viernes, 12 de octubre de 2012

Ápice.

Partir la duda con la sospecha del corazón, romper la viga que sostiene el telón para mirarnos los ojos sucios de tanta razón.
Justificar acción por decepción, aquí no se ven caras sino cascos para el pensador. Deslumbrados de tanta novedad, instaurados sobre la sangre de la historia colonial.
Más tanto que me pido no encuentro regreso a lo cálido del dolor, interpretándonos un color para soñar, un ciclo más para volar. Hallar entre sus brazos constelaciones perdidas por querer ser algo mejor.

De pie al sol y la cabeza bajo la luna, pálida perfección que sonríe para vivir.
Engendramos tantos dioses como niños despojados de ingenuidad.
Nos proponen pisarnos para dejarnos caminar.

Hacernos esto o lo otro, tocarnos solamente para pasar adentro del uno: el nosotros.
Diré que sí cuando amanezca sobre la orilla de la ciudad, te toqué al principio del final.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Loco de madrugada.

Hoy la lágrima desliza la memoria bajo el lunar, hoy la lluvia teje con nostalgia su historia, hoy amanece viejo el sol ciego que ilumina todo por igual. Es así como lo material constituye nuestras alturas y los rituales sobre el barro se deciden a jugar. 

¿Quién acompaña la sinapsis floral, la conciencia que analogando baila con la moral?

Late y palpita el cuerpo desparramado por una ajena victoria, el rayo baja a velocidad y asalta para comer pan. Violencia que dibuja la joroba, entre tantas penas lo cotidiano se nos ahoga, entre sus manos la médula emocional deja de recitar. 

"Cuando se nos vende nuestra propia dignidad en créditos la sonrisa corta la piel industrial. Somos la generación a pilas, hijos de la sociedad abusiva, la mente televisiva con libertad ficticia entre nosotros los reos. 

Marginada la melodía entre el genio y la porquería, ocultada voz avanza hacia atrás.

Se mete la pupila en este enredo, asoma la inocencia para que la vengan a fusilar, asoma tu soledad y la mía, asoma la garganta sobre el veneno, asoma la pasión por sobre el credo.

Paseo mi costilla junto al ideal, recorro los cuentos que quedaron por contar. 

Ni las sombras acompañan la tristeza que goza con lengua propia, ni siquiera tu boca colorea el cansancio del desvelo intencional."