
Pelea entre el bien y el mal, victoria para la maldad y se oscurece el camino, decido cerrar los ojos.
Mi carne comienza a fallar, mis huesos se debilitan más y más, me duele el alma, lejos se ha ido la felicidad.
Es otro mundo el que tengo frente a mis ojos, es mi corteza cerebral la que juega con mi realidad.
Dentro de mi memoria faltan muchos recuerdos, y hay otros que no viví jamás. Logro oír mil gritos que muchas personan han puesto en el cielo.
Y yo estoy de pie, aquí bajo lluvia, esperándote, Mujer de Cristal.
Tengo tu rostro claro, algo ensangretado y una sonrisa angelical. Entro en el viaje de tu cuerpo, te comienzo a recordar. Y no es extraño que recuerde algo que no ha ocurrido, ni ocurrirá.
En mi mentalidad distorcionada te he decidido ejecutar. Terminar con tu carne y todo lo que de tí pueda tocar. He decidido que tu corazón debe dejar de funcionar para que sientas la verdadera libertad, esa de la cual tanto me hablabas mientras yo cerraba al puerta al escapar.
Es tu imágen corpórea la que nunca ha excitado mis ojos, es tu piel sedosa la que nunca he podido disfrutar.
Eres capaz de hacerme llegar a un orgasmo mental. Nada físico, todo irreal.
Termino arrancándote el oscuro y grueso vestido que te cubría. Ahora estás vulnerable, desnuda, perfecta. Plena en felicidad.
No necesitaste tres días para poder resucitar, no tienes llagas y nunca nadie te oyó hablar. Aún así pareces una divinidad. No sé que te puedo mostrar, nunca te dije que no tenía nada para dar.
Es extraño que te desee tanto, siendo que nunca tu sangre he podido saborear. Es ahora el momento en el cual tus susurros, a mí, me resucitarán. Revíveme en tus sueños, en el momento en el cual la bondad pierda y todo sea oscuridad. Estaré junto a tí, allí en tu conciencia, en donde más me necesites, en donde te pueda besar, en donde te pueda entregar placer o en donde te toque y puedas gritar.
Sácame de esta lluvia, ahoga mis oídos, calla los gritos puestos en el cielo. Es necesario que me salves de este miedo, que destruyas mi camino y que rompas con mi paz. Quiero que me vuelvas loco, que me beses y no me sueltes más. Sueño con tus abrazos, tus caricias y tu pelo al fuego. Vivo por tu sangre, por tu fragilidad, por tu sensualidad.
Eres como una lágrima que nunca caerá en la soledad. Entra en mi viaje de la necesidad, del amor insensato y de una roza que está pronta a marchitar.
Ven, Mujer de Cristal.
Resúcitame en tus sueños. Deséame tal y como yo lo hago contigo. No te pido que me ames, sólo quiero tener tu olor junto a mí, que tu presencia se haga notar. Quiero verte allí, de pie bajo la lluvia esperándome, y que me dibujes todas tus ilusiones por conquistar.
Te resucito en mis sueños. Te deseo inocente y llena de sensualidad. No puedo saber si ésto amor o una obsesión. No sé con que me voy a encontrar. Expliciones que agravan la falta. Quiero que me calles con tu lengua y seas mía, de nadie más.
Sé lo que se necesita para que podamos estar juntos. Tú ya has hecho tu parte. Ahora has de ejecutarme cuando llegue la oscuridad. Debes tener esa sed de sangre, debes tener la misma enfermedad mental que yo padezco.
Debes detener mi corazón, y desgarrar mi carne con un beso tuyo mientras la sangre corra por mi nuca.
Sólo en ese momento. Y sólo allí, bajo las estrellas, podremos tirarnos sobre una cama y mirarnos a los ojos sin descansar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario