miércoles, 3 de febrero de 2010

Cuentos miserables y mal vestidos...


Y volteaste tu rostro una vez más, intentando expresar algo similar a la tristeza, un olvido imposible de llevar a cabo, unas ganas potentes de retenerte un poco más.
Quise pedirte que te quedaras por mí, como si esa excusa bastara para destruir tu decisión, pero no pude decir nada más que un susurro inentendible y cobarde.


-"Intenta no olvidarme..."


-"Intenta no perder mi rostro, ni el color de mis labios."


-"No lo haré."- Y no te pude seguir mirando a los ojos.


Una muralla marchita me esperaba ansiosa, deseosa de mi dolor, de todo eso que me quedó por decir.
Sé que moriré algún día, sin el calor de tus brazos rodeándome, sin la seguridad de tu caminar, ni la fuerza de un abrazo tuyo. ¿Cómo no tenerle miedo a la muerte entonces?
Al suelo todo eso que se pudo llamar eternidad, un adiós que no te deja respirar y la ciudad que no te quiere dejar partir.


-"No sé si me acostumbraré a dormirme sin tí."


-"Tranquilo, el tiempo hace su trabajo. Ya verás que el dolor se irá."


-"¿Y si yo no quiero que se vaya?."


-"Entonces jamás podrás volver a ser feliz."


Cuentos miserables y mal vestidos, abandonados a su suerte, probablemente opacos y muy lejos de un cielo azul, he de leer y de comenzar a escribir.
La vida nunca ha sido fácil, pero sin tí se me acaban los motivos para sonreír.
Un clavel y una rosa para mantener el olor de la habitación, cigarros para acelerar un poco el proceso melancólico del avanzar mientras te vas quedando atrás y un beso al aire cuando caiga la noche, para satisfacer la esperanza de que sigas siendo feliz.


"Nieblas atónitas y meditabundas, marejadas y oleajes inhabitables. ¿Cómo intentar reparar el corazón con silencios intratables y mujeres que no se parecen a tí?
A mil años luz del centro de la Tierra, a dos pasos de la locura y a un parpadeo de volverte a soñar.
Anhelarte hasta que las curvas poderosas decidan dibujarse sobre un plano que no pudo obtener un resultado perfecto.
El punto final, el suicida lúcido y el adiós que no te llevaste contigo."

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