miércoles, 3 de febrero de 2016

Cuarta descripción: Mantra.



No es tarea fácil la explicación del acto de pliegue hacia adentro, el por qué del salto que te levanta del sillón y te lleva a otras esquinas. Bien sé que no comprendo completamente, ni pretendo llegar a hacerlo, las obras que el deseo construye como vías hacia- y desde- los cuerpos; pero si me ofrecen pensar una noche fría, yo escojo al mar como compañero.

La amargura de la fiesta se baña con incienso, los dolores adornan las bromas de esos desayunos entre islas de extraños.
Hacer de mis disgustos un motivo para bailar, gastarme los ojos buscando barcos naúfragos en los arrecifes de tus hombros.

Ajenos al tiempo nos escondimos a pulso bajo el colchón y la gente, contemplando extrañados la sensación que dejaba mi respiración en tu espalda.
Desviviendo los traumas y compartiendo las culpas, de cara a los cerros o enterrados bajo los muelles.


"Mis dedos repiten mantras sobre tu piel, como acordes encadenan lo que tú querías con el grito más ciego. Mis dedos se hunden en tu pelo y sólo encuentro fuego."

No hay comentarios: