viernes, 14 de septiembre de 2007

Desde Alfa hasta Diciembre..

IV

Tenía experiencia en esto de las mentiras pues cometía errores y me metía en problemas amenudo así que, para que no me regañaran tanto en casa "disminuía" la intensidad de las cosas.
Nunca olvidaré la manera en que comenzé este año, era un fin de semana, en la noche. Estaba sentado viendo un partido de fútbol junto a unos amigos de mi hermano menor, atrás de donde estabamos sentados se encontraban jugando unos chicos con un balón, uno de ellos le dió un golpe con el pie y la pelota fue a dar a la cabeza del niño que estaba a mi lado. Le dije al chico que había causado este accidente que parara por favor, pues había más gente. Él repuso que había sido casual y que lo disculpara; no pasaron ni 2 minutos cuando denuevo el balón da en la cara de mi amigo, pero ahora le sacó sangre de narices, yo en un ataque de rabia voy a encararlo y a decirle que no podía ser tan estúpido como para cometer el mismo error dos veces en menos de cinco minutos, es en ése momento cuando mi madre me grita que el niño estaba sangrando por culpa del golpe, ahí el niño acusado de la agresión se fue llorando por culpa de que, yo lo encaré y que para más remate le había sacado sangre a otro niño. Pero no acaba acá el asunto, de hecho aquí se pone bueno, pues una mano se pone en mi espalda y me empieza a decir una cantidad de grosería y estupideces, era el padre del niño que ocasionó todo esto; yo le respondia a todo lo que el decía. "Fue casual", se disculpaba el padre; y yo le gritaba devuelta "Entonces que lo mate si va a ser casual!", así nos llevamos unos 30 segundos hasta que el caballero, más alto que yo, se comenzó a acercar lleno de adrenalina y dispuesto a agredirme, ahí aparece mi madre aparece para detener toda esta pelea. Pero lo importante de aquella situación es que demostré a mi madre que sé defender lo que yo creo justo, sea con quién sea. Y no me vengan con pavadas que el caballero es mayor y le debo respeto. Ambos somos seres humanos, acaso por tener menos edad, ¿soy menos importante?
Eso me molesta profundamente, que discriminen a los jóvenes, somos iguales a los adultos, pasa que no estamos tan mecanizados como ellos y por eso les molesta nuestra libertad. Ellos viven preocupados por cosas que no tienen importancia alguna, y el vernos a nosotros tan relajados y tranquilos les molesta.
Me despedí de manera rápida y algo fría de aquella persona que me había cuidado toda la tarde, me puse a caminar hacia la playa, de un momento a otro me empezó a doler la herida de bala, me miré y la piel que estaba rodeando la herida estaba tirante pues había comenzado a generarse la cicatrización, tragé saliva y seguí caminando.
No pensaba en nada, no había porque pensar. El mundo, la vida me parecía demasiado cruel, todos contra todos, destruyendo los animales, dañando el planeta y los ricos con más dinero y los pobres más pobres, la clase media recibe lo peor de la clase política y es la menos beneficiada.
No podía odiar más la política, de hecho quería ser político sólo para limpiar la política desde adentro y poder sacar adelante a mi país.
Mi país, que cosa más hermosa que mi país. Con un clima privilegiado, lindo paisajes y lleno de mar y costas. Lleno de historia, un poco de violencia en ella, con unos indios que defendían su tierra hasta la muerte y unos conolizadores que venían en búsqueda de nuevas tierras.
Mi tierra con una gente acojedora, con campos llenos de animales pastando tranquilamente hacia el sur y hacia el norte los obreros con las caras sucias a causa del trabajo en las minas, más al norte, el traicionero desierto, en el centro todo es playa, sol, y cerros. La vida en mi país es tranquila, sin guerras mundiales ni bombas atómicas, una historia dibujada por distintos presidentes y gobernadores, algunos demasiados cegados con obtener riquezas y otros que provocaron un progreso notable en los comienzos de este país.Durante los últimos años, desde que tengo conciencia social y me doy cuenta de lo ocurre a mi alrededor, no ha gustado mucho como se han ido desarrollando las cosas, es por eso que estoy lleno de ilusiones en poder tener un futuro mejor.
La brisa marina se pegaba en mi cara y me refrescaba mis labios, no sabía nada de mi familia, nada del mundo. Estaba solo.

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