viernes, 24 de agosto de 2012

Simulacro.



Crecer hacia adentro es volver a perder, tender hacia la infinitud del ser es un capricho más a satisfacer.

Querer, en el arder, ser luz para la nada, intentar alumbrar nuestros rostros para acallar.

Atravesar el lenguaje en la privacidad, insertar lo social en medio de la propiedad.

Dialogar la dialéctica, silenciar la voz del que pudo y no quiso hablar.

Pasar la oportunidad de realizar, sustituir inocencia con el más acá.

Ir y caminar por las grietas de nuestros cuerpos, encontrarse la carne para animar la moral a ser menos normal.

Sostenidos por la cercanía del capital, abrazados por amores sin amar, levantados sobre la nube industrial.

Hijos únicos, todos, del mismo ideal.

Preguntarse por el preguntar, detener y mirarse bajo el altar.

Dentro de la semilla, tranquilidad.

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