ir, pero algo me decía que debía llegar a ése lugar.

Desde Alfa hasta Diciembre...

II

Desperté unas horas más tarde de aquella batalla en el primer piso de mi casa, estaba flotando sobre un charco de sangre y no había rastro de nadie en mi casa, por lo menos no oía nada.
Casi sin fuerzas me levanté con la ayuda del mueble, lo observé, estaba lleno de agujeros causados por las balas; recordé mi herida y le heché un vistazo, la bala había ingresado en mi cuerpo pero no muy adentro, pues luego de atravesar el mueble no venía con tanta fuerza. Cerré mis ojos fuertemente y con la ayuda de mi dedo índice y el pulgar logré extraer el proyectil del interior de mi cuerpo, no sin antes haber dicho un par de puteadas, pues el dolor era insoportable.
Subí al segundo piso lleno de esperanzas que prometían que habría alguien esperándome, claro que había alguien, se le llama "la soledad".
Al no encontrarme con nadie salí de casa con rumbo desconocido, tenía frío y todavía sangraba un poco por la herida luego de haberme extraído la bala, mientras caminaba una extraña canción sonaba en mi mente, tenía un coro potente y una letra especial: "Desde Alfa hasta Diciembre, voy caminando con la vista al frente. Dame una caja llena de ilusiones, un puñado de momentos amargos y un par de lágrimas...Que con eso puedo vivir por los años que me queden".
En un momento de éxtasis olvidé todo y me dejé llevar por esa canción que sonaba a todo volumen en mi mente y recorría mi cuerpo, me daba una extraña sensación que no podía describir, pensaba mil cosas, mil tonteras que eran importantes sólo para mí. En fin no sabía por donde iba, ni hacia a donde iba y tampoco me importaba mucho.
La música es mi vida, siempre lo ha sido desde pequeño. Recuerdo que crecí con un tal Charly García, que hablaba cosas incoherentes y demasiado rápidas para mis pocos años de vida, fui creciendo y distintos grupos iban atrayendo mi atención. Toco la batería, siempre me ha gustado la percusión, pienso que es lo que le da la intensidad a la música. La canción iba perdiendo su volumen y desaparecía como lo hace el sol en los atardeceres.
Soy un chico normal, de estatura normal-baja, el pelo castaño despeinado y unos ojos levemente caídos en los extremos, este adjetivo le daba un toque de tristeza a mis ojos y por culpa de eso cuando niño me había llevado un par de apodos; mi contextura es delgada y mi apariencia no encaja con mi personalidad que es más bien extrovertida con respecto a temas públicos e introvertida con respecto a pesaminetos más profundo, incluyendo las emociones.
Luego de inspeccionarme y pensar en la música, volví al mundo real en donde sangraba por una herida y cada momento tenía menos fuerza. Levanté mi mirada al cielo y rogué por que algo me sacara de este camino que llevaba directo a la muerte, cuando una voz algo cansada y seca me sacó de mis plegarias.



Desde Alfa hasta Diciembre...

I

Todavía recuerdo esos últimos disparos que llevaban una trayectoria indefinida. Tenía miedo, tanto que no podía parar de temblar; Estaba escondido tras un mueble de un metro y un poco más de alto, los disparos pasaban por sobre éste y el grosor del estante no superaba el medio metro.
Mientras pedía a Dios que saliera vivo de aquella situación, sentí un cuerpo frío y pequeño que ingresaba por el costado de mi cuerpo que estaba apoyado en el mueble. Sí, me habían dado. No me llevé las manos a la herida, pues sentía como emanaba de aquella abertura un líquido cálido, comenzé a marearme, perdía fuerzas.
Recordé el instante exacto en el que mi tranquilidad se vió interrumpida por unos sujetos que entraron a mi casa forzando la puerta, estaba viendo televisión con mi hermano y mi madre. Ellos aparecieron con armas y un tono amenazante en su voz, no supe como reaccionar, los delincuentes nos tomaron a mi y a mi hermano y nos encerraron en la pieza, mi madre se había escapado mientras nos encerraban y habia arrancado de casa, no entendía el por que. Por suerte un vecino nuestro había visto la escena y había llegado al rescate con un revolver que él poseía. Con mi hermano no entendiamos nada, estabamos dentro de una pieza con toda la acción ocurriendo fuera de estas cuatro paredes. Unos segundos después empezaron los disparos, luego de un par de patadas la puerta se abrió y me dejo ver todo un paraje desolado, con la puerta que daba hacia la calle abierta y unos disparos provenientes del primer piso de mi casa, mi hermano salió corriendo pues mi madre venía llegando con unos policías; Yo bajé al primer piso de donde venían los disparos. Cada escalón que dejaba atrás al descender era un pedazo de vida que se quedaba allí, estaba en serio peligro.
Al poner un pie en el primer piso un disparo pasó junto a mi cuerpo, demasiado cerca. Mi cuerpo reaccionó escondiéndose tras un mueble, de ahí en adelante la mente se me fue a blanco y el pánico se apoderó de mí.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Adolescencia..


Todos pasamos por esta etapa, y cuado digo todos, es por que TODOS pasaron por esta parte de la vida.
La gracia es que no todos la viven de la misma manera.
Unos la pasan sin problemas, otros se ponen irritables y odiosos, otros se hacen problema por todo, otros se enamoran y cuando ese mundo rosado se les cae entran en depresión, y el peor caso del paso por esta etapa sería el suicidio.
Pero el problema aquí son los adultos, ellos con sus mentes enfocadas en las cosas del mundo piensan que las interrogantes que tienen los adolescentes son una estupidez. Sí, así de simple y olvidan que ellos también pasaron por esa etapa.
Nos creemos los mejores y somos las personitas más egocéntricas que pueden existir. Demasiado preocupados por mi "look" como para mirar a la sociedad.
Cegados por lo que creemos justo, llegamos al extremo de dañar a muchas personas con contar de pelear por lo que es "justo", la mayoría es extrovertido. Y aunque pueda parecer raro, Físicamente y a primera vista por culpa de las tendecias juveniles, son todos iguales. La misma ropa, el mismo peinado. Todo igual.
Pero no todos son iguales, digo, por dentro no. Piensan de manera distinta y tienen objetivos distintos.
Algunos terminan esta etapa siendo padres, otros pasan sin penas ni glorias, muchos maduran mientras que a otros les da miedo madurar y se ocultan en sus piezas. Eso no significa que para ser maduro debes pasar en fiestas y rodeado de mujeres, eso es un grueso error. De hecho puede ser mucho más inmaduro el que se rodea de mujeres que el que está en casa.
Muchas veces te cuestionarás la fe, pensarás en que la vida no vale nada o que tu futuro ya es un caso perdido.
Que te puedo decir yo?..
Nada, estoy igual que tú; en la misma etapa y con las mismas preguntas.
Sólo sé que la cobardía no es la solución a tus problemas (Aunque muchas veces evito enfrentarlos)
En fin, la adolescencia no es muy diferente a la adultez, cambia la mentalidad.
Las preguntas, sigue allí en tu cabeza.

martes, 4 de septiembre de 2007

Mi nación..


Sí, llegó septiembre con sus volantines y sus largas noches de juerga y alcoholismo.
Pero no todo aquí es como lo ponen los noticiarios que anuncian unas alegres fiestas patrias.
"Disfruten los días feriados que les regalamos para distraerlos y no se den cuenta de la realidad del país"
"Chile está bien y progresa de manera muy buena.."
MENTIRA!..
Progresa, claro. Pero no debería notarse?
¿Qué sacamos de llenarnos la boca con que somos el mejor país latino americano?Si culturalmente no somos nadie. Nuestra calles están sucias(Por culpa nuestra), repletas de vulgares graffitis, con edificios enormes que ya ni dejan ver el cielo, cuidades llenas de smog, todo centralizado en la capital y provincias abandonadas.
Valparaíso patrimonio de la humanidad, cuyos edificios se queman cada semana y sus restos sirven como nido de drogadicción y delincuencia. Pero están todos demasiados ocupados con el "Transantiago".
Y tal como lo dice un profesor amigo, ¿Qué ocurre con el dinero del cobre?
¿Qué ocurre con la salud, la educación, la tercera edad?.
No sacas nada de hacer un hospital nuevo si no tienes camillas para atender a la gente!
Pero hay algunas personas que están tranquilitas en sus casas preocupados por sus cargos y pensando en alguna manera para tener más dinero y poder del que ya tienen.
Les presento (con cierta repulsión) a "los políticos(todos los partidos), más la clase altísima"quienes están de lo más alegres.
Un ejemplo.
En la marcha organizada por la CUT la semana pasada, fue detenido el dirigente de dicha central.
Todos pudimos ver que lo ingresaron al bus de detenidos, lo raro comienza aquí.
En un momento de distracción que tuvieron nuestros amigos "Carabineros de la Nación", es te personaje se escapa realizando un salto digno de "Misión Imposible III", pero para mala suerte suya cae mal y se azota contra el suelo, quedando a los pies de un carabinero que hacía guardia.
Pasó que este funcionario de verde no hizo nada y el dirigente se fue corriendo libremente..
Me pregunto yo..¿Eso ocurre siempre? (Si es así nuestra fuerza policial es inútil e inservible) o ¿Dejaron libre al dirigente de la CUT, por su cargo?(Si fue de esta manera, toda la política no es más que una obra de teatro cuyo guión se escribe día a día en el congreso).
Y sí, muchos lo dicen, los partidos políticos no existen.
Si de verdad piensas que nuestro país está mal.
¿Qué carajo haces aquí leyendo esto?
Muévete y déjalo mejor que como lo encontraste.
Todavía estamos a tiempo.
"Palo y biscochuelo" amiguitos,
"Palo y biscochuelo"...