viernes, 1 de agosto de 2008

Líbido...


La cabeza deja de pensar y el corazón de latir, se comparte la respiración y te vas de viaje al mundo de los sueños.
Rompes con la piel y destrozas cada músculo con cierto placer, se duerme el tiempo y muere la razón.
Sientes esa extraña sensación de que ya nada importa, de que es éste momento la excusa perfecta por la cual vivir.
Se pierde el miedo a la muerte, y la vida se muestra mucho más simple de lo que puedes creer.
El papitar de los músculos vitales suenan en perfecta armonía, la ciudad se calla para dernos caer en nuestra perfecta ilusión.

Las almas se tocan, los labios se unen y los ojos se cierran.
Los huesos tiemblan y la sencillez del momento le da ese toque necesario que lo hace inolvidable.
Se acarician los ideales y se puede palpar la felicidad, esto es un sueño hecho realidad.

Las sonrisas brotan solas, no hay motivo para hablar.
Las miradas son inútiles, esta conexión va más allá de lo corporal.
Es tu sabor el que inunda mi alma, eres tú la que puede hacer mis sueños realidad.
Eres tú la que me trae la felicidad...

1 comentario:

Mayra Garza dijo...

y no existe nada mejor
que ese momento que solo es
para dos.