
Somos personas o animales?...
Científicamente somos lo mismo, pero para el humanismo no es lo mismo.
El hombre razona, pocas veces, pero razona.
Tenemos sentimientos que nos provocan sensaciones distintas, muchos sentimientos, muchas sensaciones.
Hay sentimientos que te hacen sentir bien, sentimientos que no poseen nombre. Como ese cosquilleo que sientes al conocer a la persona indicada, o aquel sentimiento de logro y felicidad que te inunda cuando haces algo bien, algo que deseabas con mucha fuerza hacer bien y todo sale como lo planeabas, incluso mejor. También está ese sentimiento de miedo cuando algo ocurre, algo inesperado o aquel sentimiento de furia y odio cuando la adrenalina se apodera de tí en ciertas situaciones.
La vida da vueltas y vueltas, en ciertas circuntancias desearías no haberlos tenido nunca, como muchas veces te elevan por el cielo y crees que llegarás a tocar las nubes.
El amor, esa cosilla que te cambia la vida y te inventa un cuento de hadas en tu corazón mientras que fuera de tu cuerpo todo está podrido. Sigues feliz, siempre feliz; lleno de ilusiones con miles de planes para un futuro cercano y lejano, con los ojitos brillantes y la mente perdida en un mundo que sólo existe para ti.
La vida toma color y la depresión es una enfermedad no descubierta todavía, no te importa nada y no te importa que no le importes a nadie, al final de cuentas, estás en el amor.
Luego vienen momentos difíciles, cuando entras en la parte del camino que tiene el pavimento a mal traer y el auto cae en todos los baches; a veces, el auto sale del bache y luego sabe como esquivarlos, pero aveces el bache le provoca un daño al auto y este ya no puede continuar.
Allí, es cuando el cuento de hadas se va al carajo y vuelves a la soledad. Ahora la depresión es una enfermedad sin cura y si a nadie le importas el suicidio es la mejor opción.
Pero recuerdas, los momentos bellos y vives de aquellos recuerdos; en donde todo era feliz, todo era perfecto.
Con la familia suceden cosas parecidas, cuando estas con ellos te sientes cómodo, en confianza, a gusto; Y aunque no te des cuenta, cada integrante de cada familia es importante e ireemplazable, es por eso que cuando alguno se marcha para no volver, duele. Y lloras hasta no poder más, no quieres seguir con nada, ya nada será igual. El funeral es lo peor, ver como aquella persona que en algún momento te abrazó, te consejó o simplemente te escuchó cuando lo necesitabas, se va dentro de un cajón, directo a un agujero en donde permanecerá por siempre.
Las siguientes reuniones familiares son tristes y apagadas, todos recuerdan a aquel familiar y queda una espina clavada que jamás se va.
Dejarse llevar por los sentimientos es arriesgado, demasiado arriesgado. La mayoría de la gente utiliza la razón, piensa lo que hará, en lo que puede ocurrir y así tomar una decisión segura.
Otros, se dejan llevar por sus sentimientos, saliendo afectados muchas veces, pero cuando salen victoriosos no se compara con el sentimiento del que pensó antes de hacer las cosas.
No sé que harás tú, tampoco sé que haré yo.
Pero lo que sé, es que la vida es una sola y si no te arriesgas nada tendría sentido.
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