
Voy dando lentamente cada uno de estos incoherentes pasos, no entiendo los colores que giran a mi alrededor y me asusta la idea de que los faroles de esta calle se apagen sin avisarme antes.
Alcanzo lentamente un incómodo estado de tranquilidad, doblo en la esquina más oscura y bajo en dirección hacia el mar.
Me estoy adentrando más en la ciudad, siento como voy llegando a mi interioridad.
Cada vez puedo distinguir más claramente el sonido que producen las olas al chocar con mis memorias.
Créeme cuando te digo que la espuma del mar me hace más daño que este problema que todavía no puedo solucionar.
Es como una soga al cuello, anudada con un poco de odio y un tercio de ternura.
Es como ser clavado en una cruz y que luego de tres días, sigas ahí tirado sobre el barro sin ninguna muestra de divinidad.
Es como ser testigo de una decepción, al mismo tiempo ser el decepcionado y el que decepcionó.
Es susurrar un te amo y quedarse esperando en silencio una respuesta que nunca llegará.
Es acostarse con la mujer más sensual y no encontrar nadie a tu lado al despertar.
Es amar profundamente y no tener profundidad.
Es pedirle a un ciego que te vea llorar.
La arena que se mete en mis zapatillas me desgarra lentamente la piel, la salinidad del mar me hace soñar y reflejo del cielo sobre las aguas es más parecido a un atardecer visto desde el lado del sol.
Este problema es la solución a un problema que no quiero aceptar.
Este problema es lo mejor que me pudo pasar.
Este problema es uno de esos problemas que no se olvidan, de esos que se adueñan de cada sueño que por las noches comienza a bailar sobre el lago de tus recuerdos.
Encuentro la ciudad destruida, llena de cuerpos descuartizados, de palabras nunca pronunciadas y de sentimientos extraviados.
Encuentro la ciudad en ruinas, me da risa pensar en el estado que estaba cuando partí y en el estado en el que se encuentra ahora.
No recuerdo la última vez que observé tan detalladamente un edificio destruido por el conocimiento, no recuerdo la última vez que ví una bomba llena de verdades estallar en el medio de mi monumento a la inocencia en la plaza central de la comodidad.
Arriba el sol sigue intacto y brillando sin piedad, el mar es lo único que me hace sonreir y esta ciudad es más hermosa que cuando estaba con sus edificios intactos, llenos de ingenuidad.
Este problema no es un problema..
Es un sueño hecho realidad...
1 comentario:
Amigo lindo =)
No se que me pasa pero me adentro en tus letras y pareciera que estoy de testigo en cada uno de tus pasos.
Te dejo abrazos cielo
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