
Te aprecié salir desde lo más superficial hacia lo más banal, ¿quién soy yo para detenerte?
Y puede que si ambos lo intentemos desaparezcamos de nosotros mismos hacia otro que no es ni tú, ni yo.
Un abrazo para dejarme lejos de tu respiración, mientras yo seguiré bromeando hasta que decidas tragarme, incluso si te disgustase mi sabor.
¿Quién eres para dejarte tirada en el piso?
¿Qué soy yo, si no algo similar a mí?
¿Qué pretendes ser tú, si no algo que no se parece a tu mirada?
¿Qué somos nosotros, si no una estrella sorda en plena oscuridad?
Descansa tus ira sobre la raíz cuadrada de mi amor por ti. Búscame al otro lado del espejo, encuéntrame al caer sobre tu inexistencia, al tropezarte con ese lugar donde nunca quisiste llegar.
¿Qué eres tú, si no mi reflejo?
Me siento vivo cuando me explicas el fin del mundo, me siento vivo cuando me sostienes en las sombras de tu iris, me siento vivo cuando intentas ser.
¿Qué importan realmente los motivos si no son lo suficientemente fuertes para matar?
Entre tus fallidos intentos por conciliar el sueño, y las ideas que beben a destajo el jugo de tus luces cerebrales, puedes encontrar mi sombra por sobre la luz del sol que te atreviste a mirar fijamente como si pudieses encontrar una respuesta en el lodo de tus zapatos, o en el gatillo de tu ironía; como si quisieras escapar de tu propia inconsciencia, de tus pulsiones y tu mortalidad.
¿Todavía piensas que eres el centro del cosmos, el animal superior y dueña de tus propios actos?
Tres estocadas bastan para que tu razón pida a gritos que me quede junto a ti.
"¿Qué eres tú, si no mi reflejo?.."
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