Segundos..

Está apunto de llover y ya no va quedando público que admire este día gris desde el muelle, este muelle que hoy me abraza con suavidad.
La aves van acariciando suavemente las ondas que se dibujan en un revuelto mar, está apunto de llover. El viento me golpea suavemente, está más frío de lo que recordaba, y esta soledad me aleja de esas almas que flotan sobre los recuerdos que no volverán.

Aquí estoy yo, de pie y con las manos en los bolsillos de mi chaqueta, mi cabeza funcionando sin parar y con unas enormes ganas de volar.
El por qué es difícil de responder.
El cómo, tal vez nunca lo sabré, pero el con quién, es algo que tengo claro desde el momento en que mi mundo se vió involucrado en un huracán de sentimientos especiales.
Porque muchas veces no logro darme cuenta de que vivo momentos inolvidables, mientras los vivo, quizá sea por eso que escribo, para tener esa garantía de poder recordarlos después, y gracias a un par de letras volver a vivir todo aquello que ahora me hace llorar.

Sin que puedas darte cuenta, ya vas volando, vas recordando, vas soñando.
Porque antes de que lo notes, ya estás sonriendo con sólo pensarla, o imaginarla, o recordarla.
Porque antes de que lo intentes anticipar, ya estás en perfecto equilibrio.
Porque cuando te das cuenta que estás dentro de tus sueños, pero hechos realidad, sientes la verdadera felicidad.
Porque cuando sientes su aroma no puedes dejar de respirar.
Porque es perfecta y ya no importa nada más.

Y en ese preciso momento en el cual se unen dos bocas y las sensaciones se amplifican por mil, cuando los corazones laten al mismo tiempo y las respiraciones danzan al mismo compás, te percatas de que estás viviendo un momento inolvidable. Así que, para hacerlo más especial aún, olvidas todo lo que sobra y te enfocas en generar un lindo recuerdo.

Cuando estás sentado sobre la baranda que cuelga sobre el mar y te hechas a recordar, tus ojos se apagan y son incapaces de comunicar. Tu cuerpo no es más que una masa inerte ubicada en un mal lugar para dejarse caer, lo único que da muestra de vida en tu cuerpo, es esa boba sonrisa dibujada en tu cara, esa sonrisa que demuestra que estás en un mundo mejor, en un mejor sueño, en otra realidad.

Y entre besos y miradas van pasando los segundos, entre risas y abrazos, entre silencios y caricias, entre suspiros y te quiero, entre una canción de metallica y un vendedor de empanadas.
Es impresionante la simplicidad de las situaciones que significan tanto para una mente un poco más anormal.
Es maravillosa la manera en que sus ojos brillan al reír, es hermoso verla llorar, es un espectáculo que no voy a olvidar, es un segundo que te marca para toda la eternidad.

Destapo la última botella de vidrio que me va quedando y pongo dentro todo lo que siempre te he querido decir, todos los momentos que hemos vivido y las miles de maneras en las cuales te he soñado. Pongo dentro todas estas ganas que tengo de abrazarte y no dejarte ir jamás, pongo dentro todos los te amo que alguna vez pude callar.
La cierro fuertemente para que ninguna ilusión pueda escapar y te la regalo junto a un par de rosas.

Es simplemente complejo, es el mejor motivo por el cual caminar, es la razón más importante por la cual respirar, es lo único que realmente me importa, es un sueño hecho realidad.