
La casa está silenciosa, el día caluroso y mi razón muerta.
Lentamente abrí las puertas de las habitaciones, y por desgracia, todas están vacías. Otra mañana solo.
Me recuesto sobre mi cama y observo las fotografías familiares desteñidas por el sol. Tantos recuerdos que ya no vuelven, tantas caras perdidas en el tiempo, tanta gente enterrada.
Suspiro y trato de no pensar en estos últimos días. Otra mañana acompañándome.
Entre cavilaciones me quedé dormido, no recuerdo bien si una lágrima rodaba por mis mejillas, creo que sí, pero ya no importa.
Sentí que me movían el cuerpo, que me sacaban de mi reparador e inerte descanso, no quería ver las fotografías otra vez. Pero al abrir los ojos me encontré con un niño sonriendo y una mujer sosteniendo una bandeja con una taza de café humeante, un vaso con jugo y un pan. Ambos me miraron y sonrieron, el pequeño contó con los dedos de sus manos hasta tres mientras miraba a la mujer, y juntos gritaron:
-"¡Feliz día del papá!"
Yo me senté en la cama y los miré desconcertado, casi por instinto les devolví la sonrisa con una
mirada cálida.
-Muchas gracias, esto sí que no me lo esperaba.
El pequeño me abrazó y me susurró al oído, "te quiero papito". Yo lo abracé fuerte y sentí su olor a inocencia, era mi hijo. Mientras le abrazaba, miré a la mujer y la reconocí finalmente. Era ella, la que siempre estuvo a mi lado, la que siempre amé. En ese momento estaba seguro de que lo que siempre quise se había hecho realidad, y fui feliz, tanto como nunca antes lo había sido.
Mi hijo y mi mujer se metieron dentro de la cama, prendieron la televisión y comenzaron a comentar los planes para el día. Yo los oía en silencio y asentía con la cabeza cada vez que me preguntaban algo, no podía creer lo rápido que había pasado el tiempo. Finalmente nos vestimos y salimos a almorzar al restaurant favorito de mi mujer, donde íbamos cuando éramos jóvenes.
Ella estaba tan cálida, no me soltaba la mano y me besaba cada vez que tenía la oportunidad. El pequeño correteaba alrededor nuestro. Todo era perfecto.
Luego del almuerzo fuimos a dar un paseo por la playa, nos sentamos sobre una banca y ella me abrazó y me besó apasionadamente.
-Te amo tanto, espero te haya gustado la sorpresa que te preparamos.
-Obvio, me encantó. Aparte, parece que el pequeño lo está pasando mejor que nunca.-
Respondí mientras el niño jugaba con un poco de arena. Luego ella me besó la mejilla y me susurró al oído:
-Mi amor, vamos a ser padres nuevamente. Estoy embarazada, ¿no es genial?
La miré, sonreí, le besé y abracé fuertemente. Era lo que estábamos esperando.
Volvimos a casa, ayudé a mi pequeño con una de sus tareas para el colegio, le acosté y fui a mi habitación. Allí estaba ella acostada leyendo un libro que llamó mi atención. Me sintió entrar en la habitación y levantó un poco la mirada.
-Estás escribiendo cada vez mejor, esta historia está preciosa. Ojalá tu editor no cometa el grave error de editarlo.
-Es su trabajo, creo que debe hacerlo, ¿no?
-Pero, no comprende el real significado de cada letra, esto debe quedarse tal y como está. O por lo menos esa es mi humilde opinión.
Le sonreí y le dije que hablaría con la editorial para que trataran de dejarlo así. Ella me abrazó y apagó la luz. Nos dormimos así, amándonos.
Al otro día desperté algo más cansado que el día anterior, me giro y le acaricio la espalda a mi mujer. Algo ha cambiado en ella, se le ha secado un poco la piel, su pelo está más blanco, su cara tiene más arrugas, pero sigue estando igual de hermosa, ese brillo en su rostro no ha cambiado en nada. Se despierta me mira y sonríe:
-Buenos días, mi amor.
Le beso en la boca y le hago unas caricias en la espalda. Suena el teléfono, ella contesta. Es mi hijo.
Mientras ella responde monosílabos, yo me dedico a ver las fotografías sobre los muebles de la habitación. En alguna de ellas me encuentro abrazando a hombres ancianos que me entregan una especie de premio, tomo el marco en mis manos y leo "Premio a la novela del año".
Dejo la fotografía en su lugar, le beso la espalda a mi mujer mientras ella cuelga el teléfono y ríe nerviosamente:
-Ya detente, sabes que me encanta eso y no tenemos tiempo. Estamos invitados a almorzar a la casa de nuestro pequeñín.
Avanzó rápidamente la mañana, de un momento a otro ya estaba sentado en la mesa, rodeado de gente que reía, conversaba efusivamente y comía. Reconocí a mi hijo, a su mujer y a mi nieto. Se veían felices, me sentí tranquilo. También estaba mi hija, está en plena juventud así que se le veía un poco aburrida, pero su sobrino la entretenía, tal parece que le gustaban los niños. Antes de tomar un poco de mi copa de vino, miré a mi mujer y le sonreí, ella entendió, siempre entiende.
Volvimos a casa de noche, la tarde pasó entre juegos, anécdotas recordadas y cigarros. Nos hicimos un café, y nos fuimos a acostar, la edad nos daba menos momentos para amarnos, el sueño nos vencía más y más, pero nuevamente nos dormimos abrazados. Sentía una paz interior hermosa.
Desperté, pero me sentía incómodo. Me costaba moverme y no podía hablar, toda la habitación estaba blanca, y mi mujer me tomaba la mano y me miraba con tristeza.
-Mi amor, despertaste. ¿Cómo te sientes?, los doctores dicen que te repondrás pronto.
Me sentía mal, realmente exhausto. Pedí con gestos papel y lápiz, un tubo en mi boca no me dejaba hablar. Escribí en una servilleta.
"Te amo demasiado, gracias por estar siempre a mi lado. Saludos a los niños, diles que estoy orgulloso de ellos. Y cómo bien sabes, todas mis letras siempre fueron para ti, allí me encontrarás, para siempre."
Ella leyó la servilleta, derramó una lágrima, me besó la frente y yo le tomé la mano fuerte. Sentí que tenía que dormir, así que cerré mis ojos lentamente mientras la escuché gritar.
-"¡No te puedes morir, mi amor, no! Te amo.."
Finalmente dejé de oír su voz y me dormí.
Desperté sobre mi cama, el sol me pegaba en la cara. Miré a mi alrededor, las fotos estaban desteñidas por el sol, el silencio era desesperanzador, mi cara estaba salada y húmeda. Otra mañana solo, pero feliz, porque soñé y viví mi sueño.
De todas formas, era solamente otra mañana solo.