Dormir para poder vivir.
Una espalda que habla desde lo más medular, huesos que no se saben quebrar, más allá de lo olvidado y lo vivido, lo que nos queda por cosechar, una cosa que ninguno de los dos puede abrazar. Sueltos sobre lo que no puede existir, un baile de sabiduría, un ojo que no sabe mirar.
Se abre la tercera visual, fiesta para llorar, una conexión inusual y una caricia abandonada a la suerte del que no entiende el amar. Niños que pueden filosofar, adultos que juegan a respirar, a trabajar, a socializar.
Más allá del yo y del mí, me voy a encontrar, entonces sin colores nos vamos a pintar, a dibujar sin líneas, a escribir sin tinta, a devorar sin dientes para roer. Lo antinatural.
"Lo cálido en tu mirada, es viento de lluvia. Aquello que puedes expresar son témpanos que flotan sobre un mar diluido en néctar mental.
La falda que muestra más de lo que se puede dignificar, un dios con pene, una virgen manchada en sangre de menstruación, un ángel con ganas de morir.
Besos que me dejan descansar, besos apasionados, un calor ártico, un polo más equilibrado. Tú y yo, más allá."
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