
De un momento a otro se me van personas importante de mi lado, se apaga la luz en mi vida y quedo a oscuras. La mente comienza a funcionar, y por más que las pupilas se dilaten, ni mis manos logro observar. El miedo corre por mis venas y sólo quiero ver esto acabar, personas ajenas vienen y se roban mi felicidad, el pánico abunda en esta asquerosa oscuridad. Un lobo hambriento me acecha en esta sofocante "falsa felicidad", amenanzando con deborarse todo y no dejar ni un poco de luminosidad.
Ahora mi Dios es la ira y contra todo me quiero descargar, de dejo llevar por impulsos ni siquiera me detengo a pensar. Con el alma en la mano me hecho a llorar, lleno de impotencia aparece mi querida soledad, me toma de la mano y me clava un puñal. La sangre fluye sin parar y el azul del cielo ya ni puedo recordar.
Momentos de agonía y frialdad, momentos para pensar, momentos para tomar decisiones que influirán en los demás, momentos llenos de frustación, momentos que caen sin parar, momentos que jamás volveré a recordar.
Cierro mis ojos y deseo no madurar, vivir sin ninguna responsabilidad, pensar que todo está bien y que jamás nada nos faltará.
Me niego a creer que todo va mal, que la vida se hunde y no puede nadar. Me rehuso a ver todos mis recuerdos sentenciados a jamás volverse a repetir, que jamás vuelvan a pasar.
Mi herida sigue abierta y nadie la puede cerrar, se desangran mis sueños y pierdo la ilusión.
De mi diccionario se borra la palabra utopía y sólo me va quedando Dios, no sé si esté preocupado por mí, pero me han dicho que la fe montañas puede mover.
Pero ver como el futuro se me va, no quiero ver que esta sociedad siga igual. No quiero que otras personas pasen por lo que yo estoy teniengo que pasar, y no es que sea lo más trágico de la historia, pero mierda, cómo duele ver cuando tus sueños se están apunto de derrumbar.
Aún me quedan esperanzas, y las decisiones que se tomen siempre serán para mejorar, confío en los que están conmigo en esta oscuridad, no los veo ni los puedo escuchar, pero estoy seguro que ahí están.
Yo quiero equilibrar la balanza, y que la injusticia desaparezca de nuestra mentalidad, la confianza sea nuestro líder y la solidaridad se convierta en nuestra mamá.
Y cuando tártaro llege a mi vida, brillaré más. Y si esto te suena a un cuentos de hadas, es por que quisá algunos si se hagan realidad.