Una vez que desaparece la noche blanca, la ironía del pensar en despertar muerto sin eternidad, la violencia de quemar lo universal. Convertirse en lo sub-normal, una piedra lanzada al mar, un puño que vive por gritar.
Por favor, sujeta fuerte mi recuerdo, no quiero que te encuentres sola cuando llegue el final.
Somos de miradas e ilusiones, de cicatrices y pasiones, la grieta existente entre tus labios y mi ideal.
Contemos los sentimientos que te mueven, los cuerpos de los pobres, el precio de ser profesional.
No quiero más ver el bienestar teñido con los mismos colores, entre los idiotas y sus ambiciones se pierde tu derecho a votar. Relatarse como la más valiosa institución, de-construir la casa presidencial con un discurso de niños sin edad, ser una oportunidad para los que están por llegar.
Por favor, recuerda con claridad mi mano en tu rostro, no quiero que te enfríes cuando llegue el final.
Somos de luchas y contradicciones, impredecibles y arriesgados, con problemas y sonrisas, el gemido que se sostiene en el aire cuando te imponen la legalidad.
Recurrente la necesidad de anhelar una guitarra con fuerza para derribar al opresor, al que censura el cuerpo sin género, al que oculta la entrepierna dentro de un pecado terrenal, al que vende el río libre y arroja migajas a las masas para que puedan callar.
Camino lejos de este paso, yo no pacto lo social con una firma en un contrato, yo significo la cultura en lo cotidiano, en lo banal.
Que nos cuenten otros cuentos viejos, sin héroes ni libertadores de un pueblo que antes de tener nombre ya no existía más; esa pacificación que no se justificó, esos cuerpos que el mar no devolvió.
Por favor, no olvides que todavía quedan cosas por luchar, no quiero verte decepcionada cuando llegue el final.
Somos de amores y compasiones, de perdones y metáforas sin relato material, un beso que marca la medianoche, una belleza propia de tu rostro invernal, una necesidad de tenerte cerca porque si no estás se me desafina el corazón, y ya no puedo cantar.
"No se trata de que yo esté solo, sino que tú seas mi soledad.
No se trata de que yo no sufra, sino que seas el dolor y el puñal.
No se trata de que yo no muera, sino que la sangre que fluya sean tus sueños hechos realidad."