martes, 5 de enero de 2010

De principio a fin..


El viento corría fuerte afuera, y a mí se me estaban acabando las palabras para decir. ¿Nadie te dijo que yo sigo aquí?, esperando por algo que me diga que todavía estás acá.
Hace días que llevo sin dormir, al punto de la demencia, ese punto que ya no quiero encontrar, ese punto que se convirtió en un temor que me va carcomiendo en silencio y con una rapidez asombrosa. ¿Me reconocerás cuando caiga la noche en nuestras vidas?

Y si lo llego a intentar alguna vez, no voltees la cara hacia el mármol de la eternidad, sólo búscame y me encontrarás.
Un cigarro para recordarte más claramente, y una mirada de reojo hacia los pasos que quedaron marcados sobre la espuma que dejó el mar, ¿cuándo?, lo olvidé ya.
No es que quiera molestarte, ni ser impertinente, pero nunca te pude olvidar.
Mejoré desde el momento en que te divisé entre guitarras y acordes llenos de felicidad, de ahí en adelante la historia está escrita en las calles, los vasos vacíos con restos de café en el fondo y las llamadas a media noche.

Si supieras cómo deseo mirarte a los ojos ahora, abrazarte sin decir nada y sujetar un suspiro tuyo en mi piel por toda una eternidad. Estar ahí cuando más me puedas necesitar y desaparecer cuando te vayas a acostar.
¿Cómo evitar el dolor que produce el paso del tiempo?, esas enormes ganas de llorar cuando te detienes a ver el pasado y descubres asombrado que realmente la vida se ha quemado demasiado rápido, y tal vez no disfrutaste lo suficiente el calor de la hoguera.

Planes no tengo, con suerte me queda improvisar algo para sonreír. ¿Te dije que cada vez se hace más difícil ser feliz?, y no es que no lo quiera, pero la melancolía de las noches me trae una sola compañía fiel, un vaso de ron. Un lápiz y un papel a media noche, esta casa en medio del bosque es más fría de lo que pensabas, y sigo escribiendo cosas que podrían pasar o haber pasado, o que pasaron y ya no están.

Lo más probable es que ya hayas encontrado algo mejor que yo, aunque la lluvia no me de tregua e insista con que me recueste sobre la arena húmeda y sabor a sal.
Mataría por volverte a soñar, amarte y delirar.

El viento se hace más fuerte, y estoy comenzando a sospechar que lloras por las noches, a escondidas dentro de la ducha y camino a casa, cuando decides leer un poco.
Léeme una vez más, y dime donde nos vamos a encontrar, para llegar despeinado y sin arreglar.
Ansioso y tímido, enamorado y feliz.
Feliz..


"Lágrimas suicidas, gemelas del punto final. Asesinos de memorias, anhelar con tocar las estrellas que han dejado de brillar. Cocinar para dos, un lado de la cama está tibio al amanecer. Arreglar las manecillas del reloj, esquivar los perros que custodian tu hogar. Copas vacías, abrazos que quedaron por regalar.
De principio a fin, momentos que duran una eternidad.
De principio a fin, darte un beso y volver a temblar.."

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