Me senté sobre todas esas cosas que nunca pude ver y miré el atardecer en soledad. No quería que pasaran las horas, quería que todo se quedara por siempre igual, que nada cambiara, que nadie más se fuera y que nadie más llegará, este momento representaba todo lo que quería para mi vida, un silencio figurado y una ironía que nunca acabará.
No quería escuchar consejos, tampoco tenía ganas de pelear, solamente buscaba reflexionar.
¿Para qué reflexionar cuando el mundo entero se está moviendo?, de un momento a otro recordé esa frase que terminó por sepultar un ideal: "El mundo no se va a detener por tí"
Daba igual, yo quiero reflexionar.
Razones no tengo muchas, de hecho no tengo nada para ponerme, tampoco cama donde dormir, estamos locos, todos completamente locos.
Y reflexioné, reflexioné sobre distintas cosas, sobre el sabor a tabaco que tenían sus labios y sobre el color del cielo cuando cierro mis ojos.
Reflexioné sobre la textura que tiene su piel, sobre el color de sus ojos cuando llora y sobre un deja vú que nunca fué.
Voy a dejar las velas encendidas dentro de mi habitación, conversaré con mi sombra y trataré de demostrarle que ella es mi sombra y yo soy yo, pero ella insistirá con que ella es ella y yo soy su sombra. Al final le daré la razón, no tengo ganas de pelear.
Dentro de mi cabeza todo vale, no hay límites para la razón, no existe el bien ni el mal, no hay nada, nada que pueda detener el mundo, nada que no sea algo parecido a eso que el otro día soñé.
¿Lo soñé, o lo reflexioné?
¿Y qué puedo dar? ¿Qué puedo ofrecerle a este atardecer para que se quede quieto y no se esconda más? ¿Qué tengo para regalar cuando llegue el momento de intercambiar regalos?
¿Cuál es esa maldita manía que tengo de ser estúpido? A fin de cuentas, el mundo seguirá dando vueltas y yo seguiré aquí sentado, recordando algo que no me haga llorar, pero me haga sentir especial.
Es un atardecer para sentirme especial, ¿qué importa si no lo soy?
Voy a sentirme especial, voy a pensar que soy eso que siempre soñaste, voy a creer que soy yo el que provoca esa sonrisa en tus labios.
Y beberé, beberé hasta que me vea sentado sobre todos esos momentos que nunca viví, hasta que me vea tratando de detener el mundo, hasta que me sienta realmente especial.
Es un atardecer para sentirme especial, porque tú ya eres especial.
Estamos todos locos, completamente locos.
Solamente abrázame antes que termine este amanecer y dime que nunca te irás, que soy todo lo que soñaste y que esa sonrisa que tienes en los labios me la vas a regalar.
Y cuando llegue el momento de intercambiar regalos, te daré el mundo detenido, te daré todo lo que te puedo dar, te un beso con sabor a mokaccino, te daré un frase de paracelso, te regalaré un lluvia y un paradero para recordar, te daré todos esos momentos que nunca olvidé, te daré un nirvana, te regalaré un orgasmo, te daré un millón de cosas más, pero porfavor no te vayas jamás.
Te daré esta reflexión.
Te daré esta reflexión, porque no tengo nada más..
Lo siento, pero no tengo nada más...
Es una reflexión, para que te quedes por siempre aquí, mirando este atardecer.
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