lunes, 23 de junio de 2008

Sarcasmo...


El infierno no era tan malo como lo describian los fieles creyentes, allá arriba. De hecho era lo mismo que la vida terrenal, sólo que los habitantes de acá, son los "no admitidos" del cielo. Al parecer conmigo nisiquiera se dieron en trabajo de intentar admitirme...Ja! Me rio de mi desgracia... si es que se le puede decir desgracia a esto que me ocurre.

Ahora me encontraba en mi habitación, igual y como estaba antes de que "Lucy" me besara. Sentía el sonido de la ducha abierta en el baño, y por debajo de la puerta se veía el vapor subir unos centrímetros y luego desaparecer.
Yo en ropa interior y sin entender mucho lo que sucedía, aunque de todos modos, me agrada esta sensación de no entender las cosas, es como una especie de una estúpida aventura o de no poder predecir lo que puede suceder.
Me puse la mano derecha sobre el corazón y no logré oír nada.
Me hizo gracia saber que pensaba, me podía mover y sentía cosas, a pesar que mi corazón estuviese detenido. Me di cuenta de que el corazón no es el que da la vida, tampoco el que permite que yo viva. Entonces, ¿qué da vida?

-Tus sueños querido, tus sueños.- Dijo Lucy en respuesta nuevamente a mis pensamientos, me estaba molestando esto de que se metiera en mi cabeza, me quitaba...¿privacidad? Ah! Ahora y hasta hablo como ella.
Lo único que me distraía en ese momento era que su cuerpo estaba cubierto solamente por una toalla, era impresionante lo humano que se veía el Diablo.

-Puedes dejar de decirme "Cariño", eres el Diablo. Suena muy maricón que lo digas así, siendo que siempre te han relacionado con una figura con cuernos y un tridente y músculos y todas esas estupideces populares.- Dije tratando de mostrarme algo firme.

-A ver, a ver. Primero, nada de groserías. Dije "tal vez", jamás te di permiso para decirlas así tan libremente. Segundo, yo siempre he sido mujer, hay momentos en los que debo ser un poco más ruda y me disfrazo de "macho" para asustar a los humanos, son tan chistosos ustedes...

-
Eh! Calma, no me metas a mí en ese saco. Jamás me he considerado humano, de hecho los aborrezco...

-Oh! Pero si somos tan parecidos, que bueno que estás ahora aquí, junto a mí, para siempre...


-
Sí, claro. Como quieras, mientras no duela, ni exista un momento de "tortura eterna", todo bien.

-Claro que no, cariño. Aquí es igual a la vida terrenal, sólo que más..¿Libre?, no sé eso lo debes averiguar tú, pero te puedo asegurar que no te dolerá, por el contrario, lo disfrutarás.-
Y me guiñó un ojo mientras se sentaba en la cama.

En un abrir y cerrar de ojos, estaba vestida y con un pedazo de cinta adhesiva en la boca. Me entregó un papel en la mano y me miró con unos ojos que pedían a gritos que se cumpliese lo que pedía el papel.
La hoja decía así (Con una letra bastante extraña, pero atractiva al mismo tiempo. Tal y como ella):
"Querido Pablo:

Esto que ves, es una huelga de silencio. No hablaré, ni te expresaré nada hasta que tú me des tu alma. ¿Lo harías por mi, cariñito? Que si no me quedaré con este trozo de cinta adhesiva por el resto de los tiempos.


Con amor y "calor" (Tú entenderás mi humor)


Lucy"


-
Claro! Te la doy, ¿Dónde firmo? ¡Te la regalo a cambio de nada!, ¡por fin me liberaré de mi alma!- Dije entusiasmado.

Siempre me ha molestado este asunto del alma y la moral. Tantas personas que hablan de bondad y tan poco que son capaces de dar. Los poderosos, los pobres, los que viven con el dinero justo, a los que les sobra, a los que les falta. Los que creen, los que no creen, los que creen cuando les pasa algo y los que creen por obligación. Los comunistas, los facistas, los apoliticos, los demócratas, los repúblicanos, los parlamentarios.
¡Todos hablan de moral y ética! Se lavan la boca con su sociedad y su capital, y que el país progresa y todas esas mierdas que sólo los políticos entienden y que hacen que la gente se sienta feliz sin saber que diablos significa.
Y la educación por el suelo, pues, si tienes dinero para un buen colegio, tu hijo será un empresario con distinción, pero si tu hijo forma parte de la educación gratuita, será mejor que lo amarres a la casa antes de que comienze a robarle a la gente. Y es una falla de todos, de los profesores que no tienen ánimo de trabajar, porque nada les interesa más que su sueldo, y no los culpo si desgraciadamente con el dinero se vive, pero tampoco les importa entregar algún valor, proyectarse en el chico que le pone atención, dejar su huella en aquel alumno.
Y el alumno, se cree más inteligente que el profesor, lo mira despectivamente y siempre busca joderle la clase.
Así nadie puede en esta sociedad.

-!Si hasta pensamos igual!, Eres perfecto, debes ser mi discípulo. Nada de doce, sólo uno e incapaz de traicionarme, si con suerte soporto el dolor al sacarme las cejas y depilarme, jamás aguantaría el dolor de la crucifixión y unos enormes clavos en mis lindas manos.
!Serás el próximo demonio!
Sí, ya lo veo... !Tú, Pablo querido, llevarás al infierno a su máximo esplendor!

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