domingo, 14 de junio de 2009

Lucky..


Respuestas vacías y miradas de reojo, él corría de lado a lado como si nada importara, como si no hubiese nada más en la vida. Gritándole a todo extraño que se le acercara, durmiendo a ratos y comiendo acompañado. Era vitalidad, siempre lo fué. No, error. Lo sigue siendo, sólo que ahora tiene una mirada más triste.
Nos entendemos, sobran las palabras, es cosa de una caricia y un silencio.
Con eso basta.
Son ojos tristes, sólo es eso.
Atardeceres eternos y noches de luna llena tirados sobre el hielo del suelo.
Un cigarro que no compartimos y un hogar al cual no puedo entrar. Su pelo es crespo, con una tonalidad especial, de esa que se ve distinta en invierno a comparación con el sol del verano.
Una felicidad que no se puede explicar.
Son ojos tristes, nada más.

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