
Y quiero seguir contando historias de ayer y hoy, seguir cayendo hasta que de un momento a otro todo se convierta en una estrella, todo huela a rosas y los ríos se sequen.
No consigo sonreír, aquí entre relatos inciertos de canciones perfectas y acordes tranquilos, sólo es un segundo de paz.
Y me invito a esconderme, a correr por las calles de la soledad, a buscar la espuma del mar y a beber un poco de lava volcánica. Todo callado, todo coherente. ¿Por qué me tomas la mano y tratas de morderme el cuello con amor?, ¿Por qué no puedes simplemente sacar un pedazo de mi piel con tus dientes y saciarte?
Así que tomé todos mis papeles impresos con recuerdos y lo mezclé con el pegamento de significados para hacer una linda máscara. Aguarda un par de segundos más, ya dejaré de respirar oxígeno saturado de ilusiones. ¿Por qué fuiste más allá si te podías quedar más acá?, ¿será que acaso nada nos basta? ¿será que siempre queremos más?, habla todo lo que quieras que esta noche no hay viento y las hojas no caerán.
Apaga la luz y déjame contarte un par historias que tengo guardadas dentro de mi corazón, historias de ayer y hoy. Abrázame fuerte y dime algo que sea de verdad, una frase natural. Dame un beso de despedida y déjame caer un poco más. Te pediré que no te des la vuelta cuando te vayas, ya no quedará nada, nisiquiera la presencia de algún dios.
¿Te acuerdas cuando guardé tu foto en el lado más sucio de mi mente?
Pero tranquilo, nunca nadie logrará entenderme a la perfección, siempre una buena intención puede convertirse en un desastre, todo por una mala interpretación, ¿será necesario llorar?
Es más fácil callar, es mucho más ilógico e irracional.
Abajo, demasiado abajo es donde quiero caminar, es donde voy a llegar. Es una gran plaga personal, va eliminando toda vida a mi alrededor, nunca había visto tanta belleza en un paisaje gris y putrefacto. El amor a la muerte, mi dedo en tu garganta, el frío del metal en tu abdomen.
El olor a pólvora, tus ojos llorando ríos color rojo.
Busqué desesperadamente un contratiempo en tu mirar y encontré una sinfonía completa de tempestad y fragilidad.
Tu tráquea quedó marcada con mis huellas, mi cabeza quedó marcada con tu mano. ¿Podrá ser considerado eso como un compromiso?
Y perdóname si es que te alejo cuando te tengo demasiado adentro, pero es momento de caer...
No confundamos tu ternura con la agresividad, no equivoquemos el sentido de tus uñas en mi espalda y las cicatrices que dejarán.
Dame un beso de despedida y sácame esta máscara, llévate todos los recuerdos y significados que tiene en su interior, dime que me quieres y que no me olvidarás, y date media vuelta que no tengo ganas de que me veas sangrar, ni caer hacia abajo, tal vez demasiado abajo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario