Testigos de los días que se nos pasaron, por tan niños que envejecimos, casi sin darnos cuenta de las casas que nos quedaron por compartir.
Pregoneros del ayer, ilusos miramos el cielo buscando los ojos de un rostro familiar. Cuando vimos los gritos caer y nos llovió la vida hasta los pies, bailaremos dormidos sobre un vientre maternal.
Tal vez demasiado sucios para limpiarnos, redimidos por la saliva de tu boca en miel, restituidos en el suelo y pisados .
Colores para nosotros: los sujetos institucionalizados.
Canciones para nosotros: los amantes significados.
Calores para nosotros: los gigantes en rebaño.Intentamos el otro lado, pero no encontramos el mármol. Desaparecido entre sueños, uno dentro del "tu" es esperanza en lo verbal. Tuya, también, es la grieta hacia abajo.
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