
No tienes ni idea de la cantidad de segundos que gasto pensando en tu cuerpo, deseándote a mi lado, tirada sobre la cama, desnuda y mirándome con sensualidad.
Si supieras todas las noches que te he soñado, casi con desesperación, buscándote en el lado frío de mi cama y yo sigo viviendo frialdad.
¿Y qué hago con todas estas ganas que tengo de consumirte en mis brazos, de hacerte gritar de placer, de pasar una noche piel con piel?
No me importa tu nombre, tu edad, tu profesión o lo que significa ese anillo dorado en tu mano.
Solamente es placer, es saciar esta necesidad animal que no me deja pensar en otra cosa que no sea en tus piernas y en el lugar en donde se unen.
Mis manos se mueven solas sobre tu cuerpo, saben perfectamente que lugar tocar y cómo tocar. Es una sinfonía que me encanta interpretar, una sinfonía soledad, una sinfonía animal, una sinfonía bestial.
Pega tu espalda a mi pecho, y tu cadera a la mía, pégate a mi cuerpo y susurrame al oído que no quieres parar.
Deja que todas tus fantasías sean libres, susúrramelas entre gemidos que yo las haré realidad. Sentirás mi lengua recorrer tu cuerpo, llegar hasta donde nunca pensaste que podía llegar.
Sudor, palabras incoherentes y un baile apasionado que los dos sabemos bailar.
Nuestras manos juntas, los cuerpos desnudos y un excitante vaivén que no quiere acabar.
Tu cuerpo contra la muralla, el mío amenazando el tuyo.
Mi cuerpo tirado en la cama, el tuyo sobre el mío cubriéndome el corazón.
Te limpiaré los labios con mi boca, llegaré a tu alma en plena penetración.
Si supieras todo lo que quiero hacer contigo, si supieras cuánto te deseo.
Aberración y perverción.
Es sólo sexo, es sólo amor, es placer y no quiero parar.
Tenemos toda una noche para disfrutar...
1 comentario:
Excelente! que intensidad por Dios!!!
me ha encantado.
te dejo mimos mi cielo
Publicar un comentario