sábado, 22 de noviembre de 2008

Nostalgia...


No sé bien si realmente tenía ganas de morir, ahora que lo pienso bien, me parece que no. Pero ya ves que no hay nada que pueda hacer, se ha apagado todo a mi alrededor, no me queda más que descansar, sólo tengo que dormirme para no volver a despertar.

Ya no vale la pena llorar, tengo un último deseo y es el de verte sonreir. No sé si te dije lo que querías oir o hice eso que tú soñaste alguna vez, lo intenté, siempre buscando tu sonrisa y tu felicidad, de verdad lo intenté.

Ahora voy caminando lento con las manos en los bolsillos, el cielo está estrellado y tengo unas enormes ganas de perderme. Sumido en mis pensamientos, en nuestros recuerdos, en un día de julio. La música me hace volver a nacer, es una inyección de sensaciones directa a la vena de mi razón.
Tengo ganas de llorar, pero no lo haré.
Tengo ganas de parar, pero el semáforo está en verde.
Tengo ganas de verte, pero cada vez queda menos para tomar el bus que me lleve a tu hogar.

Llevo en mi mochila, sueños para hacer malabares, unas reflexiones de media noche y un futuro que alguna vez desee para nosotros dos.
Cada cinco minutos, saco el celular de mi bolsillo y lo miro lleno de ansiedad, la foto en él me hace sonreir.
Ahora que soy un mero espectador de la escena, me grité con todas mis fuerzas que me detuviera, pues un bus no me había visto a mí, ni a su luz roja, y aceleraba contra mi cuerpo.
Como era de esperar, nunca reaccioné, solamente sentí el golpe y el ruido de mi música desaparecer lentamente.
Lo más probable es que encuentres una zapatilla mía en la playa, en esa playa a donde irás a pensar luego de que te llamen por teléfono y te cuenten quién es la persona que recientemente falleció. Esa zapatilla la puse ahí, para que la arrojes al mar o la guardes según tu parecer.

Confieso que esos instantes de agonía que vienen después del impacto con el bus y antes de tocar el suelo nuevamente, son hermosos. El viento pasa rápido por tu cara y sientes tu pelo moverse en libertad, a fin de cuentas, no todo puede ser tan malo.
Muchos sueños, muchos recuerdos, muchas promesas que no cumpliré.
Todas pasan por mi cabeza, rápidamente como si quisieran aprovechar estos segundos al máximo, como si el cemento los fuese a enmudecer.
Tu sonrisa, tu mirada, tu caminar, tu manera de actuar, tus pensamientos, tus lágrimas, tu seriedad, tu madurez, tu espiritualidad, tu mentalidad, tu felicidad, tu risa, tu pelo, tus manos, tus pies, tu piel, tu voz, tus colores, tus besos, tus abrazos, tus palabras de amor y todas esas veces que me dijiste "no te vayas jamás".

Ahora ya nada puedo hacer, sólo vivo dentro de tu memoria, dentro de tu corazón. Sé que las cosas cambiarán, y otras cuántas seguirán iguales. Allí dentro de tu mar de recuerdos te haré reir nuevamente con mis chistes sin sentido, con mis palabras bobas y mis gestos ridículos.
Allí seguiré siendo el mismo inmaduro de siempre, ese chico que hacía lo que fuera por verte sonreír, que le dolía fallarte, que amaba extrañarte. Ese chico seguirá caminando allí en tu interior, igual de despeinado, igual de desarreglado.
Pero mi cuerpo ya no estará, no más abrazos, no más besos, no más nuestras voces riendo juntas.

Eras mi único motivo para no morir, pero el tiempo es cruel y me ha dejado atrás sin pensarlo dos veces.
Si hay algo que te pido en este sueño, es que sigas corriendo junto al tiempo, por tí y por mí. No permitas que te deje atrás, no sin antes haber hecho todos tus sueños realidad.
Y antes de que despiertes, quiero que sepas que te sigo amando y que jamás voy a salir de tu interior, allí me esconderé por si alguna vez me quisieras olvidar, pero sobreviviré de todas formas.
También quiero que sepas que, apenas tú despiertes yo me hecharé a dormir para siempre, no te volveré a molestar más en sueños, me iré para no volver, pero antes de partir te dejaré una parte mía dentro de tu corazón.
Debo confesarte que ahora, cuando me vaya a descansar, llevaré conmigo a la cama una foto tuya y una ecuación de amor.
Una foto tuya y una ecuación de amor, una hermosa ecuación de amor.

Adiós, amor.
Que despiertes bien, millones de besos.
Suerte y hasta nunca...

1 comentario:

Lil Smith dijo...

Triste y hermoso mi amigo lindo...
me gusta como la amas

te dejo besos