lunes, 24 de agosto de 2015
Cuarta Isla: Adicciones del corazón.
Camino a un mundo lejano, que se halla a la vuelta de la esquina, que no tiene paradero.
Sobre buses sin pasajeros, fluyendo entre vasos como hormigas, sentados entre todo lo ajeno.
Con la tripa saltando de emoción, la silueta de la mejilla, cantando el silencio de los muertos.
Soltando toda amarra del intelecto, la mano firme en la pesadilla, enterrados bajo tumbas de cemento.
Penetrante tu semblante, avanzando por las orillas, se acerca a la razón la boca del querer.
Soltando verbos como arte, ángeles entre colillas, de tiempo irresponsable por amarrar la zapatilla.
Asomando los escombros como regalo para el que quiero, quemando miradores en los cerros, castigando la prisa cuando me gana el miedo.
Gastando tardes en consumo problemático de duelos, periférico para quedarme hundido en tus besos.
Copiloto de las madrugadas, felices entre tanta pena, paréntesis sobre ruedas antes de que amanezcan los carceleros.
Apostándole a la risa como terapia para la vida, con el alma dislocada por dejarte partir.
Parir la brisa como cosquilla, militante de las rosas sin espinas.
Revuélvase la sangre para pillar la salida, imprima recuerdos por si se le apaga el sueño.
"Tenías los dientes apretados y las uñas empuñadas, tenías la pupila cubierta en llamas y los zapatos rellenados con tus des-hielos. Tenías canciones en la radio para bajarte la ansiedad, tenías fiebre en el pecho y enjambres sísmicos por toda la ciudad.
Tenías ganas de quedarte fuera del sitio que te querían heredar, tenías ganas de escribir nuevamente el principio. Tenías el rosario colgando sobre el cuerpo del deseo, tenías tanta fuerza que chocaron los astros en el cielo.
Tenías tajos para mi tela, tenías adicciones en el corazón.
Tenías tantas historias en las venas que me aprendí de memoria tu palpitar.
Tenías sensibilidades como regalo para los locos como yo.
Tenías colisiones planeadas como ejercicio de liberación.
Tenías tantas cosas, incluyendo mi atención.
Tenías sin llave la puerta, tranquila porque nadie nada te puede quitar."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario