No fue piadoso ni admirable, incapaz de verbalizarze, mucho menos teorizable. Nunca llegamos a tiempo cuando dijimos que lo íbamos a cumplir; y alimenté el miedo corriendo espaldas al sol, sobre noches en frío volé para fotografiar realidades que mañana "tal vez".
Dos pasos dimos ya, el uno lejos del otro, cansado me dejé caer en tu lugar. De cabeza al espejo, ojos que se vienen abajo, bajo la ruta hacia el sur esperando la luz.
Si todas las miradas fuesen otra vez, seríamos los sujetos más felices en la cruz, y mientras yo sigo recordando tu luz.
Representarte en subida es la partida desde donde el camino te sale a buscar, encontré las fotos para navegar, encontré tu rostro un poco más acá. Insisto, somos los que vamos y volvemos, somos los que piensan que hace vidas ya, todo está igual.
Madrugadas en verano, sol en las manos, cuerdas que son parte del mar. Noticias para no asombrarnos, ropas que nunca nos volvimos a sacar. Juegos que atraparon la niñez en el paladar, besos que nos abrieron el pecho para llorar.
El silencio: boca adentro, ya no queda nadie más.
Partimos la mesa para cenar, seguimos los peces que nadaron entre la ciudad. Sólo por acercarme a una altura digna para saltar, lo que está en libertad.
Nos bebimos los demás, atravesó el cuerpo una mano ocasional.
Ya no estuviste más.
Ahora, quizás por tener estrellas en los pies, no cubro las penas al pasar. La tierra tiene historial para contar, mi reflejo no quiere lucir sobre metal.
El tiempo te sacó de tu habitación, las arrugas del alma esconden la razón del dolor en los años.
Me duele la idea de que: todavía nos queda mucho por pasar.
"Muestro lo que perdí hablando desde la falta, ya no quiero hoy perder lo que me queda sujetar.
Juego el mismo juego que vuelve el tiempo atrás, busco entre los huesos tus ojos para despertar el alma."
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