
No es necesario el consuelo, no hay mucho para lamentar. Cuando caiga la noche la lengua cobarde saldrá a comprar pan, tu cuerpo brillará desde mi interior.
Sembrar sueños para cosechar libertad, plantar un beso en tu rostro para que vuelvas a vibrar. Sembrarle un silencio a los miedos para que los ojos puedas alzar, cosechar mundos que no existirán.
Sembrar tu entrepierna para que florezca tu vientre, dejar caer mi brazo sobre tu cuerpo para que puedas dormir. El costo a pagar luego de que suene la alarma de tu noche sobre tu espalda. Es así, sin la sangre todo es barato.
Bailé en tu oído, no me dejé ver, escapé y me borré. ¿Qué es lo que queremos recolectar?
Estaría bien si te quedaras una noche más, no hay nada que apurar, la cuerda que nos sujeta ninguno de nosotros la quiere cortar. Si sospechara que bajo tu cama se esconde un pedazo de paz, entendería la fuerza que tienen tus manos cuando corren libres pies abajo.
Si supiese que el camino dolerá, lo caminaría igual.
Sembrar la palabra en los labios que todos puedan hablar, sembrar tu cielo en un solo día para que no tengas que esperar para ver las nubes pasar, sembrar el viento con un aroma que no puede matar, sembrar las bombas con sonrisas de niño, sembrar el poder con humildad, sembrar el mundo con irracionalidad, sembrar la memoria para no olvidar, sembrar tus ojos que allí quiero descansar, cosechar tus pasiones antes de irse a acostar.
Poner mi semilla en el papel que se desintegra bajo el agua de mar, esconderme en la arena que quedó en la esquina de tu habitación, embriagarme con los ladrillos que se escaparon de tus muros, abrigarme con el frío de la noche sin estrellas, seguirte aunque la corriente me quiera llevar.
Sembrar tu rostro nervioso cuando siente algo que no quiere explicar, sembrarte adentro del muerto para que vida puedas dar.
Déjame bajo la carne para fatigar el corazón, esta noche serán las hojas de algún libro que ya no entiendo las que me abrigarán.
Sembraré tu imagen en mi costado dorsal, la costilla de la cual me he de alimentar. Te cosecharé en fruto.