
Y ahora no hago más que vivir de sueños, caminar por los senderos de un pentagrama escrito, con sangre, en un oscuro callejón y entregar lo único que me va quedando con algun tipo de valor.
No hay más que agradacer y disfrutar, que correr tras un bus lleno de ilusiones y sueños, sin importar el cansancio ni el dolor.
Nada se compara con verte a través de ese cristal.
Nada se acerca siquiera a la perfección de una mirada a esos ojos que me sacan de esta realidad.
Y cuando ya no te queda nada para dar. Cuando te das cuenta que eres pura frialdad y que no te acercas a ningún ideal, no puedo hacer más que dar todo lo que tengo.
Cuando el cuerpo no responde y las piernas tiemblan, te hechas a correr, regalando cada respiración agitada, cada paso que dabas hasta no poder más, cada pensamiento en el cual soñabas que tenías un superpoder y detenías ese bus con sólo pensarlo.
Es disfrutar, es entregar todo lo tienes por una sonrisa y un bendito segundo en el cual el mundo desaparece y te quedas ahí con tus ilusiones en la mano y enfrente, un sueño hecho realidad.
Cada segundo es pura felicidad, cada palabra pronuncianda lleva enormes cargas de sinceridad y cada mirada cruzaba en la cual se unen dos almas es el real significado de eso que llaman amor.
No queda más que agradecer y disfrutar, entregar y apreciar, cuidar y abrazar, besar y fusionar, vivir y soñar, equilibrar y amar.
Equilibrar y amar...
1 comentario:
Pablo que profundidad tienen tus líneas
Y esto me encantó! Esto es donarse
"Y cuando ya no te queda nada para dar. Cuando te das cuenta que eres pura frialdad y que no te acercas a ningún ideal, no puedo hacer más que dar todo lo que tengo"
Te dejo besos Pablo y que estés muy bien
Publicar un comentario